►Ocho.◄

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Esto es más que nada una mezcla entre teoría y headcanon.
Héctor murió mucho más rápido que Imelda, como ya sabemos. Pero.
¿Alguno había intentado buscar al otro?
No sé. Al llegar, Héctor no conocía a nadie. Y me pregunto si Imelda pasó por lo mismo.
Y esto me hace pensar: Héctor con el tiempo se hizo amigo de aquellos que pronto serían olvidados, aquellos que NO tenía familia. Y también ganó fama por su forma de morir. Él se ve como el que es amigo de todos, el que te lo encuentras por todos lados y todo mundo lo conoce. Pero no por la forma en la que quisiera. Y al final, sigue solo.

En cambio, Imelda. Ella se ve como la matriarca que es, llena de autoridad. Ella tiene a quien organizar y a quienes le den el apoyo, y atiendan sus indicaciones.
Ella siempre estuvo rodeada de parientes (al menos en el mundo de los muertos).
Mientras que Héctor tiene varios huesos rotos, desgastados, tiene que estafar para vivir, y un miserable lugar donde duerme; Imelda tuvo a su familia, el apoyo de ésta misma, atención y respeto.

«No estaban en el mismo mundo, después de todo.»

Tampoco ninguno de los dos sabía que el otro estaba muerto.
Imelda había oído hablar sobre "El que se atragantó con un chorizo y murió" pero no sospechaba nada. Hasta que escuchó que el nombre de ese desafortunado era Héctor.
Tuvo un repentino sentimiento en el pecho, llegándole como flecha.
No, no podía ser ése Héctor.

Y de todos modos, no deseaba verlo. No después de lo que hizo.

Aunque... en el fondo quería una explicación. ¿Había hecho algo mal como para que su marido prefiriera la música en lugar de ella?

Héctor intentó buscarla, llegando al punto en que tenía un largo historial de las veces que intentó esculcar en los documentos de los recién llegados, con la esperanza de encontrar el nombre "Imelda Rivera" por algún lado.

Pero fue inútil.

También intentó cruzar el puente de cempasúchil para ver a su hija, y saber si el amor de su vida seguía en pie.

Pero fue inútil.

Él intentó, intentó e intentó. Caída tras caída en los pétalos de la amarilla flor, y siguió siendo inútil.

Con Imelda sin querer verle la cara a Héctor, y con Héctor viviendo en los horribles y marginados barrios del Mundo de Los Muertos. Nunca lograron verse.

Hasta ese día.

Tal vez la ocasión en la que se encontraron a causa de Miguel fue la primera. Tal vez, y sólo tal vez; deseaban abrazarse con todas las fuerzas que sus esqueléticos cuerpos les permitían. Y no soltarse nunca más, llorar y desahogar todos esos años viviendo viviendo sin respuestas.








No lo sé, piénselo. (?)

(Debo hacer un fanart de esto, uff.)

¡COCO HEADCANONS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora