CAPÍTULO 3

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Esos pensamientos en mi cabeza una y otra vez, no paran. Estoy tratando de atar cabos para lograr saber quien es mi ADMINISTRADOR SECRETO.

-Buenos días hermosa - dijo con una voz dulce. ¿Cómo se atrevía a hablarme así después de lo que me hizo ayer?. Por un momento pensé que lo único que quería era estar bien conmigo.

-¡Dejame ir! Te lo suplico - dije con la voz entre cortada.

-No no no, tú te quedas conmigo. Me perteneces y serás mía - no podía creer lo que estaba diciendo.

-Yo no le pertenezco a nadie - le dije enojada y gritando.

-¡Ahora tienes dueño Camila! - dijo alterado.

En ese momento hubiera querido estar con Sebastián o no haber desviado mi camino y estar en la cafetería con Emma.

De nuevo su voz se hizo presente, esa maldita voz - Camila voy a salir a comprar algunas cosas antes de que nos vallamos a nuestra casa - se despidió de mí con un beso en la mejilla.

Tengo que lograr salir de aquí, no puedo estar ni un día más con este maldito. Me intento quitar la venda que tenía en los ojos, no pierdo tiempo y empiezo a buscar algo que me sirva para quitarme lo soga.
Por lo visto estaba en el sótano, encontré una navaja que estaba debajo de una mesa. Me arrastró y la logro tomar, me quitó la soga.

Me encuentro de pie, corro sin importar, subo las escaleras. Pero la puerta estaba cerrada, encontré una cierra y logro romperla.

Se escucha la puerta la puerta principal. Corro para esconderme, se percató de lo que había hecho. No lo pensé y cuando estaba cerca de las escaleras del sótano lo empujó, cae tan fuerte que se golpea la cabeza. Pero se logra levantar.

¿Qué? No puede ser, él no pudo hacer todo esto, a penas me mude y no lo conocía lo suficiente como para que me hiciera esto. Era tan guapo que podía tener a cualquier chica que quisiera.
¿Porqué yo? Mi mente se nubla, pero logro reaccionar ya que ÉL estaba subiendo las escaleras.

Corro lo más rápido que puedo, abro la puerta principal y voy inmediatamente a la casa de Emma. Me sabía exactamente la dirección de Emma ya que en nuestra conversación habíamos mencionado en donde vivía cada una.

Mire hacia atrás y no había nadie, era raro pensaba que me estaría siguiendo. Pero me tranquilizaba, por fin logré llegar a la casa de Emma.

Me abrió ella y lo único que hice fue abrazarla. No dude en contarle todo lo que había pasado, ella me dijo que Sebastián me estaba buscando como loco y que habían ido a la delegación. No puede responder lo que me había dicho, estaba tan alterada que no me salían las palabras.

-Camila tenemos que ir a la delegación y denunciarlo - lo dijo tan enojada, que sinceramente yo no conocía esa faceta. A parte de que la conocía por pocos días, asentí con la cabeza.

-Me puedo quedar en tú casa, no quiero llegar a la mía. Además mi mamá llega hasta mañana en la noche y no quiero estar sola - dije con voz entre cortada.

-Claro no tienes que pedírmelo, le diré a mi mamá que te acondicioné una cama en mi habitación para que no estés sola - lo dijo mientras se dirigía a la cocina.

-¡Gracias! - lo dije en voz baja mientras se alejaba.
La madre de Emma nos preparó algo rico de cenar y me fui a descansar.
Casi no pude dormir, me repugnaba que mi ADMINISTRADOR SECRETO allá sido tan maldito para hacerme eso. Por fin logré conciliar el sueño.

Ya había amanecido, me levanté Emma me había prestado ropa para cambiarme e ir a la escuela y saliendo pasar a la delegación para levantar la denuncia.

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