- Eh... Hola - las palabras salían de la boca de Kira como expulsadas de un modo involuntario. Estaba completamente cortada, sorprendida y enfadada a la vez.
¿Qué había pasado para que toda su vida diera ese giro en tan poco tiempo? Su viaje habías cambiado de ir a casa de una familia "bien", estructurada como Dios manda y con una situación económica aceptable que pudiera proporcionarle un bienestar al que estaba acostumbrada en España. A una casa de mala muerte, que necesitaba una reparación más que urgente. Y en la que vivía una chica desaliñada, con ojeras de haber dormido poco, un moño hecho deprisa y corriendo y la ropa a medio poner.
- Kira, esta el Eli - Nos presentó John. Luego miró a la castaña casi pelirroja que tenía delante - Eli, Kira.
La castaña sonrió abiertamente mientras que la rubia agachó la mirada al suelo decepcionada y contrariada.
- Bueno, ya se que quizás no es la compañía que esperabas - dijo el chico - Pero descubrirás que es buena chica.
- ¡Jhon! - dijo Eli en cierto modo enfadada por como la describía el joven.
- Primero acabate de abrochar los pantalones y luego me dices que me calle - la recriminó dejando en evidencia que tenían una relación más cercana. Que ya se conocían de antes o que quizás ya habían llevado a otras personas de intercambio con anterioridad a ese sitio.
- Me gustan más así - le respondió ni corta ni perezosa.
Eli era más o menos de la misma altura que Kira. Tenía la melena un poco por debajo de los hombros, lisa. Sus ojos eran verder como zafiros y tenía una expresión de canalla en el rostro. Era delgada y poco voluptuosa. También parecía que no se preocupaba demasiado por su aspecto pues llevaba un jersey más bien viejo que le caía por un hombro y unos vaqueros rotos y abiertos que dejaban entrever una ropa interior negra más bien deportiva.
- Ay señor - John se llevó las manos a la frente como indicando que la daba por perdida - Kira - cambió el foco de atención en ese momento - Lo que necesites ya sabes donde estamos. Bienvenida a Londres y deseamos que tu estancia sea lo más cómoda posible.
- "Si, comodísima..." - pensó la rubia a la par que hacía una mueca que distaba mucho de ser una sonrisa.
- Deja, yo te ayudo - dijo Eli al ver que su nueva compañera iba a coger la maleta - Soy pequeña pero soy bastante fuerte - añadió - ¡Adios John! - fue lo último que dijo cuando cerró la puerta con el pie mientras comenzaba a andar hacia el interior de la casa.
Kira arrugó la nariz. Dentro de aquella casa se mezclaban los olores. Pero, uno de ellos, claramente era de marihuana.
- "Que bien, aparte de desaliñada y sucia: Drogadicta" - volvió a decir para sus adentros aunque algo debió de verse por fuera pues su nueva compañera la miró extrañada.
- ¿Pasa algo? - preguntó más por curiosidad que por preocupación.
- NO - respondió sorprendida y un poco agitada al sentirse como un libro abierto durante unos segundos. De hecho, sus mejillas se sonrojaron ligeramente.
- Vale, vale, no te alteres - respondió mientras seguía su camino y reía a la vez - Eres mona.
¿Mona?¿Qué significaba eso?¿Porqué la trataba como una niña si ni tan siquiera se habían conocido?
- Mona sera tu p.... - le salió instintivo pero finalmente sus formas ganaron y no terminó la frase.
- Bueno, bueno, vaya genio nos gastamos - le respondió simplemente sin ni tan siquiera inmutarse - Nos llevaremos bien tú y yo.
Siguieron caminando y comenzaron a subir las escaleras que llevaban al piso superior y que se quejaban cada vez que daban un paso. El olor comenzó a cambiar y, lo que ahora predominaba, era el de madera vieja y ligeramente húmeda. La luz no es que acompañara mucho ya que, entre que Inglaterra no era un lugar luminoso, no había demasiadas ventanas en la casa y las luces no estaban encendidas, poco más y tenían que ir a tientas. Kira tendría que tener algún complemente para moverse por el hogar si esas iban a ser las condiciones que imperaran en cada momento.
Había tres puertas arriba: una al lado de la otra y la tercera en una pared contigua. Se dirigieron a la que quedaba justo entre las tres y la empujó para que se abriera de par en par.
- Esta será tu habitación Kira - la informó - No es nada del otro mundo pero para que lo vas a estar en casa creo que te servirá. Dormir, asearte y guardar las cosas ¿No es así? - preguntó como buscando más información acerca de las intenciones de la rubia.
- Estás en lo cierto - realmente no quería pasar más tiempo del necesario en aquel lugar de mala muerte.
- Yo duermo al lado - haciendo un gesto con la mano a la puerta que quedaba a escasa distancia de la suya - Asi que, si piensas traerte algún ligue: gime bajito, tengo el sueño ligero.
- "¿Ligue?¿Pero de que coño va esta tia?" - pensó mientras se le subían un poco los humos a la cabeza - No se que habrás pensado de mi, pero yo no soy de "esas" - dijo con desdén dejando entrever que Eli si parecía de "esas".
- Yo no digo nada, ni que seas ni que dejes de ser - dijo mientras se reía - Sólo te digo cosas que deberías tener en cuenta si en algún momento "pasa" - siguió diciendo - Tranquila, a mi no se me escuchará.
No le quedó muy claro porque pero, por un segundo, se imaginó a aquella chica en medio de una relación y sus mejillas se sonrojaron. Rápidamente apartó la mirada.
- Vale - dijo simplemente.
- Para lo que quieras, estoy en el salón. Está abajo - informó - Acomodate, estás en tu casa.
- Un segundo - la paró mientras esta se alejaba para salir de la habitación - ¿Y la ducha?
- Es esa puerta de ahí - señalando la tercera - No me llegaba el dinero para tener una ducha en cada habitación, princesa.
- ¿Porqué no te vas un poco a tomar por el culo? - la respondió Kira sin ningún tipo de escrúpulos. Odiaba que la trataran como alguien diferente. Todo lo que pedía o preguntaba en su día a día era "normal". En la casa que la habían prometido era "normal". Aquella chica era la anormal - Dejame sola anda.
- Como quieras .... - dejó caer las palabras mientras se le ampliaba la sonrisa - Princesa.
Cerró la puerta en las narices de la castaña y se sentó en la cama intentando pensar mientras las risas de la otra se filtraban entre los resquicios de la puerta.
-"¿Dónde me he metido?"
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Estudiante de Intercambio
Romance"A veces, algo tan común y normal como es un intercambio para estudiar, se transforma en una experiencia nueva, sorprendente y inolvidable." Kira ha decidido utilizar sus vacaciones de verano para hacer un viaje de intercambio y mejorar su ingles qu...