B A D L I A R [ZeroX/ZeroAxl] [AU]

P R Ó L O G O

A/N: Antes de que empiecen a leer, quiero decir que esta es mi primera vez escribiendo sobre estos dos shipp, y él primer fanfic que he publicado en este fandom. Espero que les guste mi "alocada" idea.  Me gusta enfocarme en AU,  porque siento que así puedo escribir y adaptar a los personajes a la trama de la historia, y darle un giro un poco diferente.

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No tengo idea de cuándo sucedió, en qué momento me deje cegar, sólo sé que lo he hecho. Que no hay marcha atrás. Suspiro pesadamente y procedo a girarme sobre la cama, a un lado de mí se encuentra aquel chico de cabellos pelirrojos, durmiendo plácidamente mientras se acurruca sobre la sabana. Sonrío para mis adentros al observarlo detenidamente, coloco una de mis manos sobre su mejilla, acariciándola con el dedo pulgar. Noto que se despierta, abre los ojos poco a poco, los cierra unos segundos para acostumbrarlos a la luz que entra por la ventana de mi apartamento. Los vuelve a abrir, me mira con una sonrisa y se acerca a plantar un beso sobre la comisura de mis labios.

— Buenos días, Zero. — dice dulcemente, sin dejar de mirarme se acerca más.

— Buenos días, Axl. — le devuelvo la sonrisa.

Lo tomo de ambas mejillas y deposito un beso en su frente, le escucho reír por lo bajo.

— ¿Deberíamos levantarnos ya? Es un poco tarde. — dice sonriente hundiendo su cara en mi pecho.

Asiento levemente, vuelvo a besar su frente para luego levantarme y sentarme sobre la cama.

— Oye, Zero. — se levanta, se acerca a mí y me abraza por detrás. — ¿Qué harás está noche?

— Si no tengo trabajo extra, creo que iré a visitar a...

— No. — me interrumpe, lo escucho bufar y recarga su frente en mi espalda. — ¿Por qué tienes que ir a verlo?

— Porque después de todo él sigue siendo...

— ¡Pues no debería serlo! — vuelve a interrumpir, esta vez alzando su voz.

Ahogo un suspiro, me giro para verlo, se ve bastante molesto y un poco decepcionado.

— Axl, sólo será esta noche.

— Eso dices ahora... — contesta con voz baja y quebrada, agacha la mirada. — Siempre terminas pasando más tiempo con él.

— Sólo será por hoy.

— ¿Lo prometes? — levanta la mirada, con ojos llorosos y haciendo un leve puchero, su labio inferior tiembla.

Le dedico una pequeña sonrisa antes de acercarme a besarle. — Lo prometo. — susurro en sus labios.

Estaba saliendo de mi apartamento, caminaba hacia donde había dejado mi motocicleta. Axl se fue antes, ya saben, para no levantar «sospechas». Habíamos tomado el desayuno antes de tomar caminos "separados". Avanzo hacia el estacionamiento, abriéndome paso entre los demás vehículos que había ahí. Me acerco a mi motocicleta, me subo y la enciendo.

Logro llegar al departamento de policía donde trabajo en menos de lo que esperaba, en cuanto entro soy bien recibido por mis colegas. Observo la sala, Axl se encontraba hablando con una chica junto a la máquina de café, se ríen y continúan charlando; parece no notarme hasta que paso por ahí, me dedica una sonrisa pícara antes de desearme, por segunda vez, los buenos días. Camino hacia donde se encuentra mi cubículo, estoy seguro que hay una pila de documentos que tengo que revisar en estos momentos. Estos días ha habido poco trabajo, lo cual es un poco extraño pero a la vez bueno, sin embargo, no podemos confiarnos tanto, el crimen nunca descansa. Cuando llego a mi cubículo, me acerco de inmediato a la silla para sentarme, y examino unos folder que habían dejado sobre la mesa. Parece que debo revisarlos. Tomo el primero, lo abro y reviso la información que viene en él. Es un expediente. Me mantengo entretenido leyendo el papeleo que no me percato que hay alguien en la entrada, observándome.

— ¿Te han traído papeleo? — pregunta una voz masculina al otro lado del cubículo.

Dejo los expedientes a un lado y volteo hacia la entrada, X está parado ahí, sonriendo y con dos tazas de café en sus manos.

— Probablemente casos sin resolver. — me encojo de hombros y aparto la mirada.

X se acerca a donde estoy, deja una de las tazas sobre mi escritorio, dándome a entender que beba de ella.

— Gracias. — digo amablemente y volteo a verlo.

— No es nada, Zero. — contesta sonriendo, se recarga contra el escritorio y deja su taza a un lado de la mía.

Acerca lentamente su mano a la mía, la toma firmemente y la levanta, para luego plantar un beso en ella.

— Anoche te extrañé, ¿te encuentras mejor ahora?

Y recordé que le mentí, le comenté que no me sentía muy bien después del trabajo, él había insistido en que fuera a su casa y que cuidaría de mí; pero yo ya tenía otros planes.

— Me encuentro mejor, X, no te preocupes.

— Eso me alegra.

Se levanta y va a abrazarme por detrás, deposita un beso en mi mejilla.

— Me tenías preocupado.

— No era mi intención...

Pone uno de sus dedos sobre mis labios y niega con la cabeza.

— Todo está bien, Zero.

Acerca sus labios a los míos y me besa dulcemente, le correspondo el beso poniendo una de mis manos sobre su mejilla. X toma los costados de la silla para girarla, apoya sus manos sobre mis rodillas y profundiza el beso. Luego se detiene, me mira con una sonrisa y un leve sonrojo en sus mejillas.

— Tengo trabajo que hacer, así que será mejor que me apresure.

— ¿Quieres ir a tomar el almuerzo? — lo veo asentir levemente. — Nos vemos más tarde entonces.

— Te esperaré en mi cubículo.

Y con eso dicho, X me dio un beso pequeño y se marchó. Suspiro y aparto la mirada de la entrada. Siento un sabor agridulce en mis labios, y una sensación amarga recorre mi cuerpo. Me siento mal por X. No debería estar haciéndole esto, no después de todo este tiempo que llevamos siendo pareja. Él no se merece este trato. Y de alguna forma Axl tiene razón, debería terminar con esto de una vez... Pero temo que X no lo tome a bien, él es un chico muy sensible. Y yo soy un completo idiota. Resoplo llevándome mis manos a mi cabeza, tengo que dejar a un lado la situación por un rato, o eso terminará por afectarme en mis labores.