C A P Í T U L O II

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Axl's POV

Llego rápido al edificio, algunas personas me intentaron saludar pero las ignoré completamente, me abro paso por los pasillos hasta que llego a los sanitarios. Me encierro en uno, azotando la puerta y poniendo el pestillo de forma desesperada. ¿Cómo se le ocurre a Zero llevarme en una cita con X? Y sobre todo... ¿EN QUÉ RAYOS PENSABA CUANDO QUISO DECIRSELO AHÍ? Había mucha gente, ¡Demasiada! ¿Acaso no pensó en cómo iban a reaccionar las demás personas? Cuando estaba en su cubículo antes de que llegara X, él mencionó que quería decírselo lo más pronto posible con la finalidad de no herirlo más y agravar el problema... Pero no pensé que fuera en serio. Siento mi corazón latir rápidamente y mi respiración está agitada. Estoy molesto, Zero casi me arrastró allí. Yo no quería ir con ellos. Si planea decírselo, mínimo que sea a solas y con ellos dos en una misma habitación, yo no tengo por qué estar ahí.

Las horas pasaron y la noche cayó, poco a poco el edificio se fue vaciando, sólo algunas personas se quedaban para la guardia de noche. Me encontraba en mi pequeño cubículo acomodando algunas cosas, principalmente separando algunos papeles que había recibido por la mañana. Escucho que alguien toca una de las paredes, me doy la vuelta y me encuentro a Zero parado en la entrada, se ve molesto.

— Entra. — musito desviando la mirada y terminando de acomodar las hojas.

— Tenemos que hablar.

— No hay nada de qué hablar. — le interrumpo.

Tomo unas carpetas y me propongo salir para dejarlos en la oficina del jefe, pero Zero me toma del brazo fuertemente.

— Zero, basta... — mascullo un poco aterrado, su agarre es lo suficientemente fuerte como para dejar alguna marca.

Mira para ambos lados para cerciorarse de que no hay nadie en los alrededores, entonces me empuja hacia dentro del cubículo.

— ¿Qué fue lo que sucedió en el restaurante?, ¿por qué te marchaste? — se cruza de brazos y se mantiene firme en la entrada.

Ahogo un suspiro, ¿de verdad quiere hablar de eso aquí?

— En primer lugar, me llevaste a fuerzas allí. — contesto molesto. — Y en segundo, ¿cómo rayos se te ocurre tratar de decirle eso conmigo frente a él?, ¿acaso estás loco? — alzo la voz, dejando a un lado los papeles para no arrugarlos por la rabia que se estaba acumulando dentro de mí.

— ¿No era eso lo que querías por la mañana?, ¿Qué se lo dijera? — alza una de sus cejas y pregunta con voz ronca.

— S-sí... Pero no quería presenciar su drama. — vuelvo a tomar los papeles un poco fastidiado por la charla en el lugar menos indicado. — Si me disculpas, tengo que llevar esto.

— Axl.

Zero intentó detenerme, pero lo evadí, y caminé lo más rápido que pude para que no pudiera tomarme otra vez del brazo. Fui directo a dejar los papeles en el escritorio del jefe, y me quedé fuera de su oficina por unos minutos en caso de que él siguiera ahí. Pasado un rato, verifiqué si no había nadie más y salí sin problemas del edificio.

Recorría las calles de la ciudad rumbo a mi hogar, había poca gente en los alrededores; los faroles iluminaban las largas aceras aunque algunos tenían fallos, encendiéndose y apagándose una y otra vez. Suspiro desanimado. Esta es mi rutina de todas las noches, mi pan de cada día, o al menos la mayoría de veces, sólo cuando no voy a pasar la noche en casa de Zero. Zero. Un dolor en el pecho provoca que me detenga. Me recargo contra un edificio y llevo una de mis manos hacia él. Todo esto es tan frustrante y agotador, y no hablo sólo del trabajo. Ser su «amante» lo es también. Siempre vi a Zero como un chico muy varonil, varias chicas dentro y fuera del trabajo babeaban por él... Hasta que me enteré que salía con X. Él era bastante serio y frío con los demás, pocas veces dejaba expresar sus emociones, pero con X era diferente, cuando estaban juntos siempre se le veía feliz. Y creo que eso terminó por cautivarme a mí. Y todo comenzó como un juego, simple coqueteo entre él y yo, después de todo él fue asignado como mi compañero cuando entré al departamento. Al inicio creí que me seguía la corriente y que realmente lo hacía por divertirse un rato. Y una noche, tan bonita y fría como esta, todo cambió. Nos quedamos solos en el departamento haciendo guardia, los demás habían salido a patrullar o a cenar; y mientras más comentarios pícaros hacíamos, nuestra distancia se fue esfumando, hubo un momento de mucha tensión.... Y luego pasó: nos besamos. Me sentía feliz porque Zero sentía atracción por mí, pero él al pareces se sentía culpable por lo de su pareja. Pasaron días en los que Zero no me dirigió la palabra, lo cual me tuvo sumamente triste; y de un día para otro, cuando me disponía a salir del edificio, me lo encontré en el ascensor y, bueno, cosas volvieron a pasar. Poco a poco nos fuimos acercando más, y ahora henos aquí. Realmente llevamos relativamente poco "saliendo", si así pude llamársele... Porque tengo prohibido ser visto con él en público. Y como van las cosas, probablemente todo será así por siempre.

Después de aquel pequeño descanso, retomé mi camino y dejé por la paz lo que había pasado. Vivo en unos suburbios, en una casa pequeña, y sí, vivo solo ahí. Saco las llaves de mi bolsillo y abro la puerta, enciendo la luz de la sala y procedo a dejar en el piso mi chamarra. Estoy exhausto. Voy hacia la cocina a tomar un vaso de agua y luego me encamino hacia mi habitación, no sin antes apagar la luz de la sala. Me dejo caer sobre la cama una vez que llego ahí. ¿Debería ir a ducharme? Podría hacerlo por la mañana, ahora simplemente me da paja levantarme. Respiro hondo y miro el techo. A mi mente viene esa imagen de Zero molesto. ¿Qué le pasa? Toco mi brazo, justamente donde me tomó. Duele un poco, espero que para la mañana no haya ni un solo moretón o me las pagará. La sensación de antes vuelve a mí y con ella, una pregunta inunda mi cabeza: ¿Zero de verdad siente algo por mí? Yo nunca le he mentido sobre lo que siento, siempre le he sido sincero, ¿pero él? No tengo idea. Cada vez que hacemos el amor — si así se le puede llamar —, al final siempre le digo que lo quiero y él contesta que también lo hace, pero entonces ¿por qué sigue con él? He pasado por mucho a lo largo de mi vida, y siempre fue difícil para mí tenerle confianza a alguien, o "peor" aún enamorarme de alguien... Pero con él todo fue distinto. Zero es la única persona de la que me he enamorado de esta manera, más sin embargo aún no me siento listo como para decir esas dos palabras tan fuertes, no si él todavía está con X. Tengo miedo de exponerme demasiado, de volverme lo suficientemente vulnerable para terminar herido porque él escogió al chico castaño por sobre mí. Los amantes no tenemos mucha oportunidad, ¿o sí? Sólo somos el plato de segunda mesa... Sólo somos los «otros».

— Sólo soy el otro... — susurro con voz quebrada antes de ocultar mi rostro en la almohada.

♦♦♦

A/N: Les dejo otro capítulo esta vez narrado por Axl, espero les haya gustado:)

¡Y otra cosa! Feliz víspera de Navidad:') Y Navidad también xD Esperaba escribir un capítulo con esa temática, pero creo que lo dejaré para días posteriores.

En fin, nos leemos luego

B A D   L I A R [ZeroX/ZeroAxl] [AU]Where stories live. Discover now