Nordic Leyends "Hati & Sköll"

Hati & Sköll

Erase una vez, dos cachorros malditos que caminaban por el páramo de los dioses y que por culpa del destino fueron castigados por una traición que no cometieron.
"Amar a la Luna, se le indicó al Lobo Negro, y tu amor será irreal, la amarás dos veces, pero siempre el destino los separará". "Amarás al Sol, se le ordenó al de blanco pelaje, y tu amor será enfermizo, si ambos están juntos se destruirán mutuamente, sin embargo si se mantienen separados, el dolor los matará igualmente".
Ambos serán condenados a no poder conocer la felicidad, a no poder amar jamás y vivir eternamente como miserables.
Historia de Hati & Sköll, Fragmento.

Así fue como la historia comenzó.
Los cachorro crecieron y se volvieron libres. Aprendieron a respetarse y convivir juntos.
Hasta que la desgracia llegó.
Se encontraban ambos jugando inocentemente en el jardín de Asgard en su forma humana, dos niños, uno con el cabello albo como la nieve y el otro con la hebras del suyo tan negras como la noche; pasaron desapercibidos a los ojos de los dioses, que aunque sabían que no eran de aquel, su linaje, sabiamente supieron entender que no significaban una amenaza. Fue así para todos, menos para el emperador de Asgard, Njörd, quien reconoció al instante la esencia de quien los traicionó, y para Loki, su legítimo abuelo.
Njörd quería venganza por el ojo que se le había arrebatado.
Ideó un plan para atraer a los cachorros, pero descubrió que el astuto y viejo Loki se le había adelantado.
Loki había notado la presencia de sus nietos y quería ocultarlos de la mirada rencorosa del rey por lo que con sabrosos trozos de carne los atrajo.
Njörd enfurecido, convocó a sus sirvientes, quería encontrar a esos pequeños demonios a costa de lo que fuese, quería venganza por lo que Fenrir le había hecho. Y lo logró.
Los llevó ante los ojos de la corte de los dioses y sin mayor preámbulo dictó su sentencia.
"Perseguirán al Sol y a la Luna, por el resto de sus vidas, se enamorarán de ellos y cuando prueben su carne enloqueserán"

Los condenó y maldijo, sin piedad alguna.
Loki nada pudo hacer, y para cuando Fenrir llegó, ya era muy tarde, ambos habían sido condenados a la soledad eterna y a sufrir el resto de sus días.

Condenados por un pecado ajeno, y que la inocencia de un infante no comprende. Condenados a vivir como monstruos, pero aún más atroz, sin amor alguno que apaciguase su dolor...

Así se dijo y ocurrió, durante varios siglos la historia durmió, pero cuando por fin se creía olvidado, la traición del corazón los corrompió. El amor a la Luna y al Sol, la desgracia, que al mundo, quiso traernos su maldición.