Un fastidio de Mate, ¿ Yo ?

Capítulo 3.- Casemonos

3 años atrás

Amelía no tenía amigos ni familia, había algo en su interior que la obligaba a sentirse sin derecho a ser la amiga de alguien, la sensación de que la gente a su alrededor moriría si permanecía junto a ella no la dejaba en paz. Y no sabía cuando estos sentimientos habían nacido en su corazón ni por que no  desaparecían con el tiempo.

Justo el día de hoy le llego por primera vez un paquete, Amelía asumió que algún pariente lejano  comenzaba a sentir culpa por no haber ido a buscarla para cuidarla y quería aliviar el sentimiento dándole obsequios.

Pero cuando abrió la caja, se encontró con una libreta forrada de negro con las palabras "My Secrets", escritas en la portada con letra color plata.

Había también un sobre que Amelía abrió con prisa, deseaba saber que significaba la libreta y por que alguien se la enviaría a ella precisamente.

Dentro del sobre había una carta dirigida a ella, que leyó súper concentrada analizando cada palabra.

" Hola Amelía.

Mi nombre es Señor Lobo, y aunque no me conoces me gustaría hacerte un único obsequio antes de irme de la ciudad.    Es el diario de una vieja amiga;  juro que te morirás de la  risa y también lloraras, yo experimente muchas emociones que no creí tener al leerlo una y otra vez.     A ti podría pasarte lo mismo. "

Posdata: Dentro del diario esta una hoja que te pertenece y no sabias que perdiste, debes guardarla en tu almohada. Tendrás hermosos sueños si lo haces. "

Amelía guardo la carta en el sobre, saco la libreta de la caja y corrió por los pasillos hasta llegar a su habitación;  quería leer  el contenido de la libreta lo mas rápido posible sin saber exactamente por que.

Al abrir la puerta de su cuarto, sus ojos se abrieron como platos y su rostro se tiño de rojo por la furia que invadió todo su cuerpo al ver a una chica desempacando frente a ella.

Se suponía que ella tendría una habitación sin compañeras molestas hasta que llegara la hora de irse, no por nada fregó todos los pisos, lavo los platos de las tres comidas y limpio baños por tres meses sola.

-Oye este cuarto es solo para gente que se lo a ganado, así que largo - Grito Amelía.

La chica se giro y la miro con dulzura, Amelía trago en seco, la chica tenía moretones y rasguños por todo su rostro y en los brazos, probablemente los tenga en todo el cuerpo.

"Tal vez tenía un padre abusador o viene de las calles, quien sabe.
Dios soy un monstruo, la pobre ah de haber pasado por mucho y yo le grito apenas llega al basurero que sera su hogar por quien sabe cuanto tiempo".

Los pensamientos de Amelía fueron interrumpidos por la chica que de un segundo a otro se había lanzado sobre ella, abrazándola con fuerza.

-Me alegra haber hecho una amiga el primer día, gracias por recibirme tan alegremente - Dijo la chica mientras se separaba de Amelía.

- Me llamo Bicho Raro, y tu - La chica se presento.

-Amelía - Respondió.

-Que lindo nombre, oye el mio te parece ¿ gracioso? , es que mi madre quería que la gente pudiera reír al escucharlo - Dijo Bicho a Amelía.

- Entonces, ¿ me puedo soltar las carcajadas que eh querido contener por respeto? - Pregunto Amelía con una sonrisa.

- Solo si puedo reír como loca junto a ti nueva amiga - Le respondió Bicho.

-Entonces a reírnos como focas retrasadas hasta la hora de la cena nueva amiga - Dijo Amelía a Bicho con entusiasmo.

Ambas empezaron a carcajearse como si no hubiera un mañana.

Sustituir la risa con el llanto no es común pero es a mi parecer mas terapéutico reírse de lo que sea como si no hubiera un mañana a llorar sin limites hasta el amanecer.

Amelía y Bicho habían necesitado por mucho tiempo reírse como locas, sacar todo en unas cuantas carcajadas que resonaran por todo el lugar.

Actualidad

Amelía suspiro aliviada una vez que había conseguido meter al conejo de felpa en su bolso.

Ahora solo quedaba irse de la fiesta.

Pero cuando estaba por salir de la casa, Erika la interceptó, la arrastro hasta la sala y la reto a beber un tazón lleno vodka.

Amelía había mentido sobre ser una bebedora profesional por lo que no pudo negarse o la descubrirían. Así que con temor tomó el tazón y bebió todo de un solo trago mientras escuchaba a las personas gritar "Hasta el fondo".

Amelía gano el reto pero al costo de su sobriedad.

Vio a Josh desde lejos mirarla con morbo y caminar en su dirección con rapidez. Su instinto de supervivencia la obligo a correr como si estuviera en una carrera que no podía darse el lujo de perder.

Entonces impacto contra la espalda de una persona, molesta Amelía reacciono de la única manera que sabe hacerlo, groseramente.

- Oye idiota no vez que estoy huyendo de un  pervertido, date la vuelta y enfrenta mi ira como lo haría el pato Lucas - Dijo Amelía que no estaba muy consiente de lo que estaba diciendo.

-¿Lo siento? ..... Mmm yo creo que no eh.... - Balbuceaba el chico mientras se giraba.

Amelía lo miro detenidamente, era increíblemente apuesto, pero no fueron sus hermosos ojos color azul cielo o su precioso rostro o su abdomen de lavadero,   no señor, lo que capto por completo la atención de una Amelía muy alcoholizada fue el hecho de que el chico estuviese disfrazado de sexy hombre lobo.

- Casémonos - Dijo Amelía.

-Eh - Dijo el chico confundido.

- La diosa Luna lo ha decidido y no podemos contradecir sus deseos, así que casate conmigo mi sexy hombre lobo - Dijo Amelía mirándolo a los ojos tan fijamente como su estado actual le permitía.

- Creo que estas muy borra... - El chico fue interrumpido por el impacto de los labios de Amelía contra los suyos.

Pudo ser el mejor primer beso de ambos si no fuera por que Amelía vomito un par de segundos después, justo sobre los labios del chico.

- Llévame contigo amorcito - Dijo Amelía luego de separarse y antes  de desmayarse.

El pudo dejarla ahí, a la chica que  lo beso y vomito al mismo tiempo, pero lo habían educado para ser un caballero y tomando en cuenta que ella había dicho que huía de un pervertido la levanto del piso, la cargo como costal de papas y se la llevo de la fiesta.