Andrew reía a carcajadas mientras me veía sufrir por que bien sabía que yo odiaba las agujas y la doctora me tenía que tomar las vías, una vez arreglo todo fue a colocar la pequeña mariposa en la parte interna de mi muñeca y al sentir el pinchazo moví y la aguja se doblo dentro de mi vena ¡OH, DIOS! ¡ME IBA A DAR UN INFARTO! y Andrew solo se reía como un psicópata sin para.
Finalmente lograron tomarme las vías y yo me recosté, Andrew que me miraba con malicia y burla, hurgaba mi bolso y haciéndose el sorprendido por cada cosa gafa que veía; la doctora salió de la habitación dejándome sola con Andrew.
-enana como es que sigues viva? -me pregunto burlón.
-GRACIAS A TI NO ES!! -le dije en voz alta, algo alterada.
-hey enana, relájate...
el soltó los bolsos sobre una silla y camino hasta la camilla, se subió a ella sin ningún problema y debido a que la camilla era tan pequeña él se acomodo lo más que pudo y entrelazo los dedos de sus manos con las mías. Me miro como tentado a decirme algo pero se contuvo y en su lugar sonrió, mostrando sus aparatos con ligas verdes y el estúpido Piercing
-enana... sabes que no podrías vivir sin mi?!
-no le veo lo gracioso... viviría una vida más económica sin ti.
en eso entran mi mamá y mi papá por la puerta, como siempre no tan angustiados, por que saben que no importa cuantas veces Andrew me medio matara, siempre lograba revivir me.
-buenas tardes, señora Josefina, buenas tardes señor Luis... -dijo Andrew sin bajarse de la camilla.
-buenas tardes mi niño -le dijo mi mamá, que de nuevo me miraba con esa cara de <me estas volviendo pobre>
-bendición mamá, bendición papá -les dije alegremente.
en eso entra la enfermera que no me había visto.
-DIOS SANTO!! -exclamó -niña, pero tienes la cara, los brazos y las piernas todos moreteados... -yo le sonreí.
NOTA: gracias mejor amigo... por hacer que use mi seguro de vida que nadie más, además de que ya no veo sin mis lentes que se rompieron ¡MUCHICÍMAS GRACIAS!