Aun después de despertar tuvo que permanecer unos días más en la enfermería, recibió varias visitas de sus compañeros de casa, los cuales le hicieron sacar varias risas aunque dolorosas por sus heridas. Como era de esperarse, ni Draco y las hermanas Greengrass habían hecho acto de presencia en la enfermería, lo cual tenía sin cuidado a la morena, pese a que aun tenia sentimientos por la menor de las Greengrass, sentía que solo el tiempo iría borrando aquello hasta el punto de volver a ser como antes, una amiga más y en cuanto a Daphne, no tenía ganas de verla pero era algo que iba a ser inevitable ya que además de ser compañeras de casa, también eran compañeras de habitación y el encuentro era inminente, tarde o temprano tendrían que hablar.Hoy era el día en el cual retomaba sus clases con normalidad, iba con una sonrisa radiante como le era habitual, disimulando ciertos dolores que le acongojaban. No tuvo la necesidad de ir a su sala común, ya que su compañera Millicent le acerco sus pertenencias. Pansy caminaba hacia el comedor lentamente, aun tenia vendas en su cuerpo y le incomodaban con el uniforme, todo iba bien hasta que alguien se cruzo en su camino colisionando con ella y enviándola al suelo, una mueca de dolor se dibujo en su rostro.
- ¡Lo siento! Yo... - Un despistado pelirrojo estaba parado sin hacer nada seguido de su novia Lavender.
- ¡Ten más cuidado animal! - Pansy estaba intentando reponerse pero el dolor de sus heridas en su cuerpo se lo dificultaban.
- ¡Parkinson! - Bufo el pelirrojo con desagrado, aun recordaba el castigo que recibió por culpa de esta - ¡Vámonos Lav! Que se quede en el suelo como la serpiente rastrera que es - Tomo de la mano a su novia y siguió su camino, dejando a la morena en el suelo.
Pansy estaba adolorida y temía que algunas de sus heridas se abrieran, el empujón del pelirrojo fue muy fuerte. Intento recoger su morral el cual contenía alguna de las pociones que la enferma le había recetado en caso de ciertos dolores.
- ¿Buscas esto? - Pansy dirigió su mirada a una castaña a escasos centímetros de ella, seguida por una pelirroja - No te muevas más, te ayudare.
- ¡Puedo hacerlo sola! Mi dignidad quedo literalmente por el suelo - Ambas Gryffindor no pudieron evitar sonreír por el sarcasmo tan propio de la Slytherin.
- ¡Oh vamos! No digas tonterías, apenas puedes moverte, pareces una tortuga.
- ¿Una qué?- la morena le miro con duda.
- ¡Ah! Verdad... es un...supongo que menos sabes lo que es un reptil, emmm ¡Lenguaje muggle - Sin darle posibilidad de refutar y sin previo aviso la castaña cogió suavemente el brazo de la morena, para evitar dañarla y lo paso por su hombro haciendo que la Slytherin se pusiera de pie. Ambas chicas se miraron y sonrieron, después de todo lo acontecido una secreta "amistad" se estaba formado, mientras que Ginny miraba muy alegre aquella escena de ambas chicas.
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- Vamos tienes que tomártela - Aludía la castaña algo harta de la conducta infantil de la morena, había estado insistiendo durante unos diez minutos a que se tomara su medicamento.
- ¡No quiero! Debe saber feo - Esta hacia muecas.
- ¡Vamos Parkinson! No tengo todo el día ¡Tómatela!
- ¿Y qué me das a cambio si me la tomo? - Le miro con una expresión de picardía y una sonrisa de lado.
- No vengas con chantajes y ¡Tómatela! estoy perdiendo la paciencia
- No...no...y no - La Slytherin cruzo sus brazos, no pudo esconder el gesto de dolencia, pues sus brazos al igual que gran parte de su cuerpo poseían vendas, aquella acción no paso desapercibido para la castaña, que aun pese a todo no podía evitar pensar que si no hubiera sido por la intervención de la morena, ella estaría en aquella camilla, un sentimiento de culpa le invadió pero también de gratitud.
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La Amortentia no crea amor, pero quizás te guíe a èl
FanfictionPansy Parkinson, una chica de sangre pura y princesa de la casa de las serpientes, tiene un romance secreto con la menor de las hermanas Greengrass, nunca nadie le dijo que nada es como realmente lo parece. Hermione Granger la mejor bruja de su edad...