CAPITULO 18

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Los tacones altos estaban empezando a molestarme, así que me los quite cuando entré, andando descalza por el hotel. No había estado nunca en la habitación de Mason, pero recordé que el había mencionado el número, y la encontré.

Shane, el compañero de habitación de Mason, abrió la puerta algunos segundos después de que llamase. - Hola Rose.

Me dejó entrar y entré mirando alrededor, por la televisión estaban dando anuncios-una de las desventajas de la vida nocturna es que no hay buenos programas a estas horas- y latas de refrescos vacías cubrían casi toda la habitación. Pero no había señales de Mason.

-¿Dónde está?, Le pregunté.

Shane reprimió un bostezo. -Pensé que estaba contigo.

-No le he visto en todo el día.

Él bostezó una vez más, entonces se puso a pensar y dijo, - Antes estaba colocando algunas cosas en una maleta. Pensé que vosotros dos ibais a huir en una escapada romántica, un picnic o algo así. Oye bonito vestido.

-Gracias, - murmuré, sintiendo que también estaba apunto de bostezar.

Preparando una maleta? Eso no tenía sentido, no había a donde ir, ni tampoco forma de irse. El hotel estaba siendo vigilado fuertemente por los guardianes de la Academia. Lissa y yo sólo habíamos conseguido salir de la Academia usando la coacción, y aún así había sido complicado. Sin embargo, ¿por qué diablos Mason haría una maleta si no se podía ir?

Le hice a Shane un par de preguntas más y decidí hacer un seguimiento de las posibilidades, aunque fuese una locura. Encontré al guardián responsable de la seguridad y de los horarios. Me dio los nombres de aquellos que estaban de servicio en las salidas del hotel cuando Mason había sido visto por última vez. La mayoría de los nombres los conocía y casi todos estaban fuera de servicio ahora, lo que hacia mas fácil encontrarlos.

Lamentablemente, los dos primeros no habían visto a Mason hoy. Sin embargo, cuando me preguntaron porque quería saberlo, les dí una respuesta vaga y salí corriendo. El tercero de mi lista era un tipo llamado Alan, un guardián que normalmente custodiaba la parte mas baja de la Academia. Estaba entrando después de esquiar, llevando su equipo. Me reco noció y me sonrió cuando me vio.

-Claro, lo vi, dijo, inclinándose hacia sus botas.

Una sensación de alivio me inundó. Hasta ese momento, no me había dado cuenta de lo preocupada que estaba.

-¿Sabes donde está?

-No. Deje que el, Eddie Castile... y, cuál era el nombre de ella, la chica Rinaldi, salieran por la puerta norte y nos los vi después de eso.

Miré a Alan, que continuaba quitándose los esquís, como si estuviésemos hablando de las condiciones de la pista.

-Dejaste a Mason, Eddie... y a Mia salir?

-Si

-Um... ¿por qué?"

- Terminó y me miró, con una mirada medio feliz y medio confusa. – Por que ellos me lo pidieron.

Una helada sensación comenzó a inundarme. Me enteré que guardián se encontraba con Alan esa noche y de inmediato fui en su busca. Me dio la misma respuesta, que habían dejado a Manson, Eddie y a Mia, salir sin hacerles preguntas y como Alan, el parecía pensar que no había nada malo en eso. El parecía casi deslumbrado. Tenía una mirada que yo ya había visto antes... una mirada que se le quedaba a las personas cuando Lissa usaba la coacción.

VA2 FrostbiteWhere stories live. Discover now