-Capitulo 1:El inicio del fin Pt.1-

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Louis era un miembro importante de la colonia #208, el había nacido allí, tenía 22 años y aún no conocía nada más que eso, su padre era uno de los fundadores de aquella sección, cuando el murió, Louis ocupo su cargo.

¿Harry? Harry era un desconocido en esa colonia, sus padres lo habían abandonado cuando tenía 3 años, la carta decía que no tenían los suficientes recursos para cuidarlo en su colonia original, la infancia de harry fue algo que cualquier persona querría olvidar. 20 años tuvo para perdonar a las personas que le dieron la vida y el seguía sin conseguirlo.
El vivir entre una comunidad que rechazará la individualidad como persona y apreciará más el "bien común" hacía que muchas veces, los sentimientos se perdieran.
Procrear era sinónimo de supervivencia en tiempos tan difíciles, increíblemente, el alcohol era la única vía de escape de estas personas, dicen que el alcohol te llena de emoción y alegría, cuando no tienes ninguna de estas cosas en tu vida tienes que buscar una forma de crearlas artificialmente si no te hundes en tu realidad hasta que te ahogas en tu propio vaso de agua.
A Louis nunca le hizo bien el alcohol, considerando su alto puesto, el no se podía permitir tener ninguna clase de problemas en ningún tipo de modo, quizás esa noche Louis si tenía que beber, quizás esa noche louis si tenía que sumergirse en sus más profundos pensamientos, quizás, solo así, podría descubrir lo maravillosa que era la vida, incluso, cuando el desastre te rodea.
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28 de septiembre, 2913:
-Louis, apúrate, tenemos que llegar a abrir la ceremonia.- dijo Lottie, la hermana menor de Louis.
Los 28 de septiembre se hacía una "ceremonia de nuevas vidas" para buscar pareja, hombres y mujeres mayores de 17 años debían encontrar a alguien para que; el próximo año a esa misma fecha ya tuvieran un hijo juntos, era obligatorio. El pasar de 7.350 millones de personas a ser medio millón de personas lo convierte en un caso crítico, cualquiera que no hubiese estado en esa estrecha línea entre el sol y la luna hubiese muerto, eso disminuyó totalmente la población y las expectativas de vida, reconstruir un planeta no es fácil y Louis siempre lo supo.

-Lottie, yo no tengo que llegar temprano, yo ya tengo pareja y ya se cuales son mis obligaciones.- Hablo Louis con un tono de voz desanimado y con ganas de que esa noche terminara rápido.
- Louis, el que ya sepas con quien vas a tener que estar esta noche no significa que te asegure un mal rato, mucho menos una pesadilla, además, tú sabes muy bien que esta son nuestras obligaciones, nuestros padres no se esforzaron tanto por mantenernos vivos para que tú te rebeles ahora.- Lottie siguió hasta llegar a la salida, espero a un lado del auto de Louis, abrió la  puerta del copiloto y subió, Louis la siguió y se subió en el asiento del conductor.
Se mantuvieron todo el camino en silencio, ninguno dijo ni una palabra sobre lo conversado, Lottie no hablaba porque sentía que la tensión era suficiente como para agregarle más, sin embargo, Louis no hablaba porque el sabia, en el fondo, que lo que estaban haciendo estaba mal; ¿Como posponer los sentimientos? ¿No son ellos los que nos hacen humanos? ¿Como mantener a un humano siendo un humano sin lo que lo hace humano? Louis no le encontraba respuesta a ninguna de sus preguntas, el creía que quizás era el único que pensaba así, cada vez que el lo insinuaba todos lo miraban raro o como un peligro, adaptarse y procrear era la forma en la que se sobrevive al desastre que te rodea, según las personas, cualquiera que pensara distinto sería tomado como una amenaza y sería condenado, la muerte era el peor castigo que se podía otorgar, pero, Louis no lo veía como un castigo, si no una forma de liberación.

