Donde pertenezco (frostiron)

te gusta el helado?

Eran las diez y media cuando aún mi café no llegaba, la camarera me era familiar a pesar de no salir mucho a comer afuera, prefería estar en el apartamento en tranquilidad junto a mis recuerdos decorando las paredes, sin embargo bucky había contactado conmigo para encontrarnos en esta cafetería de Brooklyn, a lo lejos aprecio un rostro conocido, a pesar de estar escondido por una gorra y lentes oscuras, me senté en una mesa más cerca hasta que la otra persona se colocó enfrente mío, con una mirada sin ningún sentimiento o reconocimiento alguno, se quitó las gafas y pude ver esos ojos grises por los cuales tantos problemas había tenido.

- ¿Estás solo?

- Si, el resto de vengadores están en misiones lejos de aquí.

- ¿Y Stark?

- En la torre, pero seguramente ocupado en sus armaduras, ¿podemos ir a un sitio menos transitado?

Sin ninguna palabra se levantó y se fue, lo seguí hasta llegar a un apartamento en uno de los sitios más viejos de la ciudad, por un momento me sentí de nuevo en 1943 al ver lo poco que en ese barrio la estructura había cambiado. En el momento en que cerró la puerta, lo tome de los brazos y lo acerque a mí, sus brazos no se resistieron, era como en los viejos tiempos, escondidos de todos.

- Te extrañe tanto, pensé que estaba solo.

- Tranquilo, nada malo te volverá a pasar. No permitiré que te separen de mí... no de nuevo.

A lo largo de los meses la memoria de Bucky había vuelto a la normalidad, y con ella los recuerdos de nuestra relación.

El reloj marcaba las once de la noche, a mi lado mi mejor amigo, a pesar de los problemas en la época de antes pudimos continuar queriéndonos en lugares secretos o en mi casa, desde que lo había encontrado no permitiría que HIDRA lo volviera a manipular, hoy en día este tipo de amistad era más común sin embargo no podía dejarme ver con un enemigo del país; de mi bolso saque un pequeño oso disfrazado de mí y se lo deje al lado, despidiéndome con un beso en su frente deje en el aire un promesa de regreso.

Ya en las calles de nuevo Nick Fury me contacto, indicándome que volviera a la base pues Stark no había hecho ningún reporte desde hacía ya varios días y eso era algo peligroso por parte del millonario. A pesar de mi promesa con Bucky sabía que debía ir a arreglar la situación fuese cual fuese.

Loki:

Al despertar sentí un cuerpo debajo de mí, cuando abrí los ojos lo primero que vi fue la luz del reactor de Stark, mis manos estaban cogidas a su camisa, me separe de el al instante, ¿Qué demonios me había pasado?, lo deje en la cama y fui directo al baño. Aun sin magia me metí en la ducha esperando limpiarme del olor del humano, las gotas relajaron por completo mi cuerpo, sentado en la ducha, los pensamientos de nuevo invadieron mi mente, sintiéndome como si no fuera nada... vi como mis heridas ya casi no existían gracias a mi factor de jotun. Aun no sabía cómo o porque Stark permaneció conmigo toda la noche a pesar de ser su enemigo, me dio refugio y cuidado, aun no entendía a los midgardianos, lo único que sabía era que no tenía que olvidarme de huir de ese lugar, en cualquier momento mi hermano se daría cuenta de mi presencia en Midgard y me llevaría de nuevo, seguramente me desterraría en algún agujero de este vasto universo.

Cuando salí del baño con una toalla a mí alrededor vi que Stark ya no se encontraba en la habitación, seguramente humillado por haber cedido ante sus deseos más profundos.

- Emm... JARVIS?

- ¿Si señor?

- ¿Dónde está Stark?