♦ Capítulo 1 ♦

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El viento azotaba las puertas del castillo, las ventanas crujían a causa del frío que se Percibía en las afueras del bosque Mattis. La noche anterior había sido testigo de la aterradora tormenta que se presenció, tan potente, con una furia inimaginable, nunca, en  todos los años de existencia, se había presentado algo igual. Qué tragedia.

La hija del Bandolero subía corriendo las escaleras, ansiosa por admirar su bosque de hielo que tanto amaba.

—Buenos días Turre. —Saludo al Bandolero vigilante. Este le correspondió el saludo de igual manera.

No había ni un solo rincón de este, que no estuviera cubierto por blanca nieve, tan hermoso y tan frío. Perfecto para ella.

Quería, ansiaba, deseaba salir a squiar con Birk. Hace ya algunos días que no lo veía para nada y en cierto punto eso la acongojaba un poco. Y claro, el día le sonreía a Ronja elegantemente, incitando a que saliera lo antes posible. Por supuesto que no lo pensó dos veces; corrió hacia la bodega - donde guardaba sus squies-, encontrándose con un joven bandolero que ordenaba el lugar.

—Hola, buen día Tjorm. ¿Has visto mis squies? Hoy es un excelente día para salir ¿no lo crees?

—Oh, buen día a ti también Ronja. De echo los acabo de limpiar, están por aquí. — El bandolero abrió una enorme caja, sacó los squies y se los entrego a la castaña, quien ansiaba salir de inmediato. —¡Diviértete! — Le grito a la espalda de la chica que se alejaba de forma apresurada y con tanta emoción, característico de ella.

—¡Eso haré, gracias! — Grito antes de salir del lugar.

¿Quién lo diría?, a pesar de que a Ronja, le desagradara, en su mayor parte, el invierno, disfrutaba salir a jugar con su hermano, en el lugar preferido de ambos; el bosque, aun lleno de nieve y el lago congelado. Cualquier sitio era perfecto, si Birk estaba con ella.

—¡Diviértanse, quitando toda esa nieve!— A Ronja, le dio algo de gracia, ver la cara de los bandoleros, tan desanimados como si fueran a fusilarlos, la peor tortura.
Claro que lo era, ya que era una tarea interminable, sin contar lo tedioso que se volvía a mitad del invierno. Seguramente si tuvieran que elegir entre quitar la nieve y bañarse en nieve a la intemperie con tanto frío, preferirían aventarse al desfiladero del infierno. Si a Ronja le desagradaba el invierno, mucho más a los Bandoleros.

La castaña había ido primero a la "guarida de Borka" en busca del pelinaranja, más Undis le dijo que hacía horas que el chico había salido al bosque. No perdió más el tiempo y salió corriendo en busca del hijo de Borka.

Corría tan feliz, ansiando encontrar a Birk y pasar toda la tarde a su lado, squiando y haciendo guerras de nieve, era lo que más disfrutaban hacer.

El primer lugar en donde buscaría a su hermano sería en la pequeña colina, junto al lago, puesto que la mayor parte del tiempo, en cualquier época del año, su lugar favorito del pelinaranja era ese. Y no estaba equivocada. Sentado, en forma de loto, frente al lago congelado, arriba de la colina, se encontraba el hijo del bandolero mirando a un punto fijo en la nada, se podría deducir que en la mente de aquel muchacho pasaban un millón de cosas. Se encontraba en un gran debate mental, pudo percibirlo la chica, pues ni siquiera noto su presencia. Algo le preocupaba de eso estaba segura, ¿Pero qué podría ser? Lo averiguaría.

La chica tomó el hombro de su hermano por atrás y le habló para llamar su atención.

—Birk... Hola. — habló tímidamente.

El chico hasta ese entonces, salió del trance mental en que se encontraba y se volteo para quedar frente a la chica.

—¡Ronja, ¿Qué haces aquí?! — Su tono era algo seco. Frío, como si no quisiera que estuviera allí.

Permanece viva, por mi. BIRKNJA (Ronja Rovardotter X Birk Borkason) Where stories live. Discover now