Parte dos: Words fail.

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Parte dos: Words fail.

Tord se sentía indefenso.

Se encontraba ayudando a Matt a preparar la cena de esa noche, mientras Edd y Tom se encargaban de ordenar la mesa, o eso suponían ellos que deberían estar haciendo los otros dos.

—Y, ¿cómo han ido las cosas? —preguntó Matt, mientras decoraba el pastel que había horneado con mucho esmero.

—Bien, eso creo —responde—. Vivimos bajo el mismo techo ¿por qué preguntas?

—Oh, bueno, yo en realidad me refería a cómo han ido las cosas entre tú y Tom, ya sabes, por la culpa del "estúpido destino" —dijo imitando la voz del ojinegro en las últimas dos palabras, recordando el día siguiente al que se dieron los hechos, en el cual el británico no dejaba de de maldecir y balbucear en voz baja un sin fin de incoherencias.

Tord dejó escapar una pequeña risa ante la imitación que hizo el narcisista. —Hubieras sido más específico entonces; y respecto a eso, creo que todo ha ido normal.

—¿Sólo eso?

—¿Y qué se supone que esperas que suceda? Quiero decir, todo esto es confuso y complicado, y la verdad es que yo... —hizo una breve pausa— No creo que realmente esto funcione.

—¿Qué? ¿por qué? —inquirió, dejando el merengue sobre la barra y girándose de vuelta hacia el chico, quien se encontraba a cargo del estofado.

—Porque se trata de mí y de Tom, ambos somos muy diferentes, ¿ves alguna esperanza en que llegue a suceder algo entre nosotros? Se necesitaría un verdadero milagro, además, ni él y yo sentimos algo por el otro —puntualizó, pero sus palabras estaban equivocadas.

—Tal vez no por el momento, todo requiere de tiempo, solo espera y verás —respondió Matt, muy seguro de sus palabras.

Pero eso no pareció alarmar demasiado al noruego, además, él no podía estar del todo en lo correcto.

—Por cierto —Tord llamó su atención—. ¿Qué tal van las cosas con Jon? Llevan más de tres años siendo pareja, además de que pronto abrirán un negocio juntos, y bueno, ustedes aún no.... ustedes no....

Matt completó lo que él intentó decir. —¿No estamos casados?

Tord asintió.

—Bueno, ¿y tampoco te has preguntado por qué la cena de esta noche? —cuestionó, mientras sacaba del bolsillo de su pantalón una pequeña caja forrada de terciopelo negro.

Sus ojos se ancharon y de sus labios se formó una gran sonrisa, Tord pasó de ver la caja a Matt, de Matt a la caja, mientras trataba de articular cualquier palabra que pudiera decir ante la noticia, pero se había quedado corto debido a la gran sorpresa que se había llevado. En muestra de su felicitación, estrechó al pelinaranja en un gran abrazo; estaba muy contento por él, que no encontró otro modo de expresar aquello sin necesidad de decirlo.

—Me alegra mucho saberlo, ¿entonces por eso tan exigente y nervioso el día de hoy? —preguntó, luego de deshacer el abrazo, debido a que Matt se mostraba severo con ellos a la hora de hacer las cosas, no podía culparlo de nada, debía estar hecho un manojo de nervios por lo eventos que estaban por presentarse.

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