-Ven enana... -me susurro él, estirándome la mano para que yo la tomara.
-¿por que susurras? -le pregunte tomándole la mano.
no me respondió solo continuó caminando, tomándome fuertemente de la mano, como si yo me fuera a desvanecer si me soltara.
pasamos por dejaba de una malla de alambres, y continuamos hasta que llegamos a una especie de bosque, mi miro y me sonrió nuevamente; yo dudaba de él pero ya estaba hay así que debía continuar.
-¡mira está haya enfrente! -me dijo en voz baja alegremente, apenas se podía contener (se notaba de aquí a Japón)
yo no había entendido aun, pero no falto mucho para que entendiera, a unos cuantos metros de donde estábamos había una especie de pozo, él apresuro el paso sin soltarme para que yo no me devolviera. Finalmente llegamos, estábamos en el pozo apoyando las manos en las orillas para ver si lográbamos ver el fondo. Sonrisa de hojalata se saco del bolsillo dos monedas que tintinearon en sus manos, yo lo miré fijamente a los ojos y me dio una (no sabía que clase de moneda era esa) era dorada con un trébol.
-lánzala enana -me indico.
yo así lo hice, para ver como él lanzaba luego la suya, yo miré de nuevo en interior del pozo y al brillante de mi mejor amigo se le ocurrió y que asustarme ¡pues sí me asusto! fue tal el susto que torpemente caí dentro del pozo.
NOTA: gracias sonrisa de hojalata por intentar si quiera salvarme ¡ah no lo olvide! me lanzaste una linterna que cayó sobre mi cabeza y me noqueó hasta que desperté en el hospital ¡G-R-A-C-I-A-S!
