Un super soldado

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...

Steve Rogers era un alpha listo. O al menos, eso consideraba.

No era la primera vez que -en la usualmente apacible cabeza del alpha- la palabra inteligencia rondara de un lado a otro. Buscando distraerlo y mantener su vista apartada de la realidad.

Se creía inteligente, aunque no a un nivel tan extraordinario como Anthony. Por supuesto. Sin embargo, ante la reciente y descabellada idea propuesta por un (a veces) descabellado castaño. El joven y enjuto, Steve Rogers, creía haberse dejado el cerebro en otra parte mas no en la correcta.

"¡He hallado la solución a tus problemas!" Fueron las únicas palabras entendibles que escuchó del castaño hace tres días atrás. Y es que, después de la sonriente exclamación, solo oyó un torbellino de palabras que lo dejaron en la espesísima bruma actual.

Lo cual era una lástima. Puesto que la explicación soltada rápidamente no le provocó el alivio que solucionar sus problemas acarrearía.

Un suero de super soldado ¡Vaya disparate!

Claro que, no para un Stark.

Según Anthony, gracias a la clase avanzada que tomaba con Erskine, había descubierto la elaboración de un suero que podía acelerar su metabolismo y potencializar sus sentidos.

"¡Te otorgaría la fortaleza de un super soldado! Aunque no necesariamente el aspecto... ¡Pero no desesperes! La mejora que se obtendría en tu resistencia nos permitiría comenzar un entrenamiento que no termine con tu cuerpo desplomado o contigo muerto" Le había dicho.

Obviamente, ante el tan poco entendimiento que obtuvo en su cabeza, un firme NO salió de sus labios.

"¿Cómo qué no?" Había soltado el castaño. Aunque no tuvo tiempo de responder dado que sus piernas ya se encontraban avanzando hacia la puerta y ocultándose entre algunos estudiantes. Solo esperaba que el castaño no se molestara tanto por haberle evitado en los siguientes tres días (uno, si no se contaban los del fin de semana).

Un fuerte suspiro salió de su boca a la par que su caminata se ralentizaba. A veces, no podía evitar preguntarse si no solo era un simple conejillo de indias para el más bajo. Aunque, conociendo al chico Stark, sabía que solo era idea suya.

"Hoy me disculparé con él" Pensó mientras continuaba con su caminata que momentáneamente había detenido. "Quizá deba comprarle un dona"

Y eso se disponía a hacer si Stark no hubiera aparecido por un extremo del pasillo y con una clara expresión de enfado. "¡Oh rayos!" Pensó.

_Tony...

_ Después solucionaré todo, pero mientras tanto, no vayas a acercarte a la sección de casilleros. _ habló con voz rígida y con el entrecejo levemente curvado. Steve se sorprendió por el extraño y duro semblante que portaba Stark. Estaba seguro de que era la primera vez que lo veía desde que ambos se conocieran.

_ ¿Qué sucede Tony? _ preguntó con voz suave.

_ No es algo que necesites saber ahora _apretó los labios _Por el momento... solo vayamos por un café.

A Steve le pareció notar un leve temblor en las manos del más bajo cuando este le tomó del brazo. Se sentía confundido. Lo cual, se había hecho bastante usual en la última semana. Por no decir desde que conoció a Anthony. Aunque, dada la expresión del castaño, sabía que no era el momento adecuado para realizar aquel tipo de preguntas. Steve solo esperaba que luego se propusiera a contarle.

No tuvo que esperar mucho.

Aldrich Killian, quien era uno de los que conformaban el grupito de imbéciles de Tiberius, había llegado corriendo a la cafetería con mirada triunfante y había soltado -con voz potente y maliciosa- la siguiente novedad que ocasionó la risa estridencial de los que se hallaban en la cafetería.

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