Tobi. { Obikaka }

Día de reyes.

-¡¡Es hoy!! ¡¡¡Despierta bakakashi!!! - gritó un azabache rebozando de felicidad mientras zarandeaba como un desquiciado a su pareja, que se esforzaba por permanecer con pose de dormido sin descalabrarse.

-Obito, son las tres de la mañana, déjame dormir y cállate.- irritado y con un tono de voz potencialmente asesino, el Hatake se tapo con las sabanas hasta la cabeza, en un desesperado intento de poder volver a su sueño y bufando al ser levantado en brazos.- ¡Quiero dormir, maldición!

-¡¡NO!! Si te duermes ahora no tendrás ganas después y tenemos que acostarnos temprano, ¡¡Temprano bakakashi!! ¡¡HOY VIENEN LOS REYES MAGOS!!

Gritó de nuevo, apuntando con el indice el calendario que marcaba 5 de enero, sin ninguna consideración por los tímpanos del resto de los habitantes de la manzana. 

-Yo siempre me duermo temprano, tu eres el sexoso que no me deja descansar hasta tarde.- dijo como si nada, después de todo, el no creía en eso. 

-¿Dormir? Yo dije acostarnos, ¿Quién hablo de dormir?...¡Ay! ¡Mi sexi nariz! -chilló, sintiendo con dolor como su peliplata le apretaba con fuerza el lugar mencionado.

-Eres un imbécil Obito.- murmuró sonrojado, soltándole para cruzarse de brazos aun siendo cargado por el Uchiha, el ceño con una leve frunción.

-Oh vamos, solo bromeaba, sabes que nunca nos acostamos. Nosotros hacemos el amor.- sonrió al percibir como el otro encarnaba una de sus blancas cejas, besandole de manera coqueta a pesar del enojo. Se había salvado o, por lo menos, podría vivir un poco más.- Esa no te la esperabas, eh bakakashi.

-No tientes tu suerte.- advirtió sin poder ocultar una sonrisa de medio lado. Maldito sea el encanto de su atarantado prometido.- Siempre sabes que decir.

-Lo se, es como un don. 

El albino rodó los ojos con diversión, acomodando su rostro contra el amplio pecho del mas alto para poder cerrar con ternura sus parpados, disfrutando del sonido palpitante de su corazón hasta que un grito del demonio lo hizo erizarse cual gato. 

-¡¡¡QUE NO TE DUERMAS!!!

-¡¡¡OBITO!!!

...

Eran aproximadamente las nueve de la noche. Obito Uchiha se sentía un gran master después de haber esquivado todos los objetos que su alma gemela le arrojo a la cara con todo el amor y odio del mundo, dejándolo exhausto. Ahora, varias horas después, ambos se abrazaban en el sillón principal mientras comían tazones jumbo de palomitas y chucherías como recompensa de soportarse diariamente. Si, eran una gran pareja.

-Ya casi es hora,estoy ansioso.- daba suaves apretones al chico en sus brazos el azabache, mirando ansioso el reloj que no dejaba de moverse.

-Si bobito, ya casi.- respondió el enmascarado, bajándose la tela para llevar una palomita a sus labios y sonriendo al ver como el mismo Uchiha remplazaba su antojo con sus labios. Kakashi correspondió el beso por obvias razones. 

-Sera mejor que vayamos de una vez a dormir si quieres tener regalos para abrir mañana.- explico con monotonía, deteniendo el contacto labial que empezaba a tornarse dulce y peligroso.

-¿Eh? Pense que no te gustaba creer en esas cosas...- musitó con genuina sorpresa el ojinegro, mirándole intrigado cuando se levanto y camino a su cuarto.

-No, no me gusta, pero a ti te agrada así que...- desvió un poco la mirada para no embobarse con la enorme y encantadora sonrisa que cruzo por el rostro del contrario, lanzandole uno de los cojines para correr escaleras arriba hacia la recamara que compartían. Con Obito practicaba mucho su puntería ahora que lo pensaba.