Nosotros somos

Capitulo 1: Otoño

Los cuervos daban su cantar por las tardes, las hojas muertas se manifestaban por los suelos y los cantos de los canarios daban compañia al calido viento, la brisa jugaba entre las ramas de los arboles haciendo que estos bailacen; cerca de los caminos de las tierras de "Halwett", se encontraba el palacio "Yenavent", donde se iba a dar la gran celebración de la llegada del otoño, todo el reino y los pueblos vecinos se alistaban en decorar casa por casa, esquina por esquina; todas bordadas con cadenas doradas y tonos marrones, el color naranja era el anfitrión de dicha ceremonia, claro que cabe mencionar que es un color elegante y que obvio este brindaba alegría a los habitantes, en el aire se daba los aromas dulces de los postres  que daba la panadería en repartir la comida tipica de la venida del otoño, sobre todo el dulce aroma de la calabaza con dulce y leche recién cocida, todo el reino abundaba la alegría y tranquilidad, después desde hace miles de años que no se manifestaba un desacuerdo o guerra entre los reinos.

Pasaron las horas y la noche por fin cae en las tierras de Halwett, todo el reino era iluminado por las velas y por las luces decorativas que todos prepararon, la música celta abundaba en cada lugar, la gente iba de sus mejores galas, todos bordados de oro y cobre, unas tonalidades preciosas, llevaban uno que otro regalo para dejarlo ante el palacio, era una gran celebración donde se daba las gracias por un año más de paz y grandes cosechas, todo estaba en completa orden y eso lo podía ver la reina Carrier Soul, la reina de todo Halwett observaba las bellas luces que eran acompañadas con cantos manifestándose por todas las calles del reino; Un joven de cabello plateado se acerca a Carrier.

 - Es una bella noche, nunca creí ver a toda la gente tan feliz... recordando el año pasado - inhala y exhala un aire de nostalgia - me alegro que todo haya terminado.

La reina Carrier lo regresa a ver mostrando una ligera sonrisa - Me da gusto que pienses que las cosas estén en paz y a comparación lo que paso en el año pasado " todo esta en orden", por el momento disfruta esta velada, Oscar - Carrier se aparta del balcón y se cruza de brazos, por lo tanto Oscar porta una cara de extrañarse por el cambio repentino de su hermana.

- Me extraña que digas eso - se dirige hacia ella -

- Que no lo sea - Carrier toma asiento en uno de los sillones decorados como en la época victoriana - Sabes que día a día el reino recibe amenazas de los rebeldes, no es algo fácil de llevar cuando el deber de uno es mantener todo en orden, sobre todo en que la gente no se entere - regresa a ver hacia el balcón donde la luz de las decoraciones resplandecen, ella le entra una ligera pizca de angustia, arquea las cejas en señal de disgusto y baja la mirada acompañado de un profundo suspiro - Desde que nuestro padre partió no eh llevado las cosas tan fáciles, ahora lo entiendo cuando me aconsejaba.

- Carrier - Oscar pone su mano en el hombro de ella - Nuestro padre esta realmente orgulloso de ti, como reina haces un excelente trabajo y ni digamos en el papel como madre - ante esas palabras, Carrier regresa a ver a su hermano con unos ojos de sorpresa y los voltea en forma de fastidio dando una ligera media sonrisa -

- En lo ultimo no te creo, siento que cada día Madeleine me aborrece más, mi hija me odia - ella se agobia, se agacha llevando sus manos a la cara - A veces me desespera...

Oscar se queda en silencio y tuerce la boca - Bueno a comparación mía, al menos tu siempre estas presente para tu hija, claro si eso te llega a consolar, realmente tengo meses que no veo a Arsis y menos a mi esposa.

Carrier se queda en silencio y se levanta - Creo que por esta ocasión te daré la razón, a veces me siento culpable, ya sabes, ahora que mencionaste sobre tu matrimonio, yo ... - Carrier es interrumpida por el ruido de la prisa de un guardia - 

- Disculpe mi señora, recibimos informes que la princesa Madeleine se encuentra en el bosque del Awen - al escuchar el mensaje del guardia, Carrier frunce el ceño y su rostro de preocupación ahora se vuelve de un gran enojo -