Los 4 Elementos

Capitulo 2: El Comienzo

Después de días pensando en mi hermano me di cuenta de una cosa, me observaba demasiado, como si supiese que le vi aquel día, igualmente tenia que seguir, no estar enganchado en eso...
De pronto un mensaje de Isa me sacó de mis pensamientos.
Me preguntaba si me apetecía ir a explorar por fuera de la ciudad, acepte enseguida, necesitaba algo de aventura y diversión con ella.
Cogí mi mochila del instituto, la vacíe y dejé todo encima de la cama, fui a la cocina, metí comida y agua para todo lo que quedaba de día, y por si acaso, pillé una linterna por si se hacia de noche, aunque lo dudaba mucho ya que estábamos en verano y el día terminaba a eso de las diez.
Isa y yo nos lo estábamos pasando muy bien por un bosque que encontramos, estaba algo lejos, pero se sentía bien, íbamos corriendo y saltando hacia todos lados, decidimos para a descansar y tomar algo, después de una larga comilona, escuchamos que algo se movía por los arbustos, pensamos que era el viento, hasta que se escuchó más veces y mucho más cerca, parecían ser dos animales grandes que venían decididos a por nosotros, estábamos asustados, no sabíamos que hacer, no podíamos correr casi porqué habíamos comido mucho.
El sonido se detuvo justo en los arbustos de en frente, tonto de mí, me acerqué para ver que era, Isa me lo impedía, pero algo me decía que me acercase, le aparté con cuidado de delante mio para alargar el brazo, cuando lo alargué un lobo se lanzó encima mio, yo estaba confundido, asustado y asombrado, ya que ese lobo era de puro fuego con la otra mitad negra, y lo más curioso es que no me quemaba. A Isa se le abalanzó algo casi invisible, pero se apreciaba que era un águila, no nos hacían nada, fui a acariciarle por detrás de la oreja al lobo, y se dejó, parecía que ambos animales nos aceptaban, me levanté del suelo y me limpié la suciedad.

-¿Por qué son así? ¿Y por qué son tan calmados hacia nosotros?-preguntaba Isa desorientada.

-No lo se, pero deberíamos ponerles nombres, cambiemos a ver si reaccionan igual.

Dicho esto, yo me fui a ver al águila, no le podía tocar, miré a Isa, no quería tocarle.

-No puedo tocarle, si tu no puedes tocar a mi águila, me quemaré si toco a tu lobo.

Cambiamos de animal de nuevo.

-¿Y si les ponemos nombre?-dije curioso sentado en un tronco con el lobo tumbado a mi lado.
-De acuerdo.

Después de un largo tiempo pensando diferente nombres decidimos por Saunders para mi lobo y Halles para el águila.

Ya cuando íbamos a irnos y estábamos despidiéndonos de aquellos dos animales, ellos se lanzaron encima de nosotros y entraron dentro nuestro de un salto, cuando nos vimos Isa y yo, teníamos los ojos de otro color, yo rojo, ella blanco, como... Como el blanco, iba a decir como el viento, pero no tiene color, aunque el águila era de viento, podría decirse que seria de ese elemento.

Al día siguiente de eso decidimos hablar lo:

- Y bueno, algo que decir después de todo lo ocurrido ayer en el bosque?- dijo Isa con los brazos cruzados y una leve mirada de preocupación.

- ¿Qué quieres que diga? ¡Estoy igual de confuso que tu y me pasaron más cosas!

- Vale vale, no te alteres tan rápido, si fueses más pequeño te diría chihuahua.

- Bueno -suspiré- esta claro que ninguno sabe sobre esos ''fantasmas'' o lo que sea, son adorables y buenos con nosotros pero no tengo ni idea, me sentí muy raro cuando entraron dentro de nosotros...

- No eres el único aunque al contrario que tú, yo sí me puse a investigar en la biblioteca del barrio, vi todo o casi todo lo que había, no encontré nada hasta que topé con un libro de bolsillo, en él se encontraban distinta información que nos serviría de ayuda, ponía que...-se calló de repente-

-Al principio pensaba que era porque había alguien detrás mío como en toda serie, me giré y comprobé que estaba equivocado- ¿¡Y bien, qué encontraste!?- dije con ansias y algo preocupado por el suspense que le ponía, después de mis acciones sabía que era para pincharme, pero desgraciadamente lo conseguía al instante.

-Pues a ver, cuenta sobre unos espectros que adoptan la forma que quieren, sólo una, así que deben elegir bien, en el pasado se les llamaba Stöicheio Daityâ (demonio del elemento), viene de una lengua estudiada por muy pocas personas llamada Mŏstąrʏps, se decía que lo hablaban los demonios y pocos seres vivos normales y corrientes, aunque era dudoso, por eso se iban a vivir lejos de los pueblos y ciudades importantes, nacían con ese lenguaje ya grabado en la mente, los Stöicheio Daityâ eran sus mascotas, en la actualidad pueden haber demonios del elemento sin amo y buscan a la persona indicada para soportar su gran poder ya que al adentrarse en el cuerpo del susodicho, reciben una gran carga de energía inagotable, aunque son mas tiquismiquis de lo que parecen, solo van a por las personas cuyo poder aun no despertó y ni ellos saben, los poderes salen ordenados aquí -sacó el libro y empezó a buscar, ya encontrado lo que quería, me enseñó la pagina-

Los elementos que pueden tomar los Stöicheio Daityâ y el color de los ojos que se queda son los siguientes:

6. Tierra: color marrón, duro y seguro.

5.  Aire: blanco, puro y sigiloso.

4. Agua: azul, inteligente y sabio.

Poco frecuente:

2. Fuego: rojo, insistente y destructivo

Muy poco frecuente:

1. Oscuridad: negro, demoníaco, malvado.

En el final de la página ponía: la oscuridad dependiendo del enfado que tenga aquella persona puede tener doble personalidad o no.

Me asustaba un poco porque Saunders era mitad negro, pero no me aparecieron los ojos negros, solo rojos.

-Entonces... Se puede decir que tarde o temprano íbamos a tener poderes? -dije atónito-

- Si, eso parece, pero es injusto -dijo Isa cerrando fuerte los ojos- ¡tu eres mucho mas fuerte que yo según el dichoso libro!

Me empecé a reír con lo que había dicho.

Holooooooo, espero que les guste, por favor, si vieron algún error, simplemente digan lo, o pueden también dejar su opinión, ya sea buena o mala.

Como ya dije, este libro (si se sigue) va a tardar mucho en terminarse por mi poco tiempo xdxdxd por lo menos me dejan escribir en clase.

Att: Vincent