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Otro aburrido día de trabajo ¡no soporto a mi jefe!  No entiendo porque acepté este empleó
Siempre es :  “Adeline lava los baños ” “Adeline has el cqfe ” “Adeline..... ”

- Adeline atiende la mesa ocho - dijo esta vez Emma, mi odiosa compañera de trabajo— Ella podría ser agradable, sino cargara siempre una actitud de mierda

—Si señora—

La dichosa mesa está ocupada por un hombre con un traje elegante y un maletín de abogado, a decir verdad no parece muy gentil que digamos.

—Bienvenido a black coffee la cafetería que lo mantiene caliente, Desea ordenar caballero—

—Adam—me extendió su mano—mi nombre es Adam Courille—

Como si me importara su nombre.
—Un gusto...¿ Adam que desea ordenar?—

—Ummm... un frapuccino—

—Vuelvo en un momento—

(....)

—Señor acá está—Adam se gira bruscamente y ¡bota la bandeja!
¡ Este maldito personaje voto la bandeja! Este señor no tiene cerebro

—Perdone señorita— Dice ocultando una risa, maldito arrogante

—¡¿A usted que mierda le pasa?!—grite molesta—

—Disculpeme señorita—sonrie— No fue mi intención

—Ahh sí claro no hay problema no se preocupe—dije cínicamente—¡Solo tendre que pagar el café y encima de todo  comprarme otro uniforme, El café Mancha señor!—

—Se supone que aquí deben de tratar bien al cliente—mira hacia todos lados—Pero al parecer ustedes no tratan bien a el cliente—

—Ohhh claro que sí tratamos bien a el cliente—hacia ademanes con mis manos— ¡Pero cuando el jodido cliente no derrama el café sobre mi ropa!—

Adam no dijo nada solo se dió la vuelta y se fue.

—¡pierdete imbécil!— n

—Adeline, ¿Que fue lo que pasó?—Problemas—

—El señor derramó el cafe— murmuré—

—No por eso tenías que gritarle Adeline—creo que se enojo

—Pero mancho mi uniforme

—eso no es excusa, el cliente siempre tiene la razón, que no Se te olvide

—pe...pero...

—pero nada ¡Tienes una semana aquí! una semana adeline y acabas de hechar a un cliente— Grito molesta

—Disculpeme—

—El café será cobrado de su sueldo Adeline—Mierda lo sabia

— ¡No es justo! — exclamó

— La vida no es justa— Dice con tono arrogante, la odio

Ella deja de prestarme atención para ponerse a mirar a todos los lados

— ya se hace tarde— dijo mientras caminaba hacia la cocina

— ¿Tarde para qué?

— Para la crítica—dijo con tono de obviedad

—¿Crítica?

— Tu si es que eres muy ignorante— Dice mientras niega con la cabeza y empieza a servir café— hoy se suponía que iba a venir Adam, un crítico  del periódico Noti-Stail, pero ya es hora de cerrar y aún no llega...

Black CoffeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora