Sed

131 5 5
                                    

Lo importante es que aún no saben mi identidad, un gusto soy Vannia Grimes, tengo 17 años, desde que tengo 11 estoy un poco (mucho) loca.

Empecé matando animales, pobres, por ellos si siento lástima, tengo más corazón para ellos que las putas personas.

— ¡Detente! -me perseguía unos tres policías, por ahora, ya debieron reportarme en las oficinas.

— Hasta crees, infeliz -reí y levante mi dedo medio, aún corriendo.

Hablemos de mis víctimas: inicio ganando su confianza, soy tierna, graciosa, la niña linda y es ahí cuando aprovechó, un descuido y terminan dormidos.

¡Bang!

(Mierda, ya empezaron a disparar) -entre al patio de una casa, en la colonia donde estaba, todas las casas daban la espalda al bosque, era mi ruta de escape.

Cuando me empezaron a perseguir los idiotas se descuidaron me oculte en un árbol, los llevaba al sitio equivocado, la "zona prohibida" estaba al lado contrario.

Los perdí, volví a correr y ya estaba frente a mi, la hermosa neblina que me llevaba a mi hogar.

— Sólo unos metros -me anime a correr más rápido, pero, de ahí,  de aquella neblina que siempre me protegió, salieron ellos.

— Te tenemos, maldita.

Ya me apuntaba con un arma y no era el único, había más de 10, por instinto me detuve un poco y salte a un árbol que estaba a mi izquierda, lo trepe casi hasta la cima, de ahí pase a otro y a otro así para confundirlos.

Volví cerca de la ciudad, podía ver claramente a los oficiales que rodeaban el bosque, mierda... Creo que eran todos los policías de la ciudad o de las ciudades vecinas.

Me detuve en un árbol muy frondoso para pensar mis opciones, a lo lejos, bueno no tanto en realidad, ví un túnel debajo del puente donde había cuatro de ellos.

Baje lentamente y pase por las sombras para que no me vieran.

— Ja, idiotas -hable con orgullo.

— Te escuche.

¡Bang!

¡Puta madre! Había uno abajo. Llamó a los demás y no me quedo de otra que entrar al tunel, no veía nada, tuve que sacar mi celular, si tengo uno y sorprendentemente no lo robe, me lo compre yo, putos.

Perdón, me salí de la persecución, puse rápido la linterna y alumbre mi camino.

Cada vez hacia más frío, no disparaban por que el túnel tenia varias grietas, parecía que caería sobre nosotros, era bastante viejo el lugar.

Me estaban alcanzando, intento ir más rápido, pero no puedo, siento mi garganta seca, frío por mis mejillas, creo que perdí, pero seguí, me motive a seguir corriendo y justo en ese momento pise algo que casi hace que me caiga, que vergüenza... Mire rápido que fue eso y ¿un globo?

¿Qué?

Es color azul, luego apareció otro, y otro, y otro.

Ví máximo siete, el último tenía algo viscoso negro encima, incluso estaba pegado a la pared.

Varios policías dejaron de seguirme, ahora eran unos seis.  

— ¡AHHH!

Escuchamos algo pesado caer al suelo.

Todos nos detuvimos a ver, el hombre tenia un cuchillo clavado en el ojo derecho, ya está muerto.

Me encanto, pero no fui yo, una decepción.

Los otros cinco levantaron sus armas.

— ¿Cómo lo hiciste eso, perra? -me apunto con su arma- Responde.

— Eh, tranquilo -levante mis manos como si me rindiera- No fui yo, pero vaya que eso me gusto -sonreí coqueta y lleve mis dos manos a mi espalda sacando mi hacha, baje una de mis manos hasta mi tobillo y saque un cuchillo algo pequeño.

¡Bang!

Bala perdida, quedó en el techo y algo de escombro cayó a mi lado, volvimos a mirar y el tipo que murió primero ya no tenía el cuchillo, el segundo tipo que murió tenía su garganta abierta, ya no estaba el cuchillo.

Relamí mis labios y mordí un poco mi labio inferior- Pero que rico se ve, es A-.

Me refería a la sangre, obviamente, se veía como una cascada fresca manchando su uniforme, creo que queda claro que bebo sangre, desde niña tengo esa maña, me cortaba por "accidente", siempre me llevaba la zona lastimada a la boca y succionaba el líquido.

Mi pequeño instinto por beber sangre se activo y me acerque sin hacer ruido al chico más cercano a mi, estaba temblando, es novato, no lo había visto.
Le reste importancia y le clave la hacha en su la cabeza, los otros miraron, gire mi mano para volver a tomar la hacha rápido, ahora gire todo mi cuerpo y la lancé con fuerza, se estrelló en su rostro.

Yo suelo ser limpia, odio desperdiciar sangre buena, pero cuando tengo sed, es inevitable, aparte deje la sangre de aquella familia que recolecte antes y todo por estos buenos para nada.

— A-alejate -tiro su árma- No diré nada, no me mates... Por fa-

— Cuidado -dije aún sonriendo levemente.

Sangre empezó a salir de su cuello, de una rajada en vertical,  se veía la punta del cuchillo que había sido clavado en la parte de atrás de su cuello.

—  Wow.

Cuando el último cuerpo cayó pude por fin mirar al causante de las tres muertes, un chico, tenía una sudadera negra, se le notaba muy poco su cabello castaño, pero sobre todo su máscara azul con dos agujeros negros de los cuales salí algo negro viscoso, como en el globo.

— ¿Quien eres? -me hinque para tomar mí hacha- No muerdo, tranquilo -hable calmada mientras limpiaba la cuchilla de mi hacha y la volvía a dejar en mi espalda, el cuchillo ni lo usé, pero aún lo tenía en mi mano.

El tipo me seguía con la mirada, no se movía, yo seguía hincada, tome el cuerpo que callo al último lo levante un poco, encaje el cuchillo en el costado de su cuello y lo baje haciendo una cortada profunda, y algo larga, como unos cinco centímetros.

La sangre comezón a salir como en una fuente, la cubrí mientras aún no la tomaba– ¿Quieres? –señale con la mirada la herida.

Él ladeo la cabeza confundido, no pude evitar reír un poco, después me encogí de hombros y lleve mi boca a la herida recién hecha, clavé mis dientes un poco haciendo que saliera más sangre, de tanta que salía se desbordó por la comisura de mis labios.

En eso el tipo se abalanzó contra mi, caí de espaldas soltando el cuerpo– ¿¡Qué te pasa!?

Me volví a levantar sacudiendo mi ropa, lo miré enojada y volví a ponerme el cubre bocas– Oye, calmate, tomaste demasiado enserio tu disfraz.

Mirándolo detalladamente me di cuenta que parece Eyeless Jack, no se veía como una máscara y ya, se veía tan real, pero no dije nada antes.

Después de unos minutos volvió a tirarse contra mi, soltaba muchos golpes, pero sin su cuchillo, pensé que me mataría también.

Me di cuenta que estaba queriendo golpear mi cuello, de suerte me soltaba y varias veces lo esquivaba como podía, note que me quería donde quería golpearme exactamente, así que hice que deje que me "golpeara" el cuello y fingí desmayarme.

Tú, eres mia y de nadie mas - Jeff The Killer y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora