"Todos queremos sobrevivir pero pocos dan su vida por la de los demás. En esa hazaña esta el sacrificio, en ese sacrificio esta el camino del héroe. El héroe sacrifica su vida por la del otro porque sabe que, sin el otro, su vida no vale nada.
Te miro. Te observo. Te veo feliz, contenta a su lado, él te hace reír, te hace sentir bien. Y aquí yo, sentado en una banca, testigo de tu felicidad. Una felicidad causada por otro, otro a quien tú no amas.
Si él te hace tan feliz, imagínate la alegría que sentirías conmigo. Con la persona que quieres en verdad. La misma que rechazaste para no hacerle daño a él. A el que solo sabe hacerte sonreír pero no comprende cómo llegar al fondo de tu alma. A el que tú no amas.
Tú conoces la verdadera verdad, la que no le cuentas a nadie, ni siquiera a mí.
Acéptalo, por favor acepta que no lo quieres y deja de lastimarme así, de lastimarlo a él, de lastimarte a ti misma negándote la posibilidad de amar.
Amiga mía, la mujer más hermosa que hubiera visto, ojalá pudiera mandar en tu corazón. Ojalá pudiera hacerte despertar de este sueño princesa. Ojalá pudiera romper tu burbuja y obligarte a ver la realidad, esa realidad donde podemos ser felices juntos.
Fuiste alguna vez tan solo una chica más, nos conocimos en esa confitería que visitamos una vez por semana desde aquel día. Allí nació nuestro amor, ese amor prohibido del que ninguno se hace cargo.
Caminabas ajena a mí, con un batido de chocolate y esa blusa negra. Solo podía ver tus caderas moverse, eres tan bella. Mirabas el suelo distraída y decidí entrometerme en tu camino.
Tu carita de susto al chocarnos hizo que mi corazón latiera unas diez veces más rápido de lo común. Sonreí, sonreíste y te disculpaste.
La semana siguiente ocurrió lo mismo, la tercera lo mismo, y así pasó cada semana de cada mes. Yo en la misma mesa y tú con el mismo batido de chocolate.
Hasta que un día escuche la puerta abrirse, levante la vista emocionado por verte y los vi. Te vi con él, coqueteando, sonriéndole. Me desespere, quise llamar tu atención y no supe cómo.
Me viste, me miraste y tu semblante se volvió triste, ahí lo supe. Supe que sentías lo mismo que yo cuando modulaste un "perdón" con tus labios.
Un año después sigo viniendo a esta confitería una vez por semana, con la esperanza de que entres otra vez y compres un batido de chocolate.
Tú no lo haces, los días pasan y tú no entras, las noches se hacen largas sin tu sonrisa y no sé donde podría encontrarte.
Hoy te veo con él, te veo caminando de su mano, esa que lleva un anillo de compromiso.
Veo contigo todas mis posibilidades echadas a perder, veo que yo perdí. Y el logro ganar. Tal vez si hubiera reaccionado antes, si hubiera hablado contigo y acabado nuestro simple juego de miradas ahora yo sería el que camina a tu lado.
Pero no soy yo, es el. Y tú pareces feliz, deseo que lo seas.
Y estoy a punto de terminar de entender que te perdí cuando me ves, me ves y pareces volverte loca por decirme algo. Te observo confundido y mueves tus labios sin que él te vea.
Modulas un "ayúdame" mudo que tardo en comprender. Él se da cuenta, parece estar muy enojado y te abofetea.
Me desespero por ayudarte y corro hacia ustedes. Él te toma del brazo bruscamente y saca algo de su bolsillo. Tú lloras.
Yo solo te miro a ti cuando me gritas.
"Cuidado" dices antes de caer al suelo, veo una pistola apuntarme y me paralizo. No sé qué hacer.
Escucho un disparo, te miro y pareces ahogarte con tu llanto mientras el té arrastra por la acera. Siento un fuerte dolor en el pecho de repente.
Sé que voy a morir. Mucha gente se aproxima y me habla pero solo puedo pensar en ti.
Los ojos quieren cerrarse pero no lo permito, se que tu imagen destrozada me va a perseguir el resto de mi vida.
Lucho contra el dolor y logro ponerme de pie. Corro con las fuerzas que me quedan hacia ti pero siento que nunca voy a alcanzarte.
Miro tu rostro asustado con tus mejillas bañadas en lágrimas viendo a mi dirección.
Corres hacia mí sabiendo que es tu única oportunidad de escapar. Te abrazo, me aferro a ti.
Un policía corre hacia el que me disparó y tú sonríes feliz, eres libre. Yo sonrío alegre, eres mía.
-Te amo
-Te amo
Nos fundimos en un abrazo eterno, las explicaciones sobran. Ya no nos importa nada, estamos juntos.
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Para viajar lejos, lee
ActionHistorias y cuentos, recuerdos y esperanzas, enseñanzas y consejos, amor y desamor, amistad y odio, lectura y realidad. "Soy mi propio libro. Me reescribo, me subrayo, me agrego paginas, me arranco las que duelen y dejo en blanco la ultima hoja sie...