YoonMin.

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—¡Hyung salgamos a jugar! —Yoongi detuvo sus finos dedos sobre el teclado y miró de reojo al pelirosa—, será divertido.

—¿Tienes consciencia de que todo está repleto de nieve y del frío que hace?

—Lo sé hyuuung, esa es la gracia de ir a jugar ahora. —Yoongi bufó.

—Te enfermarás pequeño.

Jimin se acercó hasta la silla en la que se encontraba su mayor y apoyó sus suaves mofletes entre el espacio del cuello y cabeza.

—Por favor... —suplicó en voz bajita— no quiero ir solo.

El pelinegro cerró los ojos, cuando Jimin usaba esa voz tierna —la cual sabía que era para chantajearlo— no podía resistirse a decirle que sí.

Suspiró rendido y volteó levemente, besando por sorpresa la mejilla de su pequeño novio.

—Si te enfermas yo no te cuidare. —el pelirosa pasó por alto por lo que su hyung dijo.

—¡Gracias! Gracias hyung, vamos, vamos. 

Jimin sujetó las manos de Yoongi y lo obligó a levantarse de la silla, arrastrándolo así por la casa para poder salir.

—Alto ahí loca.

—¿E-eh? —Yoongi rió ante la cara de confusión que portaba su menor.

—Nada, ve a abrigarte. Quiero que lleves bufanda, guantes, gorrito y todo el abrigo que encuentres.

—¡Sí mamá! A sus ordenes.

Jimin escapó corriendo antes de que Yoongi pudiera apretujar sus mejillas para regañarle.

Por otra parte, Yoongi también se abrigó y esperó por unos segundos a que Jimin regresara.

El pelinegro rió por lo bajo al ver como Jimin no podía mantener un buen balance debido a toda la ropa que llevaba. Parecía un osito muy abrigado.

—¿Y-ya podemos salir hyung?

—Espera. —Yoongi se acercó a acomodar la bufanda de un color lila por el cuello del menor, la cual combinaba de cierta manera con el pelo rosa que portaba.

Jimin miró detenidamente las facciones de Yoongi y aprovechando la cercanía besó sus labios cortamente para luego abrir la puerta y salir corriendo en dirección a la nieve.

Los minutos pasaron y a pesar de que Yoongi se había negado en un principio ahora se encontraba completamente feliz mientras veía a Jimin sonreír mientras jugaban.

—Mira lo que hice con la nieve, amor.

—¿Qué es hyung?

—Por supuesto que Holly, ¿no quedó precioso? —Jimin puchereo.

—¿P-por qué no me haces a mí?  

—¿Quieres que haga un muñeco de nieve de ti? —el pelirosa asintió avergonzado.

—No puedo, eres demasiado hermoso como para que pueda reflejarlo en algo como un muñeco de nieve. Y aunque no fuera un muñeco de nieve creo que no podría hacerlo con ninguna cosa.

—¡Ay hyung! N-no digas cosas así...

—Pero si son verdad amor. No miento. 

Jimin escondió su rostro ardiente en la bufanda y pronto sintió los brazos cálidos de su novio rodearle. Se sentía muy amado.

—T-te amo mucho hyung.

—Yo también te amo mi amor.

Mantuvieron el abrazo por unos minutos aún sentados en la nieve hasta que Jimin estornudó y Yoongi entró con toda la rapidez del mundo  a la casa para prepararle chocolate caliente mientras el pelirosa se recostaba en el sillón.

—Gracias... —Jimin sorbió el chocolate y le sonrió a su hyung, quien lo estaba acompañando con un café.

—¿Te sientes bien? —Yoongi tocó la frente de Jimin con su mano, tratando de ver si éste tenía algo de fiebre.

—Creo que me enfermaré... l-lo siento, tenías razón... y n-no tienes que cuidarme.—Yoongi negó levemente y dejó el café en la mesita de la sala para acercarse a abrazar a Jimin.

—Lo de antes fue una broma, siempre te voy a cuidar de todo.

Jimin sonrió y asintió, sabiendo que la sinceridad en la voz de Yoongi era muy cierta. Confiaba completamente en que su novio; ambos, amaban cuidarse y mimarse.


Navidad ❄ BTS Ships.Where stories live. Discover now