11 otoños y sigo contando [Editando]

°Revelaciones°

UNAS HORAS DESPUÉS
Ray fue a buscar a su hija al cuarto a la hora de cenar pero se negó a abrirle la puerta.
Ya había pasado el cumpleaños de Anne, ella nunca bajó de su habitación.
AL DÍA SIGUIENTE
A la hora del desayuno Erick se nota muy alterado y al ver bajar las escaleras a Anne esconde unos papeles bajo la mesa.
-No voy a desayunar, no tengo hambre. Ya me voy a ir al colegio, no quiero llegar tarde-. Dijo Anne mirando hacia el suelo mientras se dirigía a la puerta principal de la casa.
-Okey princesa, que tengas un bonito día-. Dijo Ray mientras preparaba unas tostadas
Erick no abrió la boca, parecía demasiado nervioso con la presencia de su hija allí.
Cuando Anne ya se había ido sus padres comienzan a conversar
-¿Qué pasa cariño?¿Qué son esos papeles?-. Se escucha desde la cocina.
-¡Me despidieron Ray, me despidieron!-. Gritó eufórico Erick.
La niña escuchó los gritos pero no se asombró era algo casi cotidiano para ella.
Unos cuantos minutos después cuando Ann (Como le dicen sus amigos) entra al colegio dos niños se le abalanzan y la abrazan con todas sus fuerzas, eran Grace y Kurt, dos hermanos mellizos que eran amigos de Ann desde el kinder.
Las clases fueron bastante normales, no hubo problema alguno ya que a Anne le resultaba muy fácil el colegio, nunca tuvo dificultades con ninguna materia. Ya había sonado la campana para anunciar el fin de la última clase y todos los niños se dirigían hacia la salida, Grace y Kurt le propusieron a Anne acompañarla hasta su casa ya que extrabañan su viejo vencindario desde la mudanza pero ella se negó, no queria que sus amigos se sientan incómodos por la mala relación entre Ann y sus padres últimamente.
Al llegar a casa la pequeña nota un aire incómodo en el casa, su padre Erick furioso, Ray con una expresión muy triste y una señora desconocida sentada en la mesa con muchos papeles en la mano.
-Buenas tardes, mucho gusto-. Dice la señora dirigiendo su mano hacia la de Ann para estrecharla.
-Igualmente-. Dice la pequeña
-Sube a tu cuarto cariño, necesitamos hablar con la señora Riott-. Expresa Erick con una voz dulce pero claramente forzada.
La niña se dirije hacia su cuarto y allí queda sentada su cama pensando
¿Quién es la señora Riott y que está haciéndo en mi casa?