Punto de Quiebre

CAPÍTULO 5 - POR FIN

Después de que Eliza me había llevado a mi casa y que "accidentalmente" había rozado mis labios. Trate de olvidar el incidente y seguir con trabajando en la campaña junto con Eliza.

La semana paso con mucho más rápido por todo el trabajo en la agencia, pasaba mucho tiempo con Eliza, ya que trabajábamos juntas en la nueva campaña de los cinemas, la cual estaba quedando muy bien. Así que Eliza y yo pasábamos gran parte del día juntas, sin embargo, ninguna de las dos había hablado del "accidente" y por mi estaba bien, así que decidí dejarlo pasar.

Mientras más tiempo pasaba con Eliza más cercanas nos volvíamos. El jueves teníamos la presentación con nuestros clientes de los cinemas, así que el miércoles el equipo y yo nos quedamos hasta tarde para terminar la presentación.

Al final de la noche, ya sólo quedamos Eliza y yo en la oficina. Ella estaba editando unas imágenes y yo terminando algunos detalles de la presentación. De pronto escuche una voz atrás de mi.

- Hey Aly, creo que será mejor que nos vayamos, la presentación ya está lista y mañana y tienes que estar increíble para la presentación. ¿Vamos te llevo? – me dijo Eliza

Eliza me extendió la mano, cerré la computadora y le tome la mano. Salimos de la oficina y me dio uno de los cascos que tenía, me abrace a su cintura y me dejó en la puerta de la casa.

- Listo, parece que aquí vives – me dijo Eliza

- Así es aquí vivo, ¿Quieres pasar? – le pregunte

- Me encantaría pero mañana tenemos un gran día con nuestro cliente, así que mejor otro día me invitas – me dijo

Me despedí de ella y me fui a casa.

A la mañana siguiente, me levante y me puse un vestido negro, unos tacones y finalmente una chamarra de mezclilla para quitar un poco la formalidad. Pase a la cafetería de Carlos por café y justo ahí estaba ella de nuevo con esos ojos azules que me perdían.

- Hola extraña, espero que esta vez no me tires el café porque tengo un reunión muy importante – me dijo mientras me sonreía

- Seguro que no porque ni tú, ni yo podemos falta a esa reunión – le guiñe el ojo y subimos juntas a la oficina

La presentación salió excelente, todo el equipo Robert, Kim, Lindsey y Marie nos felicitaron por el gran trabajo y renovación de contrato, así que Robert decidió darnos el día para ir a descansar.

- Hey Aly, muchas felicidades ... Recuerdo que ayer me invitaste a tu piso ¿Qué te parece si retomamos la invitación y celebramos la renovación del contrato? – me dijo Eliza

- Me parece increíble pero debemos pasar por comida porque no tengo nada – le dije

- No te preocupes, yo me encargo de la comida. Así que adelante a casa si quieres y yo llegaré en un par de horas – sonrió

Asentí, tomé mi laptop y me dirigí a casa. Mientras iba de camino recibí un mensaje

"Hola Princesa, espero te haya ido excelente en tu presentación de hoy. Te extrañe ayer pero el fin de semana por fin te volveré a tener entre mis brazos. Te amo Marcus"

Había olvidado, el viaje que tenía con Marcus el fin de semana. Obviamente con todo lo de la campaña lo había olvidado. Así que aproveche que salí temprano de la oficina, puse un poco de música, me puse ropa más cómoda y comencé a prepara la maleta para el viaje a San Francisco.

Termine la maleta y le envíe un mensaje a Marcus "Amor, ya tengo lista la maleta y estoy ansiosa de verte. Me fue increíble en la presentación, logramos la renovación del contrato pero te cuento en la noche que hablemos. Te amo"

Estaba exhausta así que me metí a bañar y me preparé para dormir. Cuando sonó el timbre ¿Diga?

- Soy yo Eliza, disculpa el retraso pero tarde más de lo que pensaba en conseguir algunas cosas -

Con la emoción del viaje a San Francisco, había olvido por completo que cenaría con Eliza – Sí, claro pasa – le abrí la puerta y rápidamente me fui a poner un pants

- Hola extraña, de nuevo perdón por el retraso pero me costo mucho trabajo conseguir algunas cosa – entro a la casa y cuando me vio de arriba-abajo y comenzó a reír – Bueno ahora me siento un poco ridícula vestida con la ropa de la oficina.

- No, es mi culpa me puse a hacer algunas cosas y me cambie para estar más cómoda pero dame un minutos y estaré lista. Dime, ¿qué vamos a pedir de cenar? – le dije

- Absolutamente nada, la razón por la que me tarde es que vamos a cocinar y no encontraba alcachofas por ningún lado. Pero anda, ve a cambiarte y regresa rápido para ayudarme a cocinar – me dijo Eliza sonriendo

Rápidamente, fui al cuarto tomé unos jeans, una playera y una chamarra de cuero; me recogí el cabello y me maquille un poquito para salir a ayudar a Eliza.

Eliza estaba en la cocina partiendo algunas alcachofas y en la estufa tenia una olla con pasta.

- Ven, ayúdame en la bolsa hay una botella de vino. Ayúdame a abrirla, me gusta cocinar tomando un poco de vino – me dijo

Tome la botella y comencé a abrirla. Le serví un poco de vino y yo también me serví un poco.

Mientras Eliza cocinaba, me contó que la receta de la pasta la había aprendido de su abuela, una de las personas más importante de su vida. La abuela de Eliza la había apoyado siempre en todas sus locura y en su forma de ver la vida.

Era muy divertido cocinar con Eliza, me enseñaba a cocinar y me daba tips. Al terminar de cocinar, nos habíamos acabado la botella. La voltee a ver y me dijo, no te preocupes traje otra.

Fui a poner la mesa y a servir un poco de vino. Eliza llegó con 2 platos.

Comenzamos a comer y mientras lo hacíamos los ojos de Eliza como siempre comenzaron a hipnotizarme, ese azul profundo me hacían que me perdiera fácilmente.

Estuvimos hablando por horas de todo y de nada. Cuando nos dimos cuenta eran las 2 de la mañana, así que invité a Eliza a que se quedara.

La tome de la mano y lleve a mi cuarto. Le di una pijama y yo me puse la mía.

Cuando nos acostamos podía sentir el calor de su cuerpo y su corazón latir. De pronto sentí como su brazo me comenzó a rodear.

A la mañana siguiente, desperté con abrazada de Eliza, sentía su respiración cerca de la mía y escuchaba como latía su corazón.

- Hola extraña, creo que me podría acostumbrar a celebrar contigo siempre y cuando despertemos así abrazadas – me dijo y sin más me planto un beso

El beso de Eliza me tomo por sorpresa pero lo correspondí.