Capítulo V

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Jordan

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Jordan

-Más recortado de este lado, pero no quiero que esta parte la recorten de mas- Kenneth le estaba dando indicaciones al señor que iba a cortar el cabello

Al salir de las escuela, de nuevo me llevaron casi a rastras al auto para venir aquí otra vez, según ellos no teníamos tiempo que perder. A mí se me hacía una estupidez lo que estaban haciendo por mi, porque en realidad no existe posibilidad de que en este plano tridimensional le guste a Daria Lowell.

-Ok, entendí, ahora dejen en mis manos a su amigo y vuelvan más tarde- dijo el peluquero detrás de mí sonriendo a través del espejo

Mierda

Daria

-Daria tienes que salir de tu habitación- escucho la voz de Sam al otro lado de la puerta

-Lárgate de aquí, deja de fastidiar

-Daria por favor, no has salido desde ayer y tampoco has comido, estoy preocupada por ti

-No me interesa, déjame sola

-Daria por favor

-Lárgate a fastidiar a alguien más- Sam suspiró y escuché sus pasos alejarse por el pasillo.

Suspiro y me acurrucó más en las cobijas, la televisión está encendida en un programa de chismes que tanto odio, pero lo dejo para que lo habitación no suene tan vacía. Sé que es inmaduro esconderse de los problemas, pero es la única forma que conozco de hacerlo.
Al menos una vez cada mes caigo en lo Samantha llama depresión, pero que yo llamo crisis nerviosa que hace que no quiera salir de mi cama ni siquiera para comer y el hecho de que el baño esté en mi habitación facilita el hecho de no salir.
Apagó la televisión y y me acomodo para dormir una vez más.

Dulces sueños Daria.

Jordan

Me miró en el espejo y realmente se que el cambio en mi, si fue drástico, mi cabello ya no está todo desordenado por mi cabeza, sino que ahora está más recortado y acomodado a un lado, mi ropa ancha y desaliñada se ha ido y por primera vez puedo decir que estoy vestido con ropa de mi talla; mis lentes desaparecieron y ahora tengo puestas las lentillas que mi madre me compró hace mucho tiempo.

Veo la hora en mi reloj para ver que tenga tiempo de llegar temprano a mi "cita" con Daria. Al llegar a la cefeteria escogí una mesa y vuelvo a mirar la hora, 4:45, aún hay tiempo.

4:55 y no hay señales de Daria, llegamos hace diez minutos a la cafetería, la ropa ajustada definitivamente no es lo mío, siento que en cualquier momento mis piernas no soportarán la presión de los pantalones y explotarán.

5:10 y aún no llega, creo que debería pedir al menos un café para esperar, observó a las personas de las otras mesas. Una señora de unos 30, leyendo y tomando un café, una pareja de adolescentes dándose el lote en una mesa escondida en el fondo. Suspiro y cruzo los brazos esperando.

5:20 y ella aún no llega, veo a la camarera que viene nuevamente hacia mi preguntando si quiero algo o prefiero seguir esperando, niego nuevamente y fijo mi mirada en la puerta con la casi apagada esperanza de que Daría Cruze y se disculpe por la demora, aunque pensándolo bien es Daria, Ella jamás se disculpará por llegar tarde.

5:40 y la esperanza se ha ido por el caño, terminó el café que pedí después de que por enésima vez la camarera insistirá en que tomara algo, dejo la taza en el plato y coloco diez dólares junto a ella, aunque se perfectamente que el café cuesta 4, pero la paciencia que tuvo esa chica conmigo fue infinita. Me levanto y salgo del local abatido, la verdad no sé porque estoy así si sabía que las probabilidades de que Daria me plantara eran enormes, porque ¿Qué chica que lo tiene todo saldría con el nerd al que nadie voltea a ver? Suspiro profundamente mientras siento el celular vibrar, sin ver quién era contesté.

-Hola- suspiré.

-Romeo ¿Cómo va tu cita?-Cole se rió al otro lado de la línea.

-Nada bien si consideras que mi cita ni siquiera se presentó.

-¿Qué?.

-Si, mira después te llamo, no estoy de ánimos en este momento- y sin más colgué la llamada guardando el celular en la chaqueta de cuero que Kenneth eligió para mí.

Llegué a casa y por lo que veo mamá está de turno en el hospital, subo las escaleras de camino a mi habitación donde al llegar me quito toda la ropa para darme una ducha y en cuanto terminó y me coloco una pijama más cómoda me relajo, me acuesto en mi cama y a pesar de ser muy temprano mi cuerpo está agotado. Cierro lo ojos con la idea de que mañana será un mejor día.

Buenas noches Jordan.

Buenas noches Jordan

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Bad Girls Love Good BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora