3. Bailes accidentados y secretos revelados

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—Eh... esto... hola Courtney. —balbuceo, esbozando mi mejor sonrisa.

Ella, educadamente me sonríe, pero no deja de fijar su vista en Alex y Will, que aunque se van alejando, todavía están en nuestro campo de visión. Le envío una mirada suplicante a mi amiga, que me insta con los ojos a que coja a mi actual pareja como lo hacía con ella. Finalmente termino por tragar saliva duramente y armarme de valor, colocando firmemente mis manos en el cuerpo de Courtney.

Alex, a lo lejos, asiente con determinación.

—¿Qué te está pareciendo el baile?

—Bien...

—Supongo que esperabas estar un poco más de rato con Will ¿No? —suelto del tirón, al ver su cara.

—¿Qué?¡No! Quiero decir, el otro día se acercó y me dijo si quería venir con él al baile, y la verdad es que nunca antes habíamos hablado... pero todas mis amigas se pusieron a soltar grititos de emoción y terminé por decir que sí. Ahora por lo menos tengo alguien con quién hablar.

—¿Me vas a decir que Will no es hablador?

—Sinceramente, creo que hoy estaba demasiado ensimismado mirando a Alex como para hablar conmigo.

—¿De qué conoces a Alex?

—Oh, vamos, todos en el campus la conocen. La chica que vive en una residencia llena de chicos. Además, tiene a Mark y a Will rendidos a sus pies. ¿Quién más puede decir eso?

—No mucha gente, supongo.

—Supones bien. —contesta ella, bajando la mirada.

—Alex no quiere esto, te lo aseguro —me encargo de aclarar—. Esos dos no han hecho nada más que causarle problemas. ¿Sabes por qué terminó viviendo con nosotros? Porque la confundieron con un chico... va siempre con esas sudaderas tan anchas... por lo menos desde que se ha hecho amiga de Mia intenta currarse un poco más el vestuario.

—¿Te gusta?

—¿Perdón?

—Que si te gusta. —suelta Courtney—. ¿Has venido al baile con ella no?

Sí, pero por ti. Porque me gustas tú.

—Sí, pero... ella es mi amiga, eso es todo. Es con quién me llevo mejor en toda la residencia. Con quién tengo más confianza. Me pidió si quería ir con ella, y le dije que sí. Fue... fue el mismo día que tú me dijiste que no —ella baja la mirada, arrepentida—. Eh... no creas que te estoy culpando de algo. Will lo hizo para fastidiar, estoy seguro.

—Ahora mismo me siento como un clínex usado.

—No pienses así. No es cierto.

—Sí lo es. Que tu no seas así no quiere decir que Will si lo sea. No intentes disculparlo.

—No se trata de disculparlo. Se trata de que tu no te sientas mal. Will es un capullo el noventa por ciento del tiempo. Perdón por el vocabulario —no tardo nada en exculparme—. Pero de verdad, hay veces que saca lo peor de mí.

—Ya lo veo —comenta Courtney—. Lo que no entiendo es que ganaba exactamente viniendo conmigo.

—No lo sé...

—Quiero decir... quién realmente le gusta es Alex. Es evidente que se moría por bailar con ella —los dos dirigimos la mirada hacia la pareja. Will tiene cogida a Alex de la cintura, y ella está tan inclinada que sus cabellos casi rozan el suelo.

The Sacrifice of One of ThemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora