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Bass

Debía ir a buscar el libro, era completamente necesario. Mis poderes estaban, raros, descontrolados.

Así es que en plena clase de Química, pedí permiso para ir al baño. Y la maestra me miró como si yo tuviera una enfermedad, como si no pudiera aguantar el querer hacer mis necesidades. Aunque claro, menos no me podía importar.
La maestra asintió con un movimiento de cabeza. Y yo inmediatamente salí con rapidez.

Era un asunto urgente, debía releer entre las líneas del escrito. Y buscar lo que me ocurría.

Caminé entre los desgastados pasillos que conocía de memoria. Y al llegar a la biblioteca algo, es decir alguien, me llamó la atención.

Era una chica hermosa, delgada, de tes blanca y verdes ojos gatunos. Se hallaba sentada, leyendo un libro, grabando con una mirada profunda cada detalle hojeado.

No sabía cómo entablar una conversación con ella, motivo por el cual dije lo primero que me vino a la mente.

-¿porque estás aquí en horario de clases?.-al hablar una sonrisa involuntaria, se asomó en mi rostro.

Ella no me respondió. Y sólo la observé, me fijé en el libro que leía y casi me quedo sin aire de la sorpresa, era justamente el libro que estaba buscando. Y el que ella lo leyese me causaba curiosidad. ¿Porqué se interesaría en un libro como ese?, pensé que a las chicas les gustaba leer chismes de farándula o historias románticas.

-Es mi libro favorito.-añadí ya menos aturdido.-nunca nadie lo toma, las personas dicen que solo es fantasía, en fin, prefieren leer cosas más realistas, ¿tu crees que existan personas con esas capacidades?

-sí,...lo creo.-me dijo y está vez quedé completamente embobado, esta chica era bastante extraña. Algo muy dentro de mí, me decía que encontrara y descubriera que era lo que causaba misterio en ella.

La observé. Era enteramente hermosa. Y sonreí. No entendí lo que le pasaba a mi cuerpo, ¿porque sonreía involuntariamente por ver a una chica?. Definitivamente esto era extraño.

-¿cual es tu nombre?.- le pregunté queriendo saber más acerca de ella.
Y ella pareció debatir algo en su mente, aunque no entendí que era.

-Aria.-me contestó.

Aria , Aria, Aria...

Sopesé el nombre como una melodía en mi cerebro. Encajaba perfectamente con ella. La convertía en algo maravilloso.

-hermoso nombre, yo soy Bass.-le comuniqué.

Luego de unos instantes en los que solo nos observamos mutuamente sin que ninguno pronunciara palabra alguna. El timbre sonó. Anunciando el comienzo del receso.

Aria pasó un mechón de cabello por detrás de su oreja, miró hacia todos lados y guardó el libro en su mochila.

-no puedes llevartelo así sin más.- le recriminé.

La chica sonrió mostrando todos sus dientes y dió dos pasos atrás. Después señaló con el dedo índice un sitio detras de mí. Me giré abruptamente, inspeccionando el lugar con la mirada. Me fijé atentamente en cada detalle, sólo había estanterías con libros. Nada fuera de lo normal. Volví a girarme hacia la chica. Y esta se había ido.

¡Lo que me faltaba!, que una extraña chica escapara con el libro. ¿ahora como resolvería mi descontrol de poder?

No tenía otra opción, debía encontrarla, crear una ilusión en su mente y luego quitarle el libro.

Comencé a caminar sin un rumbo fijo, pensando en lugares del colegio en los que frecuentan las chicas. Así es que llegué a la cafetería. Esta estaba repleta. No tenía como acceder al paradero de Aria.

Además tampoco conocía a personas que me pudieran ayudar a dar con ella, ya que solo llevaba dos semanas en el Colegio Sain't Boulger.

Al mudarnos con mamá, papá y Josh, notamos una gran diferencia, aquí las personas son mucho más agradables y genuinas. Te hacen tomarles demasiado cariño.

Así me pasó con Dave, Max y Callie, novia del último. Los conocí el día en que llegué. Estaba un poco desorientado. Había estado toda la tarde buscando a Josh. Luego mis padres me llamaron diciéndome, que regresara, que ya lo habían encontrado.

Ellos me ayudaron a volver a mi hogar. Allí iniciamos una linda amistad. No nos despegamos. Y ahora que lo pienso, ¿no los he visto en todo el día?
Como si los hubiera invocado, los tres me observan desde una esquina de la cafetería. No pierdo tiempo y voy donde ellos.

-que bueno que los encuentro, estoy buscando a una chica, se llama Aria, ¿la conocen?.- pregunto con desesperación. Necesito el libro antes de que acaben las clases y se valla a su casa.

-¿Aria?... jamás lo había escuchado.-responde Callie desconcertada.-¿seguro que ese era su nombre?

-uh...sí, eso me dijo, no parecía que mintiera.-contesté tratando de buscar razones por las cuales me lo ocultaría.

-¿y para que la estás buscando?.-inquiere Dave.

Debato en mi mente, si sería o no bueno contarles el que estoy buscando un libro de los poderes de la mente, quizá me considerarían extraño o no entenderían el porqué de mi acción.

-no serás un acosador o algo parecido, ¿verdad?.-pregunta Callie en tono de broma.

-¿por quién me tomas?.-respondo con un falso tono de enfado. Ella me mira divertida por mi reciente cambio de humor. Y Luego del incidente todos comenzamos a reír.

En un instante me percato de Aria. Está en una esquina de la cafetería. Y Lleva un café. La observo. Y ella sale al patio. No pierdo tiempo y salgo a buscarla. Mis amigos gritan mi nombre. Supongo que pensaron que algo estaba mal conmigo.

La busco con la mirada. Ella está sentada bajo un árbol. Y yo escondido detrás otro. Es genial que en este colegio hallan tantos árboles. Después de todo es un lugar muy lluvioso.

Aria mira de un lado a otro, como si intentara ocultar algo. Y cuando cree que no hay nadie observandola saca el libro de su mochila y lo abre dejándolo en una página en específico. La lee concentrada y luego lleva dos de sus dedos a los costados de su cabeza. Cierra los ojos. Y permanece así un momento.
En instantes las piedras cercanas a ella comienzan a flotar y a moverse en diferentes direcciones. Quedo asombrado. Esto es inaudito. Después ella retira sus brazos, dejándolos caer a lo lados y agotada, se sienta.
Ahora todo me encaja. Por eso quería el libro.

Ella es como yo.

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