Lo que nadie vio de Attack on Titan

Annie y Mikasa Vol. 1

La habitación de Annie y Mikasa era la mas pequeña, en ella solo había sitio para dos pero a diferencia de las demás tenia baño propio. Se podía decir que Annie y Mikasa eran las compañeras mas tranquilas que había, la comunicación entre ellas era prácticamente nula, Annie solía estar entrenado o leyendo un libro antes de dormir, mientras que Mikasa solía estar bordando; la habitación normalmente estaba perfectamente ordenada, alguna vez estaba un poco mas desordenada porque Annie había dejado su ropa tirada pero siempre la acaba recogiendo, Mikasa era un poco mas ordenada que Annie, cuando llegaba de entrenar se daba una ducha y dejaba su ropa perfectamente colocada.

Un día que Annie había llegado antes a la habitación porque se escabullo del entrenamiento de defensa personal vio a Mikasa llegar con los ojos llorosos y una cara larga, esta se metió en la ducha y dejo la ropa sin colocar, algo extraño en ella; tal vez Annie no era muy habladora pero si observadora y no tardo en percatarse en que Mikasa no estaba bien. A pesar de que a Annie no le encantaba relacionarse mucho con la gente le pregunto a Mikasa que le pasaba ya que no tenia nada que hacer porque ya se había terminado el libro y había completado su entrenamiento diario.

-¿Te pasa algo verdad? No me digas que no porque lo noto en tus ojos llorosos y en que hoy no te has molestado en colocar la ropa.

Mikasa se extraño de que Annie le preguntara que le pasaba, ya que apenas habían hablado y las veces que lo habían hecho ella nunca había comenzado la conversación.

-Si...pero no es nada... No te preocupes.

-No es que me preocupe, es que me intriga saber que puede preocuparle a alguien como tu.

-¿A alguien como yo?

-Si, sin duda eres de las mejores que hay aquí, tus movimientos son practicante perfectos, sin duda tienes un don para luchar y realmente me intriga que puede afectar a alguien como tu, a si que ¿Que te pasa?

*ligeramente se sonroja*  

-Pues veras... es por Eren, siempre me preocupo por el y le suelo decir que tenga mas cuidado en los entrenamientos, que apenas llevamos un mes y ya ha estado apunto de hacerse un esguince, y normalmente cuando le digo me dice que no me preocupe o que en los entrenamientos hay que darlo todo como si de una batalla se tratase, pero lleva un par de días contestándome muy borde y mirándome mal cuando se lo digo, y, y, y yo... *intenta retener las lagrimas*... solo se lo digo porque me preocupo por el.

-Mmm, supuse que podría ser algo relacionado con Eren, te pasas el día junto a el o observándole en los entrenamientos ¿Tu conoces a Eren desde hace bastante tiempo verdad? ¿Siempre ha sido a si? Quiero decir siempre se empeña en dar hasta el ultimo suspiro.

-Si, la verdad es que nunca se da por vencido, hasta que no lo logra no se rinde.

-Pues si desde siempre es un tonto cabezota...

*Mikasa mira a Annie con mirada amenazadora*

-¡No le faltes al respeto!

-Quieres no interrumpirme, el caso es que no tienes de que preocuparte, simplemente esta agobiado ¿te has fijado en el en los entrenamientos no? *Mikasa asiente con la cabeza*  entonces habrás dado cuenta de que le esta costando completar los últimos entrenamientos, así que supongo que le digas que no se tiene que esforzar tanto cuando los entrenamientos logra completarlos a duras penas, mientras que tu ni te despeinas entrenado, que digamos no le hará mucha gracia, así que no te preocupes, no es nada.

-Supongo que tienes razón...

La conversación termina, y Annie se acuesta en su cama y se sumerge en sus propios pensamientos, pero Mikasa la saca de ellos.

-Oye Annie...

Tumbada en su cama la mira, no la hizo falta decir:" ¿Que? ", Mikasa entendió con la mirada que la estaba escuchando.

-Solo quería decirte gracias... no le había contado esto a nadie, y después de habértelo contado me siento mejor. Gracias

*Annie sonrió levemente* 

El día había sido largo y duro, sobretodo para Mikasa, apagaron las luces y se fueron a dormir.

En los entrenamientos de los días siguientes Mikasa estuvo ayudando a Eren, a pesar de que no le hacia mucha gracia que Mikasa le ayudara después de todo le vino bien y pudo completar con mayor facilidad que las anteriores veces el entrenamiento; todo volvió a la normalidad, ademas ahora Annie y Mikasa hablaban mas regularmente. No eran conversaciones largas, pero al menos se comunicaban un poco.