Música a un volumen que te dejaria sordo, alcohol y el aroma de cigarrillos en el ambiente; claramente este era el ambiente de una fiesta universitaria que iba a la perfección.
Y él, bueno, solo estaba en una silla fingiendo revisar un mensaje en su teléfono, hace un rato y no se encontraba a sus amigos y no se iba a aventurar a buscarlos.
A pesar de conocer a buena parte de la gente ahí, para ese punto nadie la hacia caso, y para alguien con un autoestima como la suya eso le recaía de mala manera, no podía aceptar que en un lugar lleno de gente el no sea más que una mancha.
De manera inesperada cayó, literalmente, un extraño chico, el cual no pudo ver bien, pero algo de lo que estaba seguro era que no lo había notado para nada.
Fue como si se lo hubieran arrojado a propósito ya que chocó con él de forma muy repentina y lanzando carcajadas como un demente.
Se fijo de que por la caída le había arrebatado el aliento, en el mal sentido, además de accidentalmente romperle la nariz con su codo.
Le volteo a ver y trato de ayudarle extendiéndole la mano; él no le miro directamente y mantuvo los ojos cerrados solo limitamdose a su voz, que a ese punto solo le sonaba a susurro gracias a la musica; por lo que no veía que quien le lastimo buscaba a toda costa llevarlo a algún lugar para arreglar su pequeño error.
Abrió de a poco los ojos y lo primero que vio fue un hilo de sangre que se extendía desde su nariz hasta la palma de su mano.
Aquel desconocido le acercó algo de papel higiénico y el busco como usarlo, generalmente el no tenia esta clase de problemas.
Al ver esto el otro se le acercó para ayudarle y lo primero que notar con claridad fueron sus ojos, eran de un hermoso tono carmesí, estos decoraban su rostro que al contrario de lo que creía no era de los presuntuosos jóvenes que estaban en su escuela; más bien, se trataba de alguien nuevo con piel clara y miles de heridas en su mejilla las cuales cubría con vendas de colores pastel.
Se alejo y le pudo observar de mejor manera, su cabello era de un castaño acaramelado y este estaba peinado en forma de picos. Además de que llevaba una sudadera blanca con amarillo con estrellas y planetas que igual eran de tonos pastel, sus pantalones eran negros y estaban rasgados en la zona de las rodillas.
No pudo evitar que al verlo sus ojos azul cielo brillaran y un tono rojizo se pusiera en su rostro.
-¿Te encuentras bien?- Ni siquiera había notado cuando se lo dijo, su voz a diferencia de su apariencia era grave y contaba con un sutil acento. Él respondió asintiendo.
-¿Hay algún espejo?- Fue lo único que le pudo salir de la boca; se maldijo internamente por eso, odiaba su voz y no quiso que alguien como él la escuchara, puede que tampoco le agrade y se vaya a burlar de él.
-Hay uno al lado tuyo- Tampoco había notado que a donde el hasta entonces desconocido lo había llevado al baño; volteo su vista hacia aquel cristal y solo vio a un chico de cabello pelirrojo, piel manchada por pecas y una simplona sudadera morada y pantalones azules, además de que ahora tenía una mancha de sangre seca en su mejilla. ¿Por qué tuvo tan mala suerte de estar al lado de alguien tan... Lindo?
Se acerco al lavamanos y trato de quitar la sangre de su cara para verse un poco más presentable.
Volteó a verle por el rabillo del ojo y vio como se reflejaba en el cristal, notando que le miraba algo impaciente, sintió un puñetazo en el estómago al creer que le comenzaba a incomodar a aquel sujeto.
Vio como la mancha de su reflejo se levantaba y pensó lo que sea para retenerle allí, no quería que se fuera pensando que era alguien raro o un estorbo, tenía miles de adjetivos en mente que él podría usar para describirse en aquel momento y ninguno era bueno.
Sintió escalofríos recorrerle cuando su mano se había posado en su hombro. Le miro con un rojo bastante notorio en el rostro, viendo que este le ponía una venda similar a la que él tenia.
Sentía que se le aceleraba el corazón, en respuesta solo soltó una ligera sonrisa nerviosa.
-Lo siento por lo del golpe- Le menciono- Pero si te hace sentir mejor, puedo llevarte a tu casa; claro, solo si quieres- Terminó con aquello sonriendole de igual manera.
•••
Y antes de que se diera cuenta iba junto a aquel chico por la acera de aquel vecindario, era de noche y estaba bastante seguro de que aceptó ir con este no solo para tener una oportunidad de hablarle más de la casual charla de antes, sino que tampoco quería ser apuñalado y era mejor no ir por su cuenta.
Apenas iban saliendo y el joven de ojos escarlata iba como realmente calmado balanceándose por la acera, mientras que él iba temeroso de cualquier ruido, la iluminación no ayudaba a que se sintiera mejor, más bien, transformaban el lugar en una potencial escena de una película de terror.
-¿Ocurre algo?, Vas muy lento- El de cabello castaño se detuvo en seco y le miro directo.
-Creí que tendrías un auto o algo así- Respondió tratando de mantener la compostura en su voz, pero no podría ocultar que hace solo un instante se encontraba temblado de susto.
El contrario soltó una carcajada hasta casi perder la compostura, no podía negar que su sonrisa era casi tan hermosa como inquietante- ¿Qué acaso nunca pasaste por aquí a pie?- Dijo recuperando el aliento y dando grandes bocanadas de aire. Este fruncio el ceño y le asintió con algo de pena.
El más bajo le tomo del brazo y lo acerco hacia este, sorprendiendo al pelirrojo- Como sea, si quieres te llevo así- Lo dijo de forma satírica, pero él no se negó, más bien, miraba a los lados y se mordía el labio la tener a aquel chico tan cerca.
•••
Le reconfortó el ver de nuevo la puerta de su departamento, pero no fue lo mismo el pensar que aquel desconocido tuviera que irse, eso le hacia pensar que este solo le había ayudado por lástima.
Estaba dispuesto a aquella idea, incluso el joven de ojos carmesí iba a mover la boca para despedirse, pero suerte él fue más rápido para hablar.
-A todo esto; ¿Cómo te llamas?- Lo preguntó y al instante el más bajo le miro algo confundido.
-Tord- Le respondió de manera peculiar, ya que en lugar de ser él quien estaba más seguro de si mismo, ahora había mencionado su nombre de la misma manera en la que él le hablo por primera vez-¿Y el tuyo?
-Matt- Le dijo tratando de dar la que quizá seria la última vista de su rostro, más este al contacto miro al piso- ¿Crees que te pueda volver a ver?- Cuando preguntó esto el contrario le observo con cierto brillo en los ojos, luego de esto el le sonrió de manera tímida.
N/A: nuevo fanfic :D
La sudadera de Tord la vi en tumblr y no me resistí en ponerla en algo
esta bien beia <4-1
Si odian los capítulos largos me van a odiar de por vida :v
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Bloodlust | MattTord
Fanfiction¿Por qué tuvo tan mala suerte de estar al lado de alguien tan... Lindo?