不眠症 Fuminshō 不眠症

Rin no sabia cuantas horas llevaba viendo el puto techo. Ya había contado miles de veces los tablones del piso también y los agujeros del techo eran en total treinta y dos...

Por alguna razón desde niño había tenido problemas para dormir. Para ese entonces solo Shiro sabia... Y ahora que el había muerto... Solo lo sabia otra persona a la que se vio obligado a decirle cuando lo llevo a revisión...

Shura...

Ella y Kuro parecían ser los únicos a quienes les importaba.

Yukio seguía afuera. Haciendo lo que sea en que su hermano menor estuviese. Volteo a ver la hora

4:35am

El pecoso tenía libre el día siguiente así que su hermanito podría dormir cuanto quisiese... El en la otra mano era rara la vez que podía mantener el sueño mas de una mísera hora.

La puerta de la entrada se abrió y Rin contó los pasos, ciento-ochenta-y
-nueve pasos para llegar a los dormitorios.

-¿Todo lo que hace es dormir?

Asumió que la voz pertenecía a Bon.

-Debería de entregarse de una sola vez... Dormir todo el tiempo no es distinto a la muerte.

Muerte... Dormir... ¿eran lo mismo?

-Adiós sensei... Lo veo mañana en la tarde.

Rin había cerrado los ojos, esperando hasta que su hermano menor se acostara y se durmiese. Treinta minutos pasaron hasta que la respiración de Yukio se regulo y supo que el sueño lo había atrapado.

Kuro se revolvió en su lugar al lado de la pierna de Rin y al rato volvió a relajarse. Sonrió ante el acto de su pequeño familiar... el gato era el único que no le había abandonado junto a Shura...

Pero...

¿La muerte era lo mismo que dormir?

Se levanto a las cinco de la mañana.. Faltaban exactamente dos horas para que las clases empezaran.

Fue a la bodega, donde sabia que Yukio guardaba sus cosas de exorcista. Tales como el agua bendita y las balas de plata.

Para matar a un demonio de clase alta como lo era Rin, primero se debía detener completamente sus habilidades regenerativas. Rin tomo uno de los muchos frascos con agua y luego unas cuantas balas.

Con paso débil y lento fue a terminar a la azotea... Era Bastante alto... Tanto para matar aun humano y estaba seguro que debilitando su regeneración lo mataría a él fácilmente. Se detuvo a pensar un momento, en Kuro y en Shura... El pobre de Kuro lo iba a extrañar... Pero Konekomaru le haría compañía .. Y estaba casi completamente seguro que Yukio no dejaria en la calle a su querido gato.

Shura... Ella era como una hermana mayor para él, se sentía mal por dejarla... Pero... ¿Que podía hacer? No mucho la verdad... Ella lo superaría... Kuro se buscaría un nuevo familiar...

Todo resultaría perfecto sin el Allí...

Ya no sería el estorbo de Yukio...

Ni el demonio que nunca debió nacer...

-¡estoy emocionado de conocerte al fin mi querida muerte!- exclamo riendo casi maniaticamente.

La falta de sueño y el estrés finalmente afectándolo. Saco a Kurikara de su funda, causando que sus llamas salieran de inmediato, luego tomó el agua bendita y la vertió sobre la espada, de forma que ni se la creyó las llamas de apagaron...

Luego se tomo la mitad del frasco y, con mano temblorosa clavo su espada repetidas veces en su pecho para al acabar vertir agua sobre ellas.

Noto como no sanaba a la velocidad de antes. Y supuso que si lograba disminuirlo mas podría llegar a su cometido.

Tomo dos de las balas de plata. Y se las colocó hasta atrás de la garganta como si quisiera tragarse unas pastillas, luego las paso con el ultimo trago del frasco.

Se sentía muy mal, notaba como ya no podía ni ver bien. Este daño por si solo tardaría una semana en sanarse a la mitad... Y la caída solo tomaba por lo mucho diez segundos...

-papá... Nos vamos a ver... - susurro

Y con eso se soltó del techo y dejo ir de frente. Noto como el sol llegaba al horizonte y asomaba.

Esto le daba un significado nuevo a:

"No veras otro amanecer"

La luna posiblemente estaba detrás de él. Y el sol enfrente. Ambos siendo testigos de su muerte.

Vio el piso acercarse y antes de tocarlo sonrió con realismo... Se sentía tan bien.

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Yukio se despertó de golpe por un...

¿Golpe?

¿Acaso se había caído otra de las vigas? Lo dudaba bastante... Parecía mucho mas pesado esta vez... Volteo a su derecha para despertar a Rin, pero no lo vio en ningún lugar y tampoco vio a Kuro.

A lo mejor Rin había salido con Kuro... Pero... ¿no habría una nota o algo?

¡Yukio! ¡Yukio!

¿¡Kuro?! Ahora si le preocupaba... Donde estaba Rin... Quizás abajo en la cocina.

-¿Que ocurre Kuro?
-Es Rin... N-no lo encuentro...
-... La cocina...
-Ya la registre toda... No esta... Igual que los otros cuartos...

Ahora Yukio comenzaba a angustiarse. Rin no aparecía mas el fuerte ruido de afuera... No le debería de preocupar puesto que Rin era un demonio... Se podía sanar de una caída así... Pero...

Por seguridad salio a ver. Tomando a Kuro entre sus brazos y enrollando una manta en su cuerpo se adentro a los pasillos del dormitorio. Bajo las escaleras con rapidez. Temiendo lo peor para su hermano.

-¡Rin!

No hubo respuesta.

-¡Rin! ¡Respóndeme!

De nuevo el silencio de tumba...

-n-no.. ¡Rin!- salio corriendo a la acera y allí lo vio.

Un cuerpo muy maltratado, tenia varios moretones y un charco de agua en su alrededor. Una cola yacía floja en el piso y el adolescente estaba con los ojos cerrados y una sonrisa plasmada en su cara.

Yukio no supo como ni cuando perdió el aliento... Ni las fuerzas de tener a Kuro en sus brazos.

El exorcista mas joven... Considerado un prodigio por volverse de rango alto a los trece años. Y su hermano mayor... Lo hizo trizas en meros segundos.

Corrió lo mas rápido que pudo hasta el cuerpo de su hermano. Tomándolo entre sus brazos y llevándolo a su pecho.

Noto lo pálido que estaba, sus ojos tenían bolsas bajo ellos, grandes parches negros que aun tenían rastros de base del tono actual de piel de Rin, sus huesos de las mejillas se marcaban levemente y su nariz estaba bastante pegada al hueso.

Rin...

Rin...

-¡RIN!