Academia de canto

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Después de ese encuentro en el Laguito, él regresaba a casa sonriendo como un tonto en el autobús. Solo repetía una y otra vez en su mente las cosas que habían hecho. Se sentía feliz y muy afortunado, estaba consiguiendo lo que él quería. Acercarse más a ella y mantener el contacto más seguido quién sabe... quizá ella en algún momento podría dejar de lado el hecho que no quería estar con alguien ¿no?.
Pero bueno, ahora vamos a darle un nombre a cada personaje. A ella la llamaremos Rachel y a él lo llamaremos David.
David continuó hablando con Rachel durante largo tiempo y siempre quería invitarla a salir a hacer lo que sea. Caminar, comer algo... etc. Cualquiera era una buena excusa solo para verla. Pero Rachel casi nunca podía, cuando no estaba en la escuela entonces se iba a una academia de canto (ella canta, y como los ángeles) Entonces David tendría que conformarse con escucharla por el teléfono y hablar con ella por chat... cosa que era realmente genial porque hablaban demasiaaaado. Pero claro, nada despertaba más las mariposas en el estomago de David que tenerla a ella cerca, en persona.
Como decía, continuaron hablando por mucho tiempo, día, mediodía, noche, madrugada.... hablaban sin parar por horas. Solo había pausas cuando ella estaba en clases porque no era la idea distraerla en sus deberes.
Un día a David se le ocurrió una loca idea que (menos mal) no llevo a cabo. Tenía pensado ir a verla en la academia o incluso a la escuela. Él quería verla y bueno, no es que tuviese muchas opciones... quería darle esa sorpresa, pero en la noche anterior al día que él tenía pensado hacerlo, como por obra de Dios, ella le dijo que no le gustaban ese tipo de sorpresas, que ya lo habían hecho antes y que incluso habría dejado de hablar con la persona que lo hizo. Y pues claro, no lo hice, aunque era lógico, Rachel es de esas personas que no pueden hacer las cosas sin antes tenerlas agendadas.
Imaginen ahora a David en esa situación. Sin poder hacerle alguna sorpresa a la chica que le gustaba, solo quedaba entonces esperarla a que tuviera tiempo. Que dentro de su apretada agenda ella le hiciera un espacio. Claro que era muy complicado, porque siempre hacía algo. Aunque un día todo estaba preparado para verse, habían hablado para encontrarse en un centro comercial en la tarde. Rachel llegó al centro comercial antes que David, quien no pudo llegar. Pues había protestas cerraron aproximadamente unas 20 estaciones del metro de Caracas. Sin embargo él lo intentó, pero a pesar de que caminó dos avenidas enteras y tomó 1 autobús para llegar a "la hoyada" (una estación lejana de donde vivía) para encontrarla cerrada también. Su ánimo se vino abajo, no había manera de llegar hasta a ella. Al menos que fuese en taxi, pero digamos que David no tenía un presupuesto muy alto para el momento como para pagarlo... Él la llamó para decirle, ella no lo tomó muy bien y era de suponerse, la había dejado plantada. Pero no porque fueran sus intenciones, el destino los había juntado pero parece que hacía hasta lo imposible por separarlos. Siempre había algo que pasaba para que no se encontraran, era como una maldición.
Pero eso no fue razón alguna para crear desacuerdo entre ellos. Al día siguiente de que él no pudiera llegar. Lograron encontrarse en la parte de la mañana en ese centro comercial. Fue un momento realmente único, otra vez. Era realmente mágico verla de nuevo, es decir, hablaban siempre pero tenerla cerca sin duda que era diferente. David y ella sentían una especie de calma cuando estaban juntos, que hasta el sol de hoy nadie sabe explicar. ¿Almas gemelas? ¿Corazones destinados a encontrarse? Nunca lo sabremos...
Se encontraron y hablaron solo por 2 horas. Tiempo que quizá cada uno tardaría en llegar hasta allí. Ella estaba "al natural" y para David no había nada más hermoso que verla sin maquillaje, así pura, era como ver a la mujer más bella del mundo. Sus ojos conectaban como si se buscaran por años, eran miradas sumamente intensas. Una mirada podría transmitir más que muchas palabras bien dichas, como diría Mario Benedetti en su poema "Diálogo de miradas ": "Todavía creo que nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas. Las palabras, consciente o inconscientemente, a menudo mienten, pero los ojos nunca dejan de ser veraces."
Fueron infinitos los cruces de miradas entre Rachel y David en esas horas. Sin contar que él se acosto en sus piernas, en aquel banco de aquella plaza que llevaba el mismo nombre de el centro comercial "Millenium". David allí había notado algo que quizá estaba errado, pero que lo hizo sentirse el dueño del mundo. Finalmente a Rachel le gustaba David. ¿Como lo concluyó? Pues después de tantas miradas, ella mientras él estaba en sus piernas (cual vagabundo de plaza) le dio un tierno beso en la frente. En ese momento a David le explotó el cráneo, su cerebro salió de este universo. Y por dentro solo sintió algo que nunca antes había sentido un "cóctel sentimental". Él no tenía idea de cómo ella lo había hecho. Pero ella, había sacado lo más cursi de él. Había tocado un lugar en su alma que nadie habría tocado, y probablemente nadie toque más.
Estaban allí sentados viéndose el uno al otro. Hablando de que el césped estaba muy alto y había mucha hierba y podría salir algún ratón de entre esa hierba seca. Cuando David (quien llevaba rato mirando los labios de Rachel) apretó los cachetes de Rachel de una manera muy espontánea y le robó un beso. Ella intentó oponerse, pero no le dio tiempo. Y él habría logrado su propósito. Darle un beso a Rachel, quien no se molestó al respecto y respondió a ello con cierto rubor en sus pómulos, estaba "roja" de la pena. Que en realidad se interpretaba como otro "cóctel sentimental". David había dado un paso que quizá nadie ha tomado en una segunda cita. Pero, si no arriesgas un poco no ganas ¿no?. Y aunque no fuese el beso más apasionado ni lo más parecido a una película romántica había sido el mejor beso que David había dado. Olviden las mariposas, olviden el sentirse desorientados. Era como si dos almas se juntaran y simplemente fue un "piquito"(1).
Pero ese "piquito" sería decisivo para lo que luego se convertiría en algo más interesante...

1. Piquito: Vocablo venezolano. Es la manera de decir que solo juntaron sus labios de manera rápida. No es exactamente un beso.

TAn TIerna pero cruel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora