Muerte, una palabra con seis afiladas letras, tiene la capacidad de mover tu mundo completamente.
Muerte, una palabra que no necesariamente es una palabra.
"Muerte, muerte, muerte," es todo lo que retumbaba en mi cabeza.
Me encontraba en un estado de shock del cual me era imposible salir, y la muerte era la causante de todo.
Podía escuchar los gritos de Julia como un zumbido lejano, sentía a Leila coger fuerte de mi brazo he intentar arrastrarme fuera de mi trance; pero en lo único que yo podía pensar, era en esa cierta palabra a la que ya le estaba empezando a temer tanto.
La muerte me había quitado ya muchas cosas; se había robado mi tiempo y a lo largo mis sentimientos. Era ella la única culpable de lo que estaba pasando.
Ese ser gris y oscuro con un rencor inimaginable me estaba asfixiando.
Unos ojos verdes con contorno amarillento se plantaron frente a mi, en ellos se reflejaban todo un mundo y su mirada transmitía vida , eran el antónimo perfecto para esa afilada palabra.
Yo sabia muy bien a quien le pertenecían, pues desde que había caído en esa realidad tan cruel, esos mundos verdes me hacían sentir como si estuviera en casa, de vuelta a ese pequeño pero confortable lugar al que tiempo atrás llamaba hogar.
Yo ya no tenía fuerzas, ya no había esperanza. Tarde o temprano ella me llevaría y no habría más vida, esos magníficos ojos nunca más me mirarían y todo sentimiento alguno se desvanecería. Las manecillas de mi corazón dejarían de servir. Todo era cuestión de tiempo, que ironía.
Las luces se apagaron, y todo se volvió negro, tuve una ligera esperanza; en esa estrecha habitación el aire se volvió denso y cada rincón se envolvió en un helado silencios, pero yo ya estaba lejos.
Me sentía en paz, me sentía libre, sentía tantas cosas y a la vez no sentía nada.
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Besos Fragmentados
De TodoPequeñas historias que van desde la fantasía a la realidad; Pequeños sueños que mi alma anhela y pesadillas escalofriantes que en la noche me condenan. Este libro contiene de todo un poco. Te invito a reflexionar y a ir más allá de estos cuentos, in...