A los susurros en mi cabeza escuché y
Como una flor me marchité.
No me sentía con vida, tal vez porque la vomitaba junto con la cena de los martes.
Me marchité
Me desangré en lágrimas y
Lloré.
Después de un tiempo comprendí
Que era mejor aspirar a vivir que a ser otra persona lejana a lo que alguna vez fui.
Me paré bajo la lluvia y ahogué mis inseguridades.
Con un fósforo quemé las raíces marchitas.
Me sentía viva
Tenía vida
Era vida