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Harry se acomoda en su cama. Son las dos de la mañana y ya están todos dormidos. No corre ningún riesgo. No le volverá a ocurrir.

Se repite que está mal, que no debe hacerlo, pero es un sentimiento más grande el que se apodera de él. Acaricia la tela lila de su nueva camiseta. Es un lila pálido, muy pálido. Tan suave que eriza su piel. Peina sus rizos frente al espejo. Se ve hermoso con con sus cabellos pulcramente recogido en dos pequeñas trenzas y sus labios cubiertos de un labial con sabor a fresa. La tela cubre la mitad de sus muslos desnudos. Acaricia su piel como le hubiera gustado que alguien lo hiciera. Sus pezones erguidos sobresaltan en la tela lila. Se ve tan lindo, tan hermoso. Le brillan los ojos de excitación al levantar la camiseta y observar sus glúteos en sus nuevos panties de encaje negro que hacen juego con las medias que sustituyen a aquellas que desgarrara. Ahí, en su pequeña burbuja, todo es perfecto, pero de pronto se entristece sabiendo que nada de eso es real. Que no saldrá de ahí, que nadie le dirá lo lindo que se ve, que no podrá lucir todas y cada una de sus prendas de lencería que guarda bajo llave. Todo es un pequeño sueño que jamás se hará realidad. No mientras tenga que ocultarlo como el mayor de los pecados. Pero es su momento, su momento para brillar, al menos un poquito. Coloca purpurina en sus párpados y rímel en sus pestañas. Por un instante sonríe, sonríe porque intenta convencerse de que es feliz, y es ese el único momento del día en el que se logra autoengañar. Pero no dura para siempre, ha de envolverse en sus sábanas oscuras y hundirse en un sueño gris.

Otra vez salen a la puerta. A él no le gusta saltarse sus clases, especialmente la de historia. Pero ha de seguir a Zayn si quiere continuar odiándose. El moreno hace que se fume otro cigarrillo. Odia el sabor en su boca, odia reprimir los tosidos que le atacan y odia la horrible sensación de marchitar sus pulmones.

-Mirar quien viene por ahí, Louis Marica Tomlimson- suelta Malik pretendiendo sonar gracioso cuando el ojiazul pasa por su lado.

Louis a penas se detiene un segundo para mirarle más que con asco, con decepción. Zayn en seguida se levanta con el objetivo fichado en el moreno. Harry se lo impide tomando su brazo.

-Zayn... déjalo- casi suplica. Algún sentimiento de amistad debe de perdurar en él. Louis y Zayn hace a penas unos meses eran inseparables. Harry sabe que el moreno tiene problemas que solo compartiera con Lou. Tiene que sentir cierto amor por él. ¿Cómo no se siente mal al denigrar a aquel que fue como un hermano? No quiere que pasen por esto, ninguno de los dos. Sabe que a Zayn le duele, tiene que hacerlo.

Louis le mira con pena. Puede escuhar y recibir el odio de cualquiera, ha aprendido a ignorarlos, pero realmente no esperaba que Zayn le tratara tan mal. Sabía que era homófobo y se había reprimido mucho a causa de ello. Pero había esperado que le costara, no que de un día para otro semejaran completos desconocidos.

-¿Qué coño se supone que estás haciendo?-escupe Zayn apartando con fuerza la mano de Harry.

-Zee, Harry tiene razón, no se merece ni que le dirijas la palabra- interviene Liam, el rizado sabe perfectamente que está tratando de salvarle el culo-. Seguro que eso es lo que quiere.-y suelta una risotada para que Zayn se siente y lo deje pasar.

Harry sabe bien lo cerca que ha estado y sabe también que Zayn no soportará ni uno más de sus arrebatos de moralidad y cordura. Pasado un rato el moreno se olvida de su anterior enfado y recupera su relativa compostura.

-Hoy Dave hace una fiesta y...-hace una pausa dramática mientras le da una última calada a su pitillo- vamos a ir-el ruloso en seguida pone una cara de disgusto-. Todos, Harry. Así que no me vengas con tus mierdas una vez más porque sabes bien lo que pasará.

Secret - l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora