Una Noche Juntos

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—Parece que nos toco juntos ¿no Nath?

Nathaniel y yo nos estamos dirigiendo al búngalo que nos tocó con nuestras cosas mientras lo único que iluminaba nuestro camino era la tenue luz que desprendía la gran y blanca luna que con dificultad se lograba ver a través de las nubes, una de las cosas que se notaba era el frondoso bosque que se encontraba como a 30 metros de los búngalos que la única razón por la que se podía saber que estaba ahí era por el sonido de las ojas al ser tenuemente arruyadas por la pequeña brisa de la noche que iba aumentando poco a poco pero así imperceptible al mismo tiempo.

—Sí, eso parece —dijo mirando a él cielo completamente nublado miéntras se le notaba la voz un poco cansada -tal vez, llueva un poco esta noche.

—Sí tal vez, pero espero que no, no quisiera que las actividades que tenemos programadas para mañana se arruinen o se dificulten por eso.

—Sí sería una pena.

—Ya llegamos.

El búngalo que nos tocó era ligeramente más pequeño que los demás, tal vez por eso solo podían estar dos personas.

—Bueno a entrar —saque la llave que nos dieron para poder entrar después de que nos dijeron que personas iban a ir en cada búngalo.

—Guau es muy bonito —dijo Nath como un niño, hasta parecía que le brillaban los ojos.

—Sí, es muy bonito por dentro —el búngalo al inicio tenía como una pequeña sala de estar, todo con un tono rústico, con un mueble color marrón grande para tres personas, una pequeña mesa frente a esta y un televisor con un reproductor de DVD con un grupo de películas a un lado de esta.

—Quiero ver el cuarto —dijo para ir corriendo muy emociona a el cuarto que aparentemente encontró.

Seguí a la última puerta que quedaba por abrir que se encontraba un poco más allá de la puerta en la que Nathaniel ingresó, me encontré un baño de color azul suave con un espejo sobre el lavado, el retrete que tenía un par de velas aromáticas sobre éste y una ducha muy espaciosa , no se veía para nada mal, al contrario podría decir que era más de lo que me esperaba.

De ahí fui al cuarto donde entró Nath, para ver donde íbamos a dormir.
la habitación era mediana, habían dos camas con una mesita de noche de color caoba con dos cajones y una ventana encima con una cortina de color verde, más sercani a la entrada se encontraba un ropero de tamaño mediano que al parecer estaba adentro de la pared con varios cajones que hacía juego con la mesita de noche.

—Adrien podrías apagar la luz por favor.

Dijo el pelirrojo con voz ligeramente cansada.

—Nath primero debes de cambiarte antes de dormir —apenas entré el ya se había metido en la cama de la derecha y ya se encontraba listo para dormir sin siquiera haberce cambiado y me estaba pidiendo que apagara la luz para que pueda dormir.

—Que flojera, estoy cansado mejor me duermo así nada más —dijo perezosamente.

-Sí lo haces arrugaras tu ropa, cambiate primero.

—¡ño! —dijo como si fuera un niño pequeño y se tapo con la frazada completamente-

—Bamos Nath, si no lo haces no te dejaré jugar con la Switch —dije de ma era un poco juguetona

—No te atreverías —dijo mientras se destapava la cabeza para verme mientras inflaba los cachetes que le daba una apariencia más infantil.

—Cambiate.

—Está bien, está bien... eso es jugar sucio –se destapó completamente y comenzó a sacar la ropa con la que iba a dormir de su maleta que había dejado en la mesita de noche mientras se notaba en su cara aún los cachetes un poco inflados como un poco enojado con migo por obligarlo.

Cosas del Destino(adrienath)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora