TU ADMIRADOR SECRETO.

CAPÍTULO 5

Pasaron unos minutos hasta que por fin regreso el oficial.

-Ahora si Camila, ya me puedes decir el nombre de tu agresor - dijo mientras me observaba.

-Claro, se llama Carlos - dije agachando la cabeza.

-¿De dónde conoces a "Carlos"? - dijo mientras me miraba como si estuviese mintiendo. No ganaba nada mintiendo, era obvio que mi vecino me vigilaba y no estaría contento hasta conseguir lo que me había dicho.

Respondí a la pregunta del oficial, le platiqué que habíamos llegado a esta ciudad a penas esta semana y que Carlos nos había dado la bienvenida a mi y a mis padres.

Él se quedó pensativo y procesando todo lo que le había dicho y después de unos minutos aclaró su garganta y me dijo - No puede ser cierto, Carlos hace una semana que ya no vive en esa casa, así que es imposible que el sea tu agresor.

¿Qué? No puede ser lo que mis oídos estaban escuchando. No estaba mintiendo, él me había secuestrado.
Me puse como loca y le dije que eso no podía ser. El oficial Ben salió por unos minutos dejándome sola, cuando escucho una voz proveniente de las bocinas que allí había.

Camila, no escaparás tan fácil de mi, tú vas a ser MÍA por las buenas o por las malas y seremos felices juntos - esa voz era repugnante para mis oídos, no aguantaba más y rompí en llanto.

Entro Sebastián.
-¿Qué pasó? - dijo mientras me abrazaba y depositaba un beso en mi mejilla.

-Me va a matar - dije acurrucandome  en su pecho.

-No te va a pasar nada mientras yo esté contigo Cami - me sentía tan protegida, pero eso no significaba que ese maldito se abstenga de hacerme algo y no va a descansar hasta conseguirlo.

El oficial Ben nunca regreso, se me hizo demasiado extraño, pero no me importó y le pedí a la mamá de Emma que si me podía llevar mi a casa.

-Espero que no sea una molestia señora, la verdad quiero descansar. Además mi madre ya no tarda en regresar - faltaban un par de horas para que llegará mi madre. No me parecía grata la idea de quedarme sola pero no seria por mucho tiempo.

-Yo te haré compañía mientras llega - dijo Sebastián interviniendo.

-No es mala idea - dijo Emma con una sonrisa. Por un momento pense que podía aprovechar el momento para decirle a Sebastián lo que sentía por él...

-Llegamos a mi casa, me despedí de Emma y de su madre. Abrí la puerta de mi casa, Sebastián estaba atrás de mí. Me dijo que me quedará un momento allí en lo que daba un vistazo, para que no hubiera algo de que sorprendernos

-No hay nada de que preocuparnos - dijo con una sonrisa pícara. Yo solo camine a donde estaba él y lo abrace.
En realidad no se porque lo había hecho, solo fue un impulso. Aunque debo admitir que eso me fascinó demasiado.

-¿Y eso? - dijo mientras correspondía mi abrazo y lo profundizó.

-Es una manera de agradecerte por no dejarme sola en ningún momento - de alguna u otra forma le tenia que agradecer todo lo que habia hecho por mí.

-No tienes que agradecerme nada, todo lo hice porque te quiero. Ya se que llevamos muy poco tiempo conociéndonos pero quisiera tener algo mas que una simple amistad - dijo mientras tomaba mi barbilla.

Se iba acercando lentamente hasta que nuestros labios estaban demasiado juntos... Le respondí con un beso, no sabía lo que hacía pero me gustaba. Al poco tiempo se intensificó.

Al punto que mis piernas quedaron en su cintura sin parar de besarnos. Me gustaba lo que estaba pasando. Lo deseaba tanto, pero no podía seguir.

Escucho que alguien habré la puerta de un golpe. Sebastián y yo nos separamos, se nos hizo extraño ya que habíamos cerrado todo con llave. Miramos hacia todos los lados, vimos a alguien acercarse a nosotros.

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