Capítulo 24

19K 1.8K 58
                                    

—¿Así que tienes dos primas que están solteras?

Miré a Ian con una sonrisa que me devolvió.

—Solteras, pero no desesperadas, mi amigo. —Palmeé su brazo, conteniendo una risa ante su mirada de dolor por mis palabras.

—Asheron me contó lo peligrosas que son las chicas Hamilton. —Se agachó para susurrarme en el oído—. Es algo excitante.

Me reí. Ian además de ser apuesto y un caballero, es gracioso y atrevido. Sabe diferenciar la delgada línea entre amistad y coquetería.

Asheron se fue a trabajar en la mañana, luego de desayunar junto a mí. Pasamos la noche juntos, se volvió algo peligroso, despertamos desnudos, pero no pasamos de besos y caricias. Es lindo sentirse deseada por hombre tan atractivo, pero es más lindo que sepa mantener su límite. No es como si nunca lo fuéramos hacer porque es imposible resistir por tanto tiempo a la tentación con pedazo de hombre bien dotado.

—Hollie es menor por unos meses y Tory por dos años. —Me pegué más a él cuando llegamos a la calle principal. Las personas prácticamente corren sin importarles arrollar a alguien—. Te recomiendo que elijas a Hollie, parece más de tu tipo.

—¿De mi tipo? —Arqueó una ceja—. Según tú, ¿cuál es mi tipo?

—¿Tiernas pero peligrosas si las haces enojar? —Me encogí de hombros, mirando a ambos lados antes de cruzar por la calle, caminando más de prisa frente a él y subiendo a la acera de un pequeño salto—. Todo hombre millonario necesita una mujer que sea tierna, pero que pueda mantenerlo con los pies en la tierra.

Ian se detuvo. Me detuve enfrente de él, mirándolo intrigada. Su rostro pasó de estar divertido a uno serio, melancólico. Mire hacia donde miraba, una pantalla con un anunció de ropa. Solo que... Él no miraba la ropa.

—¿La conoces? —pregunté mirando detenidamente a la modelo. Cabello castaño claro, ojos verdes, cuerpo con curvas y alta. La chica tenía todas las cualidades perfectas que muchos hombres buscaban.

—Ella es lo opuesto a lo que describes como mi tipo de chica.

No me sorprende en absoluto. La chica podía ser muy hermosa, pero para estar en un anunció en Times Square con ropa Gucci, tenía que ser una arpía de primera o alguien que ha luchado mucho. Las palabras de Ian me dicen que puede que sea la primera opción.

—Tal vez si necesite a una chica tierna pero peligrosa —me dijo mirándome con una pequeña sonrisa.

—¡Entonces, Hollie será!

Retomamos nuestro camino con los brazos entrelazados. Muchas chicas nos miraban, a él con ojos de enamoradas, a mí con odio. Por mi parte, me siento feliz y alagada por esas miraditas llenas de celos, más que todo feliz por haber encontrado un amigo.

—¿Hay algo que puedas decirme sobre Ash? —Ian dejó su taza de café sobre la mesa para mirarme seriamente—. ¿Qué?

—No puedo decirte nada, Demi. Soy un baúl de secretos en el fondo del mar.

Entrecerré los ojos. Habíamos decidido parar a comer algo a la cafetería y aunque adoraba a Ian y sus charlas sin sentido, no podía aguantar mucho más. Estoy enfrente del hombre que puede saber todos los secretos de Asheron y no podía dejar pasar esta oportunidad.

—Dime algo antes de que en serio termines en el fondo del mar, Ian. —Apunté con el tenedor antes de picar un poco del pastel de fresa y llevarlo a mi boca.

¡Sabe delicioso!

—¿Me amenazas, Demitria? —Arqueé una ceja haciéndolo reír—. Bien, te diré algo, pero no ahora. —Agarró el otro tenedor y tomó un poco de mi pastel, robándome frente a mis narices—. Creí que eras una chica de pastel de chocolate.

—Mi tía Lucy odia el pastel de chocolate así que tío Lucas siempre hace pastel de fresa para ella. Me acostumbré tanto al pastel de fresa que ahora se volvió mi favorito.

—¿Una mujer que odia el pastel de chocolate? ¿Dónde puedo conseguir una así? —preguntó esperanzado por saber la respuesta.

