Alfred tararea bajo preparándose para limpiar la cocina aprovechando que los amos no estaban en casa lo que significaba que no tendría que salir corriendo de un lado a otro limpiando el desastre del más que enérgico amo Dick o por las peleas entre todos. Disfrutaba de esos días de paz, incluso el amo Bruce había salido en una cita con el señor Kent y eso es una maravilla, tenía la casa para sí mismo.
Al menos eso estaba pensando antes de llegar a su destino siendo sorprendido por la imagen de su amo Bruce vistiendo nada más que una bata de baño con el señor Kent encimado sobre él. Al oírle ambos se giran y la escena se torna aún más bizarra, o graciosa Alfred en ese momento no puede determinarlo, cuando el señor Kent empieza a balbucear cosas incoherentes mientras se sonroja y el amo Bruce aparta la vista cubriendo su rostro.
—Alfred no es... no es lo que piensas —asegura el reportero tratando de alejarse, pero las piernas de Bruce en sus caderas se aferran con mayor fuerza aumentando su sonrojo—, puedo explicarlo.
—Clark solo... callate —Bruce masajea sus sienes sin mirarlos a ninguno de los dos en un intento desesperado por ocultar su sonrojo.
—No tienen nada que explicar —Alfred recupera la compostura carraspeando—, volveré cuando terminen. Los chicos llegarán en una hora.
Con una sonrisa picara Alfred se retira dejándolos a los dos solos; fue bastante claro, ellos tenían una hora para divertirse y limpiar su desastre. Tal vez piensa Alfred divertido, aprovecharía esa hora para descansar. Nunca estaba de más un poco de tiempo libre.
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