Tú, eres mia y de nadie mas - Jeff The Killer y tú

Fix

- Si me matarás, hazlo rápido -hable segura, pensando bien lo situación, prefiero morir por algo sumamente increíble que una silla eléctrica ó pudrirme en la cárcel.

- ¿No tienes miedo? -habló Bloody con una de sus manos en su cuello, donde lo había herido, su otra mano recogía su cuchillo del suelo.

- ¿Por qué lo tendría? Todos moriremos en cierto punto y prefiero morir aquí en vez de una silla eléctrica.

Todos los presentes me miraban más sorprendidos, sus ojos estaban más abiertos, ¿eso es posible?

- Ahg, ya matala, Slender -miré quien habló esta vez... Jeff the Killer, su sonrisa era más grande, sus ojos, yo soy realista, es casi como me lo imaginaba, daba miedo, su aspecto era horrible, no tanto como lo imaginé, la verdad, lo imaginaba peor, no está tan mal.

- Sí, ya matame -salí de mi trance y miré a Slender.

Slenderman giró su cabeza, "mirando" a Hoodie y Masky. Ellos se tensaron y dieron unos pasos hacia atrás, estaban asustados.

- Oh, no -habló Hoodie.

- ¿Estas bromeando? -luego Masky.

Los dos parecían ahora en shock, con otros tentáculos Slender los tomó del cuello como amenaza.

- O-okey -dijeron al mismo tiempo.

(...)

- Eh...

Ahora estaba amarrada a una silla, en no sé donde, sólo había un foco que me alumbrada a mi, lo demás no se veía, estaba completamente oscuro.

Hasta que una puerta se abrió, se veía la silueta de Slender y otra más recargada en el marco de la puerta

- Ya quiero escuchar sus gritos jajaja.

Abrí mis ojos como platos e intente mover mis brazos, un intento fallido por sacarme la cuenta de las manos.

- Mierda... -susurre.

Encendió la luz y se escucho como cerro la puerta, la luz me cegó por unos momentos así que cerré mis ojos y baje un poco mi cabeza.

Parpadeo unas cuantas veces para acostumbrarme a la luz, al poder hacerlo, entró en pánico... Era el laboratorio de Slender y no era tanto para pociones mágicas y todas esas cosas que salen en los fics, es más bien de... Tortura

- ¿Encerio me matarás lentamente?

Ví como negaba a mi pregunta lentamente, tomó algo muy filoso... Un bisturí demasiado largo a mi parecer.

Se acercó a mi rostro, con su tentáculo me tomó del mentón levantando mi mirada, acercando esa mierda a mi cara.

Ay, no.

- ¡Ahhhhhh!

Antes del grito~

- Hoodie~ Masky~ vamos, díganos que le hará.

- Pues...

- Esto es malo... -dijo Masky mirando a la ventana.

- Ya quiero escuchar sus gritos jajaja.

- ¿Gritos?

- Dime... -mira a Nina- ¿Quién al entrar al laboratorio de Slender no...

- ¡Ahhhhhh!

Todos miraron la puerta y solo uno sonreía con gracia.

- Ah~ música para mis oídos -menciono Jeff aún recargado.

(...)

Desperté después de no sé cuanto tiempo, me intente levantar pero no puedo, me duele todo, no veo nada, esta completamente oscuro...

Siento... Algo correr desde mi frente, pasando por mis mejillas hasta mi cuello... Lentamente lleve mis manos a mi frente, a mi cuello, es mi sangre.

Tengo una herida demasiado grande en el cuello, pero no profunda, Slender si sabe torturar, duele como la puta madre, al menos aún puedo hablar.

- S-slender...

Solo recuerdo dolor, incluso llore... Llegue a mi límite y me desmaye, tengo una venda en mis ojos eso es obvió, mis manos atadas por delante, mis tobillos están encadenados a no se que mierda.

Pero... Paso algo más, no recuerdo, sólo...

¡Zorra!

Una voz... No, dos...

¿Por qué esa cara larga?~

Esas voces...

Déjame arreglarte~

N-no...

Yo secare tus lágrimas~

- ¡Malditos! -por impulso a recordar a esos bastardos me moví de manera brusca, mala idea, me dolió todo el cuerpo.

- ¿Ya despertaste, niña? -apuesto que es a quien tire desde que llegue, me pateó la pierna, no había visto quien era.

- No, como crees -según yo mire en donde el estaba, como pude me senté con la mirada baja- Habló dormida, cabr- ¡Ahh, puta madre!

Me había golpeado el estómago, lo siento, simplemente soy así, no importa el momento, yo soy la mamona, ¿ok?

- Cállate, ¿si? -parecía enojado... ¡Me encanta ser tan sarcástica y mamona!

Volviendo a mi dolor, empezaba a darme unas punzadas en mis ojos, pero no por la venda o algo así, me dolía en la parte interna.

- Muévete, Painter, la quieren ver -mierda, había tirado dos veces a Painter, de seguro estoy en su lista negra.

Esa voz no supe de quien fue, fue tan ronca, rasposa, escalofriante con burla en cada palabra, no sé quien sea, pero apuesto que esta sonriendo al verme así.

Me quitaron las cadenas de mis tobillos y me tomaron del antebrazo para que me levantara, cosa que apenas pude, apenas sentía mis piernas.

Salimos del cuarto y sigo sin ver nada, ni un poco de luz bajo la venda, absolutamente nada, quizás aún sea de noche.

- ¡¿Qué mierda?!

Gire mi cabeza a varias partes, como si buscara algo, me detuve dejando mi rostro en dirección a mi derecha- ¿Tan mal me veo? -dije algo divertida, relamí mis labios, que asco tenía algo en la boca aparte de mi sangre, sabía a medicina, rápido escupí ese sabor al suelo.

- Tu nombre...

Esa voz escalofriante otra vez.

- ¿Nombre? Vannia -hable obvia, pero resulta que esa no era la respuesta que esperaban, me había golpeado la cabeza, no muy fuerte, pero sin energías caí fácil al suelo.

- Fix

- ¿F-fix? -había agachado mi cabeza al escuchar ese susurro.

Escuche un sonido de aprobación viniendo de la misma persona, me tomó de mis mejillas y me levanto lo suficiente como para verme detalladamente.

- Pues bienvenida, Fix.

- ¿Qué?

- Ahora eres una creepy.

- ¿¡QUE YO, QUÉ?!

- Serás una de mis proxys.

- S-slender...