Lo que nadie vio de Attack on Titan

Marco y Jean Vol.2

Tras lo ocurrido en el entrenamiento Jean se esforzó para recuperar la admiración de Marco,  no le fue sencillo pero lo consigo, aunque en verdad Jean no recupero la admiración de Marco por haber estado ayudando a Connie, aunque de vez en cuando le llamara borrico, si no por el hecho de que había sido capaz de recapacitar y darse cuenta de su fallo, tal vez Jean no fuera perfecto, pero tenía un algo, su forma de conectar con las personas que provocaba esa admiración por parte de Marco.
En los entrenamientos Marco no se pasaba el día pegado a él, pero si cerca de él, y aprovechaba cualquier momento para observarle aunque solo fuera por un par de segundos.
-¿Qué estás mirando?- Preguntó Armin a Marco.
Este se puso rojo y recogió su cuchillo de madera del suelo.
-Ehhh...nada, nada en especial.
-No parece que no sea nada en especial, es más parecía que mirabas algo con detalle.
-Que va, simplemente me he quedado mirando a la nada.
-No sabía que la nada era Jean.
Este comentario por parte de Armin hizo que Marco se sonrojara del todo, a pesar de la curiosidad de Armin por saber que estaba mirando Marco y por qué lo miraba dejaron el tema pasar y prosiguieron el entrenamiento.
A la hora de cenar Jean y Marco se sentaron juntos, aunque en su mesa también estaban Connie y Thomas. Cuando Eren entró en el comedor junto con Mikasa, a Jean le fue in evitable ponerse celoso, ¿Qué tiene ese cabeza hueca que no tenga yo?, aunque él se guardaba sus celos para si, le era imposible controlar su cara, en ella se veía claramente su cara de celos, se mordía con fuerza la mandíbula y clavaba la mirada en ellos dos.
-Venga Romeo deja de mirarles y come.- Dijo Connie entre risas
Jean le miró con cara de odio.
-Ey venga dejalo ya, sabes que a Jean no le hace gracia.-Salto Marco en su defensa.
-Siempre has sido el pacífico del grupo, pero te estás pasando de defensor de Jean, ya no le podemos gastar ni una simple broma sin que saltes... En fin... Cada vez pareces más su perrito faldero.-Contestó Thomas mientras comía un trozo de pan.
-A mí me gustan las bromas, pero ahí te has pasado Thomas.-Le defendió Connie.
-Simplemente he dicho algo que todos opinamos pero nadie se atreve a decir, hoy estáis todos muy sensibles, y yo no estoy de humor para aguantar a un par de lloricas.-Enfurruñado Thomas agarro sus cosas y se fue a otra mesa.
Al terminar de comer Marco y Jean se fueron hablando a la habitación.
-Oye Marco.
-Dime.
-¿Por qué me miras así?
-¿Cómo que así?
-Ya sabes... Tan fijamente.
-...No se... Lo siento.
Marco se puso rojo como un tomate y apartó su mirada de Jean. Continuaron hablando hasta llegar a la habitación, donde no ocurrió nada trascendental, se cambiaron de ropa y se fueron a dormir y Connie dijo ya su mítico <<Buenas noches, Jean que sueñes con los angelitos... Esto quiero decir Mikasa>> Jean ya se había acostumbrado a esta broma de Connie, después de todo soñar con Mikasa no estaba nada mal, el único problema es que por las mañanas al despertase tenía un amiguito...(ya sabéis a lo que me refiero).
El día siguiente fue un día como cualquier otro menos porque Marco casi se come un árbol, pero reaccionó a tiempo, el Capitán le llamó la atención.
-¡MARCO BOTT, VENGA AHORA MISMO!
-¿Ocurre algo capitán?
-Últimamente estas bastante distraído ¿se puede saber qué le pasa recluta? ¿Alguna chica? Sabe que las relaciones están prohibidas.
-Lo sé señor.
-¿No hay ninguna chica que ocupe su mente?
-No señor.
-Bueno, sea lo que sea, quiero que vacíes tu mente y vuelvas a centrarte en el entrenamiento como lo hacías antes.
-Si señor, no volverá a pasar.
-Puede marcharse.
Tras la conversación con el Capitán, Marco se quedó pensativo, el Capitán tenía razón, últimamente estaba muy distraído, hoy casi se choca con un árbol, el otro día casi se le olvida cortar el cuello del titan falso...
No estaba a lo que estaba, pero ¿Qué ocupaba su mente?
Marco intento darle las menos vueltas posibles y simplemente no pensar, el día había sido más duro de lo normal para Marco, así que volvió más pronto a su habitación, cuando llegó se dirijo directamente al baño, para lavarse un poco la cara, no llamo a la puerta ya que supuso que no habría nadie, pero supuso mal...
En el baño estaba Jean reciente salido de la ducha, al entrar Marco Jean se asusto, lo que hizo que soltase sin querer la toalla, aunque la recogió rápidamente era muy tarde, Marco todo sonrojado salió pitando del baño. Un poco después Jean salió vestido del baño.
Marco al igual que Jean estaba sonrojado por lo incómoda que era la situación.
-Oye...Lo siento, pensé que no había nadie y no llame...-Dijo Marco rompiendo el incómodo silencio.
-Bueno... Simplemente intentemos hacer como si nada de esto ha pasado...
-Mejor.
Marco y Jean se fueron a dormir intentando fingir que nada había pasado, pero para Marco le era imposible olvidar lo sucedido, tenía esa imagen grabada, y cada vez que la recordaba se sonrojaba.