Capítulo 1

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Todo el mundo hablaba del misterioso chico nuevo que acababa de llegar y que ya había conseguido que las chicas suspiraran por él y los chicos lo envidiarán. Paula todavía no lo había visto, y pese que se obligaba a si misma a repetir que la gente exageraba, esperaba verlo pronto. Eran las 12 y se dirigía junto a Louis al aula 3 donde seguramente se echarían una buena siesta durante el tiempo que durase la clase de historia. Pero el encontrarse a una profesora y que ésta les mandase a entregar unos papeles a secretaria, llegaron tarde a la clase. Paula entró al aula prácticamente sin aliento, mientras que Louis lo hizo con un paso lento y perezoso. Ella conocía a esta profesora y como odiaba que sus alumnos llegasen tarde. Sin tomar conciencia de nada más, la chica galopó hasta la mesa de la profesora para explicar su excusa. Pero antes de abrir la boca la señorita Elena le dijo:

- Está bien Paula, no te preocupes, sé que tú nunca llegas tarde.- dijo con voz anormalmente calmada, pero al mirar a Louis la cosa cambió.- Sin embargo señor Tomlinson me temó que deberá usted redactar una disculpa, es la sexta vez que llega tarde a mis clases en dos semanas, ¡ha llegdo tarde cada día!

Louis sonrió y dijo:

- Estoy ocupado con el trabajo de Historia que nos mandó, le aseguró que hoy es el último día que se tendrá que preocupar de mí llegando tarde.- y guiñando un ojo descaradamente a la profesora y a Paula y se sentó en los dos únicos sitios que quedaban libres, cómo no, en primera fila.

Paula se dio la vuelta y vio que todas las chicas se encontraban amontonadas en la esquina derecha de la parte trasera de la clase, curiosa, pero sin querer dar más razones a la tutora para que la reprendiera, se sentó junto a Louis. Paula alzó un poco la cabeza, para ver en el epicentro de semejante aglomeración de féminas al chico más guapo que había visto en su vida. Y él estaba mirándola, fijamente. Avergonzada bajó la cabeza Tomó toda su fuerza de voluntad no girarse para observar al enigmático chico, y pese a haberse contenido unas diez veces, a la undécima se giró de la forma más disimulada que pudo... Para encontrarlo mirándola fijamente con curiosidad y fuego. Ella bajó la cabeza rápidamente, y al volverla a levantar al cabo de unos minutos, él la estaba mirando, igual que antes. Eso la enfadó, ¿quién se pensaba ese chico? No tenía ningún reparo en hacerla sentir incómoda. Pues había tomado una decisión , no sería otra de sus tontas seguidoras sin amor propio. Él tío estaba buenísimo, pero se negaba a ser una de esas gilipollas que le ríen las gracias al guapo de turno para conseguir su atención. Aunque él no era sólo un guapo de turno, además de ser el chico más guapo que había visto tenía ese estilo que te hacía querer arrancarle cada prenda de ropa para verla en el suelo de tu habitación mientras él... ¡No! ¡No, no y no! No iba a caer. El resto de la hora la pasó riéndose de las continuas bromas que Louis le hacía, intentando hacer el menor ruido posible y sin importarle lo más mínimo la mirada desaprobadora de la profesora.

Al acabar la clase salió disparada, pero al parecer, no lo suficientemente rápido, ya que antes de girar en la esquina para ir a comer con sus amigas, Harry la atrapó.

Había algo en la forma en que sonreía confiado y salvaje, pero también indómito y fuerte., podías leer un millón de cosas en su expresión. Un millón de historias, un millón de chistes, un millón de...

- Así que tú eres la chica tardona del curso, no?- Paula no lo sabía, pero el chico se maldijo por la pobre línea con la que empezó la conversación

- Y tú eres el chico nuevo del que todo el mundo habla. - le respondió Paula con un encogimiento de hombros.

Sonrió ante mi respuesta y me tendió una mano.

- Harry.

Paula dudosa de poder cumplir su reciente promesa frente a semejante Adonis, le dejó tomar su mano, intentando ignorar el hormigueo que sintió cuando se tocaron.

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora