SIETE

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El hombre sentado en el sofá se dirigió al pequeño grupo reunido en su apartamento.

-Caballeros -comenzó diciendo lentamente-, tal vez algunos de ustedes ya saben que Duncan ha decidido no ser mi compañero de fórmula. Nos hemos quedado, pues, sin candidato. Amigos, tenemos que anunciar un nuevo candidato sin demora, alguien que sea tan bueno como Duncan, y digo esto a pesar de las penosas revelaciones acerca del pasado de Duncan que lamentablemente han adquirido cariz público . Schneider tomó la palabra.

-Aun Duncan no fue fácil de conseguir -dijo-, y no nos engañemos... ¿a quién vamos a conseguir tan a último momento? Shellman no va a dejar su empresa. No creo que ni siquiera podamos considerar a Frank, dada su pobrísima actuación como presidente de la Universidad .

-¿Que les parece George? -sugirió una voz.

-George acaba de salir de otra operación... la segunda en tres meses. Su salud es un impedimento obvio. En la habitación reinó el silencio. Fue entonces cuando O'Flaherty se decidió a hablar.

-Creo que puedo sugerir a alguien -dijo con voz pausada-. ¿Qué les parece Chauncey Gardiner? -Todas las miradas convergieron en el hombre que, sentado en el sofá, bebía su café.

-¿Gardiner? -repitió el hombre del sofá-. ¿Chauncey Gardiner? Realmente, no sabemos nada de él. Nuestra gente no pudo hallar ni un bendito dato. Por cierto que él no ha sido de ninguna ayuda: no ha pronunciado una sola palabra acerca de sí mismo desde que se instaló en casa de los Rand hace cuatro días...

-Pues entonces quiero dejar sentado -dijo O'Flaherty- que eso me hace considerar a Gardiner como una posibilidad todavía mejor.

-¿Por qué? -preguntaron varias voces a coro.

O'Flaherty habló con soltura:

-¿Cuál fue la dificultad con Duncan? ¿Con Frank y con Shellman y con tantos otros que consideramos y que nos vimos obligados a rechazar? La dificultad fue siempre que tenían demasiados antecedentes, demasiados. El pasado de un hombre lo mutila: sus antecedentes se convierten en un pantano que invita a escudriñar. Movió los brazos agitadamente.

-Piensen en cambio en Gardiner. Permítanme que haga hincapié en un hecho que acaba de mencionar alguien muy autorizado: Gardiner carece de antecedentes. No es, ni puede resultar objetable para nadie. Tiene buena presencia, se expresa con propiedad y sale bien en la televisión. Además, por lo que atañe a sus opiniones, parece ser uno de los nuestros. Eso es todo. Está muy en claro lo que no es. Gardiner es nuestra única posibilidad. Schneider apagó su cigarro, aplastándolo.

-O'Flaherty acaba de tener un acierto -dijo--. Algo bueno. Hum... Gardiner, Gardiner. Entró un camarero para servirles humeante café recién hecho; la discusión proseguía. Chance se abrió paso hacia la salida entre una multitud de parejas de bailarines. En sus ojos subsistía aún una imagen tenue y borrosa del gran salón de baile, de las bandejas de bebidas en el buffet, las flores de muchos colores, las botellas brillantes, las filas tras filas de copas rutilantes. Alcanzó a ver a EE en el momento en que la tomaba en sus brazos un general muy alto, lleno de condecoraciones. Pasó entre los flashes de los fotógrafos como a través de una nube. La imagen de todo lo que había visto fuera del jardín se desvaneció. Chance estaba desconcertado. Reflexionó y tuvo ante sí la imagen empañada de Chauncey Gardiner recortada en un charco de agua de lluvia estancada. Su propia imagen también había desaparecido. Atravesó el vestíbulo. Por una de las ventanas abiertas entraba el aire helado. Chance empujó la pesada puerta de vidrio y salió al jardín: tensas ramas plenas de nuevos vástagos, gráciles tallos cargados de pequeños retoños se elevaban al cielo. El jardín estaba en calma, sumido aún en el reposo. El viento arrastró unas ligeras nubecillas y la luna brilló en todo su esplendor. De tanto en tanto, se oía el susurro de las ramas que, sacudidas ligeramente, dejaban caer pequeñas gotas de agua. Un soplo de brisa descendió sobre el follaje y buscó abrigo entre sus húmedas hojas. Ni un solo pensamiento turbó la mente de Chance. La paz reinaba en su corazón.

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⏰ Última actualización: May 22, 2014 ⏰

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