Besos Fragmentados

POR EMPAQUE Y ETIQUETA

Todo comenzó una tarde de abril, donde siéndoles sinceras, en el momento que lo vi, lo súper, esa caja de chocolate debía de ser para mí.

Afuera de la tienda me puse a detallarla sin que me notara. Su empaque se veía fuerte ,llamativo y bien decorado. El contendido era de veinte bolitas rellenas de manjar con una cubierta del mejor cacao traído de Ecuador, sin duda tenían que ser riquísimos.

Al entrar en el local mis manos viajaron directo al chocolate. La etiqueta decía en letras mayúsculas " TU CHOCOLATE SOÑADO, CHOCOLATE DE LECHE, CON MÁS DULCE Y MUCHO MANJAR ", al leer esas palabras ya me tenía comprada.

Lo tome y por nada del mundo lo iba a soltar, pero desgraciadamente debía pagarlo primero, solo traía conmigo quince dólares y unos cuantos centavos, la vida casi se me sale por la garganta al ver que mi dulce amor era más caro que unos zapatos nuevos, CINCUENTA Y OCHO DÓLARES , CINCUENTA Y OCHO DÓLARES sin contar los noventa y nueve centavos, con ese precio me tocaría hipotecar mi casa. Me estaba plantando la idea de robarme un banco.
No voy a decir como hice para conseguir el dinero, eso se queda entre el chocolate y yo, lo más importante es que lo tengo. El vendedor me lo dio con una sonrisa de mejilla a mejilla algo misteriosa, algo insinuante como queriéndome avisar lo que se me avecinaba.

Al salir de la tienda me apresuré a destaparla, pero decide esperar hasta llegar a casa para poder degustarlos en la oscuridad de mi cuarto.

La primera probada me gustó, pero luego, ese dulce se fue convirtiendo en un sabor amargo, me sabía a leche cortada, vaya chocolate ecuatoriano, estaba indignada, Cincuenta y ocho dólares con noventa y nueve centavos me había costado esa atrocidad y lo peor, es que como los había abierto ya no podía devolverlo.

Mi ilusión recibió un disparo al corazón. Todo fue una fachada de la cual me obsesione, no puede evitar enamorarme del empaque y la etiqueta.