Cerca del final de la última hora de clases, Fernanda recibió un mensaje. En la pantalla de su celular apareció el remitente y el texto:
Tego: T v o dspués d clas.
Respondió, disimulando el celular bajo el pupitre:Fer: Sta tard no puedo.
Enseguida recibió otro mensaje:Tego: X q?
Escribió:Fer: Tngo una cita
Tego: Con?
Fer: l chico d la fiesta.
Tego: El Manzanilla?
Fer: No, su amigo.
Tego: X q?
Fer: X q sí.
Tego: -
Y no pudo devolver esa sonrisa porque la profesora estuvo a punto de sorprenderla. Guardó el celular y esperó que terminara la clase.
Cuando sonó el timbre, se despidió de Gabi, la compañera con quien tenía más afinidad, y salió del colegio. Se veía emocionada, con una sonrisa difícil de ocultar. Dobló la esquina por donde solía ir a su casa y descubrió a Tego, que la aguardaba. No se sorprendió de hallarlo allí; así era él, su mejor amigo. Corrió a su encuentro y lo abrazó. Hacía una semana que no charlaban, desde la fiesta de cumpleaños.
- ¿Quiubo? ¿Qué tal la playa?
- Chévere. Todo mar, arena, ceviches...
- ¿Y las nenas costeñas? - Tego empezó a caminar junto a ella-. ¿Crees que les enloquezca un cuerpecito como éste?
- La verdad, no. Además, las chicas que te habrían gustado eran cansadas y con hijos... - Fernanda se quedó un rato en silencio, su acostumbrada señal de que se le acababa de ocurrir una pregunta -. ¿Por qué la gente se casa tan joven?
Tego reflexionó, chuta. He ahí una de las interrogantes de Fer, a las que o se respondía satisfactoriamente o se asumían las consecuencias: una pregunta, otra, y otra, y otra... Todo una pesquisa policíaca. Menos mal que se llevaba con ella tanto tiempo que se sabía un truco para salirse del problema: darle varias respuestas a la vez.
- Mi veterana te diría que por amor; la Iglesia, porque es una Ley de Dios; los sociólogos, porque así se reproduce el modelo social; mi viejo, porque la chica estaba embarazada; y así...
- De pronto tiene razón tu papá - Fernanda siguió caminando junto a su amigo -. De hecho, soy producto de uno de esos embarazos.
El truco dio resultado. Incluso, tras otro rato de silencio, Tego fue el que lanzó una pregunta:
- En serio, ¿te citaste con el amigo del Manzanilla?
- Voy a verlo en el parque - ella sacó el celular y se fijó en la hora.
- ¿Y qué pinto yo en una cita tuya? - el muchacho se llevó una mano a los cabellos desordenados churosos como guaipe -. Mejor nos vemos mañana.
- Yo te he acolitado a un montón de citas. Sólo me acompañas hasta la esquina y te vas.
- Chuta, qué te diré... - Tego se resignó y siguió a su amiga, que lucía bastante bien, papelito.
Al llegar a la esquina del parque, Tego se despidió y se marchó. Fernanda observó que Pablo la esperaba sentado en un columpio, con uniforme de colegio, cargado una mochila, sin esa corbata foca que llevaba en la fiesta. Sacó un humectante labial de la mochila y se lo aplicó.
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El Amor es un no sé qué by Mario Conde
RomanceFer es una muchacha que acostumbra hacer preguntas imposibles. Pablo es un adolescente que suele proferir palabras ignotas del diccionario. Cuando se enamoran, se plantean interrogantes en común: Qué es el amor? Existe en la realidad o sólo en la te...