Amigas Con Derechos (Lésbico)©

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Dos meses habían pasado desde que comencé a andar con Yessica. Todo ha estado bien, hasta ahora. Mi relación con Jazmín se ha ido enfriando un poco, últimamente nos hemos alejado. Al principio pensé que era por la escuela. Estaban en tiempo de exámenes, pero creo que ese no es el motivo.

Estábamos a principios de Julio. Estaba haciendo mucha calor. Este mes será muy caliente, apenas había entrado, y el calor no se podía aguantar.

Era sábado. Me había despertado temprano porque tenía una cita con Freddy.

Últimamente no hemos estado mucho tiempo juntos. Después que se comprometió no tiene mucho tiempo para salir como antes. Su boda estaba a la vuelta de la esquina, era en menos de un mes. Los últimos días han sido una locura para mí amigo y su prometida, los preparativos de la boda, los traje, y un sin fin de cosas más.

Por eso me levanté temprano hoy, queríamos pasar tiempo juntos.

Freddy era el único que sabía  lo que tenía con Yessica. Obviamente no está de acuerdo con lo que le estoy haciendo a mi novia. El quiere mucho a Jazmín, y no quiere perder su amistad con Liz por mi culpa. Solo se mantiene al margen de todo esto.

Habíamos quedado en reunirnos en el parque del centro. Nos quedaba cerca a ambos. Me puse los cascos y salí de mi casa. Cori desde mi casa al parque, lo suficiente para calentar.

Al llegar, mi amigo estaba ahí.

—¿Tienes rato esperando?— pregunté al llegar.

—Hey— saludó.

Estaba de espalda, haciendo un poco de estiramiento. Imagino que calentando.

—No, recién llego. ¿Cómo estás?— preguntó sentándose.

—Estoy bien. ¿Nos vamos?

Me miro confundido.

—Pero... Si acabas de llegar.

—Exacto. Estamos calientes es más fácil, podemos irnos.

—Esto se trata de pasar tiempo juntos, ¿Sabías?

Me miró acusadoramente.

Reí. Era obvio que buscaba una excusa para no correr.

—Lo sé. Por eso te pido que empieces a correr.

—Podemos hablar un rato, y luego caminar, ¿No creés que sea una excelente idea?

Negué con la cabeza, y lo jale del brazo levantandolo del banco en el que estaba sentado.

—Eres un holgazán, Freddy. ¡Levántate ahora!

Lo escuché reír.

—Ok, ok, —dijo, mientras levantaba las manos en forma de rendimiento.

Corrimos alrededor de cuarenta minutos. En todo el trayecto Freddy solo se quejaba. Era comprensible él no estaba acostumbrado hacer ejercicio, así que esto que estábamos haciendo era una tortura para él. Decidimos correr en círculo alrededor de una fuente.

Al terminar nos detuvimos en un local de bebidas, no muy lejos de mi departamento. Era un lugar estrecho, pero bonito.

—¿En serio?—cuestionó, indignado cuando vio el letrero del lugar.

Lo mire y, sonreí.

—Sígueme.

—Estás loca. Son solo las once.