—¿Su hija? —Negué la cabeza sacando esa idea de mi mente—. No, Tory no es tu tipo.

—¿Odias tanto a tu prima que no quieres que tenga un buen partido como yo? —Pateé su pierna por debajo de la pierna—. ¡Oye, solo bromeaba!

—Amo a Tory, aunque a veces me siento intimidada por ella —admití sin vergüenza. Sé que Ian no podrá juzgarme ni pensar mal de mí. Le tomé confianza en muy poco tiempo —. Pero es que ella es... intensa. Obtuvo tanta fama en tan poco tiempo, tiene unos padres maravillosos, mi hermano menor la adora, mi primo es como su hermano mayor, ha tenido citas con hombres famosos, ha viajado por diferentes partes del mundo... Su vida es: ser libre. El único amor que puede tener por ahora es el amor de su familia.

—Libertad. Una hermosa palabra... —Levantó su taza de café—. Propongo un brindis. ¡Por esas personas que por más que desean libertad, solo obtienen una jaula más grande!

Mi tarde con Ian fue muy divertida. Hace mucho tiempo que no me divertía con algún amigo. Posiblemente porque no tengo amigos y es por eso por lo que me siento feliz de al fin decir, "tengo un amigo".

Hablamos de pequeñas cosas de nuestra vida. Él me contó de su familia: Familia adinerada, una mamá romántica, un papá adicto al trabajo, pero que ahora pasa sus días descansando en casa debido a una enfermedad en el corazón, una hermana mayor que está casada con un hombre que no le agrada, Flynn, su hermano menor que está en esa etapa rebelde en la que solo lo obedece a él y Asheron, su único y mejor amigo.

Yo le conté de mi familia, mis padres sobre protectores, mis hermanos, tíos, primos y especialmente de mis primas. Tengo una pequeña esperanza de que él y Hollie lleguen a tener algo si algún día se conocen. Le conté sobre el arte, como Asheron me animó a volver a pintar y como arruiné mi primera pintura, después de tanto tiempo, por una tonta decisión por causa de mis celos.

—Asheron no es un mal hombre —me dijo cuando estábamos a unos pasos del hotel —. Solo ha tenido mala suerte en la vida.

—Me contó sobre su hermano.

Me miró sorprendido pero feliz.

—Eso es un gran paso para él. No sabes lo feliz que me hace escuchar eso, Demi —suspiró mirando hacia los autos pasar por la calle tan transitada a pesar de ser de noche—. Estoy seguro de que tú podrás sacarlo de ese mundo tan oscuro en el que se castiga por algo que pasó hace años. Algo de lo que él no tuvo elección.

—Quiero ayudarle porque creo... —Volteé a ver hacia otro lado con las mejillas sonrojadas—. Creo que me gusta de verdad.

—Yo sé que tú le gustas a él. De una forma muy romántica.

Páramos enfrente de las puertas giratorias del hotel. Estábamos por despedirnos cuando una voz conocida me hizo voltear.

—¡Maldita desgraciada! ¿Sabes cuantas veces te llamé? —Golpeó mi hombro, claramente molesta—. Viajé desde París al llegar de Londres porque a tío Chase le dio un ataque de paranoia por su niña pequeña. ¡Tuve que ofrecerme a venir, aunque eso significara pasar otras cuantas horas en un maldito avión donde la azafata me tiró un trago de whisky encima! —Vi su camisa blanca con una horrible Mancha amarilla y... ¿sostén negro? ¿Quién usa una camisa blanca con sostén negro? Así llamaba mucho más la atención—. Me debes una muy grande, Demitria.

Si me salvó de tener a papá en Nueva York molestándome para regresar, le debía la vida.

Un carraspeo me hizo recordar que no estaba sola. Ian sonrió divertido por las palabras de mi querida prima y nuestro sonrojo.

—Muy lindo de tu parte ayudar a tu prima. —Se quitó el saco para dárselo a ella y cubrir su transparencia. Ian el caballero al rescate.

—Gracias —susurró más sonrojada que antes.

Esto es... ¿lindo?

—Ian, te presento a mi querida y muy amada prima, Victoria Hamilton.

Hamilton Girl |Serie Hamilton| #1 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora