Capítulo 2.
___________■☆■___________
Chloe Quins
___________■☆■___________
■▪☆▪■
Mis pobres labios arden de dolor después de tantas mordidas.Estoy muy apenada con el sexy doctor por el escándalo que le armé allá afuera delante de todas esas personas, juro por todos los cielos que estoy peor que un tomate y mi rostro va a explotar en cualquier momento y teñiré a todos de rojo. El saber que fui capaz de insultar al doctor que ahora atiende amablemente a Christina me hace sentir como una maleducada que no tiene principios. He escuchado que los médicos tratan de mantener una buena imagen y yo acabo de empañar la suya al llamarlo idiota frente a esas otras personas.
¡Qué vergüenza!
Soy una persona muy insegura de si misma y nunca me ha gustado que los demás se burlen de mí, creo que a nadie le gusta eso, entonces que Brandon lo hiciera me hizo estallar e insultarlo frente a personas que seguro son sus pacientes. Ahora sé que no fue la manera correcta de reaccionar.
Me he mantenido todo el tiempo estática en mi lugar tratando de pasar desapercibida ante los ojos de él que de vez en cuando me lanza miradas indiscretas y que, aunque me intimida la manera atenta en que lo hace, me gusta, me gusta que me mire. Y eso es extraño, porque normalmente no me gusta que posen su atención en mí por más de cinco segundos porque me pongo nerviosa. Mentiría si dijera que me considero fea porque no es así, tampoco es que soy la próxima reina de belleza, pero he recibido halagos de chicos atractivos y Amy me quiere arrancar los ojos miel para colocárselos ella, mi amiga está loca. El problema con mi inseguridad está en lo que soy como persona.
Este hombre está enloqueciéndome y no puedo controlarlo.
¡Qué alguien me ayude!
Brandon le ha preguntado a Christina cuáles son los síntomas que le aquejan y desde entonces sólo he podido fijarme en la deliciosa manera en que sus labios se mueven al hablar. Estoy mal de la cabeza y tal vez soy yo la que debe ser atendida por un médico. Es la primera vez que alguien me llama la atención de esta forma tan repentina y adictiva y no es normal.
Alguien carraspea llamando mi atención y me sonrojo al ver al doctor con su mirada fija en mí. Dios mío, se ha percatado de como lo he estado mirando y me sonríe descaradamente, mi corazón da un vuelco de alegría.
—¿Segura que estás bien? —me pregunta el doctor, confundida asiento—. Digo, es que por momentos es como si te desconectaras de la realidad y te pierdes en tus pensamientos.
Abro la boca pero no me salen las palabras.
—¿Qué pasa, mi niña? Dile al doctor si te pasa algo así te da alguna medicina para que te sientas mejor.
Miro a Christina y luego a Brandon, él asiente fingiendo inocencia concordando con ella, está jugando conmigo porque sabe que me pasa, sabe que él es el causante de mis pesares.
—No pasa nada, sólo pensaba en algunas cosas sin importancia.
Sonríe de lado y asiente volviendo su mirada a la señora.
—Muy bien, Christina, ahora va a pasar a la camilla para hacerle unas revisiones —la señora asiente y la puerta se abre dejando ver a una enfermera joven y bonita—, Lucy ayude a la señora para revisarla.