Sueños Divididos ~taegi/yoontae~

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No sabía nada sobre Taehyung, estaba desesperado, al terminar de encontrar sobrevivientes y trasladar a los heridos en Nagasaki me había devuelto hacia la ciudad donde vivíamos, miraba a los alrededores y la gente se veía un poco calmada.

Con los ataques hacia Hiroshima y Nagasaki, Japón se había rendido.

Unas personas estaban llorando, me di cuenta al seguir caminando, que poco a poco fueron haciéndose bastantes las que me encontraba de esa manera, muchas eran personas que conocían a personas fallecidas de las ciudades bombardeadas, y como Taehyung siempre solía decirme, la guerra siempre traía lágrimas, pues los más inocentes eran los que la pagaban.

Seguí caminando y justamente estaba parado a una corta distancia de la oficina de correos, entonces caminé hacia ella, entré, quizás la última carta que envié a Taehyung aún esté en el buzón, tal vez apenas había llegado, pues de vez en cuando solían retrasarse, y más en la guerra.

Entré.

Me sorprendí al ver a personas corriendo de un lado para otro, los trabajadores. Había muchísimas cajas en paquetería, todas repletas de cartas, no entendía lo que ocurría.

—Disculpe —dije al acercarme a la mesa alargada, había una persona ahí—. ¿De casualidad...no tendrá alguna carta que se haya extraviado en el trayecto? —era extraño que algo se extraviara.

—Sucedió algo, pues al correo que van las cartas destinadas a otras ciudades fue bloqueado a causa de la guerra, fue cerrado algún tiempo, trajimos las cartas devuelta, disculpe las molestias si es que alguna era suya.

Fruncí un poco el ceño.

—Disculpe, ¿tiene alguna carta dirigida a Min Yoongi?

Me miró unos momentos, después se dirigió hacia un lado, lo seguí con la mirada, vi que abrió unos estantes, no duró mucho cuando sacó siete cartas.

—Esto fue lo que encontré, algunas son de hace meses, otras más recientes —las miraba, después me vio, tenía las cartas en sus manos y las dejó encima de la mesa alargada, justo delante de mí—. Cuatro van drigidas hacia Min Yoongi, las otras tres fueron enviadas por él.

Quedé unos momentos en trance, Taehyung...no había recibido ninguna carta mía...

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, él estaba totalmente preocupado, lo sabía.

Alcé el rostro y me encontré con la mirada de esa persona, le dije que yo era Min Yoongi, le enseñé unas identificaciones y me llevé las cartas de ese lugar.

No las leeí al instante, pues lo que en este momento me importaba era ver a Taehyung.

Corriendo me dirigí hacia él.

Corrí hacia la dirección en la cual me había dicho que estaba viviendo, me la había aprendido de memoria al leer y releer la carta que me había enviado.