Lottie bajo primero del auto, saludando a todo el que se cruzara, ella solo iba por compromiso porque sus cortos 16 años no le permitían más, Louis la siguió con la cabeza baja, las luces adornaban y alumbraban todo, hacían que el cielo se viese un poco menos rojizo, un atardecer constante se puede imaginar como algo hermoso pero se vuelve agotador después de semanas, imagínense años, dormir se hace una travesía.
-Hola! ¿Cómo estás?.- saludaba Lottie.
Louis vio de lejos a una figura alta y delgada acercándose hacia ellos, era Eleanor, la chica con la que debía pasar la noche. Eleanor era hija de otro fundador de esa colonia, ella estuvo enamorada de Louis desde los 15 años, el siempre la rechazó y ella no encontro mejor forma de vengarse que diciéndole a su padre que obligara a Louis a tomarle atención, eran normales estos encuentros para mantener la "sangre fundadora", sin embargo, era la primera vez que alguien lo hiciera por querer.
-Hola, Louis.- dijo Eleanor sin siquiera mirar a Lottie.
-Hola, Eleanor- Hablo Louis después de varios segundos incómodos, desviándole la mirada al instante.
-Supongo que sabes lo de hoy, ¿No?- dijo Eleanor con un tono despectivo y no muy amable.
-Claro que lo se, por fin lograste lo que querías, no necesitas recordármelo, si lo voy a hacer va ser para mantener el honor de mi padre,  no pienses ni siquiera un segundo que esto lo hago por ti.- dijo Louis casi escupiendo las palabras de su boca- Ahora, si me disculpas, voy a ir a buscar un trago.- dijo sin más, dejando a una Eleanor con fuego en los ojos y a una Lottie totalmente confundida.

Louis bebió hasta que ya no sintiera la diferencia entre un trago o cinco, bebió hasta que todos los recuerdos lo ahogaron- "si tengo que hacer lo que tengo que hacer, mejor estar inconsciente"- dijo el para si mismo y esa fue su motivación para seguir bebiendo y olvidarse totalmente del mundo y del caos constante que era vivir en el.
-Louis, ya tenemos que irnos.- dijo eleanor agarrando el brazo de Louis.
-Eleanor, si quieres que esta obligación no sea una total pesadilla para los dos vas tener que esperar a que esté listo.- hablo Louis arrastrando las palabras por su boca y saliéndose del amarre de Eleanor con mucha torpeza, estar enojado y borracho nunca fue la mejor combinación. Louis entro al salón donde estaban todas las personas para buscar otra cerveza, el aspecto de Louis hizo que mucha gente empezara a tomarle atención y empezara a hablar sobre el en voz baja, Louis se dio cuenta de eso y con su pequeño grado de dignidad trató de esconderse, se metió a un baño y vio una silueta reflejada en el espejo, se acercó y lo primero que llamó su atención fueron los ojos color esmeralda del chico, siguió con su gran estatura, después con su pelo largo hasta los hombros y después sus labios color carmesí, era perfecto, si, lo era, y Louis lo supo en ese mismo instante.
Louis no lo pensó dos veces antes de dar un paso adelante e inclinarse para alcanzar los labios del chico desconocido, Louis lo beso, si, y puede que haya sido la peor decisión pero en ese momento Louis estaba borracho, y para el, no se sentía en lo absoluto mal.
Louis se separo de los labios de este, los dos no dijeron una palabra hasta que el arrepentimiento de Louis llego a su punto climax.
-me tengo que ir, no se que hice.- dijo Louis corriendo hasta la salida, atravesó el salón de baile y llegó hasta su auto. Abrió la puerta del conductor, encendió el auto y ni si quiera se acordó de su hermana menor, lo único que el quería en ese momento era que se lo tragara la tierra, sentía que les estaba fallando a todos, a su padre, a su madre, a su hermana. Lo peor de todo es que ese sentimiento se anulaba al recordar el beso con ese extraño, el no era una mujer, como explicas que te enamoraste de un hombre cuando te necesitan, como líder y como humano. Louis apretó el manubrio y el acelerador para perderse entre las calles.

Cuando amanezca || Larry Stylinson [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora