Me siento humillada, pero soy yo la causa de mi humillación.
Mi cara refleja el temor
Los comentarios falsos y amistosos me rodean.
Me quiero ir
Quiero que el tiempo se adelante, estar en un futuro cercano donde me sienta cómoda en ese lugar y con esas personas.
Otra parte de mi, la menos racional, a la que me da miedo obedecer y a la que le debería hacer caso, dice que disfrute, que no piense, que la gente me va a juzgar pero soy yo quien deja que me afecte y que la vida...
... la vida no espera a nadie.
Y yo no soy una excepción.
¡Deténganlo !
Que alguien detenga el reloj
¡Shh! Déjenme disfrutar el silencio.
El sonido de mi respiración con el latido de mi corazón.
Que el tiempo deje de pasar, que necesito pensar, descansar un poco, rendirme por unos minutos. Porque si no lo hago, me sentiré peor. Sabiendo que estoy encerrada, en una vida que me gusta de aluna forma. Quiero correr, agarrar el impala viejo de mi familia e irme bien a la mierda, pero están esos lazos, tanto familiares como emocionales, que si rompiera mi deseo por irme lejos desaparecería.
Detengan el reloj, hace tiempo deje de ver las cosas como son, cambié mi percepción, las personas son años, tal ves meses expresados en minutos o segundos. Mis sentimientos son como las manecillas del reloj, cambian a cada minuto, siguiendo y dependiendo de personas que no deberían importarme.
Nadie puede detener el reloj, pero yo me puedo adelantar.
