capítulo 2 • 2da temporada

506 78 37
                                    


Habían pasado los días, Yan An y yo estábamos bien o al menos eso creía.

Me había acostumbrado a su trabajo y aprovechaba esos momentos que estaba solo para limpiar y preparar la cena. Me había vuelto todo un amo de casa, incluso mamá me compró un mandil rosa que decía “I'm the best" en letras doradas, me dio risa cuando llegó con ella pero aún así la uso.

Hoy tenía planeado darle una sorpresa a Yan An e ir por él a su trabajo, me vestí y subí a mi auto. Llegué a donde trabajaba y entré al edificio, me quedé estático cuando lo vi abrazado de un chico, este también era muy alto y tenía la piel pálida.

Dejaron de abrazarse y puse mi mejor cara, caminé hasta ellos.

–Amorrrr. –dije alargando la R y abrazando a Yan An, su acompañante me miró mal.

–Yeo One, ¿qué haces aquí? –estaba nervioso y sorprendido, pero... ¿por qué estaba nervioso?

–Vine por ti.

–No tenías que haberlo hecho, Shin Won me iba a llevar a casa. –supuse que Shin Won era el otro gigantón.

–Sí, yo lo iba a llevar. –dijo el tal Shin Won con molestia. Lo fulminé con la mirada.

–Pero vine. –sonreí. –Vamos, Yan An, la cena se debe estar enfriando.

–Si... Yeo, ¿podría... Venir Shin Won? Como recompensa por no poder llevarme. –me sorprendió lo que dijo, pero no le iba a decir que no, no quería otra pelea.

–Está bien. –le sonreí. Subimos todos a mi auto y me dolió cuando Yan An se subió en la parte de atrás para estar con el maldito de Shin Won.

Llegamos a casa, fui al baño y lavé mis manos, puse los platos y recalenté la comida. Podía escuchar como esos dos reían en la sala, lo que yo creí iba a ser una hermosa cena entre nosotros dos, terminó siendo yo como el colado y no el tal Shin Won.

Serví la comida y le avisé a Yan An. Nos sentamos los tres en la mesa y comenzamos a cenar, ellos platicaban entre ellos y me ignoraban por completo.

Terminamos de cenar y Yan An acompañó a su amigo a la puerta mientras yo me iba a bañar.

No quería ver Yan An así que me acosté y me dormí al instante. Al día siguiente desperté y Yan An no estaba. Esa era su costumbre ahora, se iba a temprano y regresaba tarde.

Fui a la universidad y seguí con mi día aunque estaba un poco triste, decidí ir a ver a mi abuela, ella siempre me aconsejaba y justo en ese momento necesitaba de ella.

Llamé a Yan An para avisarle que iba a estar con mi abuela, creí que recordaría que siempre iba con la abuela cuando estaba mal, pero no lo hizo. Le compré flores, girasoles, sus favoritas y fui al asilo donde se encontraba. Espero que me recuerde ya que tiene alzheimer, una noticia que nos dolió a todos. Mi tía, muy cruelmente la internó en un asilo ya hace un año, papá quería sacarla pero ella dijo que quería estar ahí, con los amigos que hizo.

–Buenas tardes, vengo a ver a la señora Yeo Chang Jun. –le dije a la recepcionista.

–¿Qué es de ella?

–Su nieto. ¿Puedo verla?

–Sí, venga conmigo. –me guió hasta la habitación de mi abuela. Tocó a la puerta. –Chang Jun, tienes visita.

–Que pase.–se escuchó del otro lado de la puerta. La mujer se fue y entré. Ahí estaba mi abuela, sentada viendo el televisor.

–Abuela. –la llamé y volteó a verme.

–Chang Gu, hijo. Ven aquí. –fui y la abracé, la extrañaba mucho.

–Mira,te traje esto.–le entregué los girasoles.–¿Qué ves? –me senté en el piso a su lado.

–Mi novela. –sonrió y yo lo hice también. –Dime, ¿qué te atormenta?

–Abuela... A veces das miedo. –reí.

–Te conozco mejor que tu mismo.

–Cierto...Abuela, sabes que me casé...

–¿Te casaste? ¿Quién es la afortunada?

–Abuela, sí, y no es una chica, es un chico. Yan An, me casé con Yan An. –tomé su mano. No recordaba y eso dolía pero no podía hacer nada.

–¿El chino gigantón? –asentí sonriendo. –¿Y que pasa con él?

–Hemos peleado mucho este tiempo y no quiero que sea así.

–Nadie quiere pelear con la persona que ama, pero es algo que no se puede evitar, Chang Gu. Tu abuelo y yo peleábamos mucho, incluso pensamos divorciarnos pero nos dimos cuenta de que nos amábamos mucho como para separarnos, no podíamos estar el uno sin el otro. Sólo espero que tu y el otro joven sientan lo mismo, no quiero verte triste. –acarició mi mejilla. –Te recomiendo algo, siempre hazle sentir amado. No lo olvides.

–Gracias, abuela.

–Ahora ve con él.

–Gracias, abuela. Te quiero, vendré mañana, te lo prometo.–le di un beso en la frente y la abracé otra vez. Salí de su habitación y caminé a la salida, le agradecí a la recepcionista, llegué a mi auto y conduje a casa.

Llegué, todo estaba silencioso. Pensé que Yan An aún no llegaba pero escuché unos jadeos en la habitación. Pensé que Yan An estaba masturbándose. Que idiota.

Llegué a la habitación y sentí mis ojos cristalizarse, Yan An estaba en nuestra cama con otro hombre.

–Que bonito. –dije con rabia. Ambos voltearon a verme y vi que era Shin Won.

–Chang Gu, no es lo que crees...

–¡¿Entonces que es?! ¡Estás en nuestras cama con otro hombre! No me digas que sólo te estaba haciendo cosquillas.

–Chang Gu...

–¡Lárgate de mi departamento! No quiero verte. –me Apoyé en la pared e intenté regular mi respiración. –Mañana tendrás la carta del divorcio, Yan An. Así podrás ser feliz con este.

–Lo siento...

–Vete. –los dos se vistieron y salieron. Empecé a llorar, ¿por qué, por qué lo hizo?

Media hora después de llorar, decidí tomar el colchón y todo lo que tenía y lo saqué del departamento. Lo llevé hasta la parte de abajo y lo tiré en la basura.

Volví a casa y recordé que tenía una tarjeta de un amigo de papá que era abogado. Le llamé y me explicó todo. Empaqué mis cosas y me fui a casa de mis padres. Por suerte no estaban.

Estaba muy triste, nunca esperé que me hiciera eso.





Best Friend | YanOneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora